Ecuador: campesinos dicen no a agrocadenas
"El artículo 50 del primer borrador de la Ley de Soberanía Alimentaria establece que el Estado apoyará la articulación de cadenas agroproductivas como una forma de organización en el agro, la ganadería y la pesca"
Según asociaciones agrícolas, Ley de Soberanía Alimentaria apoyaría creación de monopolios
El artículo 50 del primer borrador de la Ley de Soberanía Alimentaria establece que el Estado apoyará la articulación de cadenas agroproductivas como una forma de organización en el agro, la ganadería y la pesca. Y es este segmento, incluido en el parágrafo sexto que norma la comercialización y los mercados, el que ha generado el mayor rechazo por parte de varias agrupaciones campesinas e indígenas.
Para Luis Anrango, presidente de la Confederación Nacional de Organizaciones Campesinas, Indígenas y Negras (Fenocin), esta forma de producción "se confronta con el modelo agrícola de los pequeños y medianos productores, ya que promueve un sistema agroempresarial, en el que el campesino pierde su independencia". El dirigente explicó que las cadenas agroproductivas, según han operado en el Ecuador, "han ocasionado que los campesinos dependan de un contrato, de un paquete tecnológico y de una planificación en la que les dicen lo que deben sembrar y, generalmente, es un solo producto. Esto alienta el monocultivo, que es una actividad que debe erradicarse ahora que hablamos de diversificar de la producción", explicó.
El modelo de cadena agroproductiva se basa en la producción bajo contrato. El campesino se compromete a vender toda la cosecha a una sola empresa, y eso es lo que preocupa a los gremios productores, ya que, según Gonzalo Guzmán, representante del área de Recursos Naturales de la Ecuarunari, se trata de "una legalización del monopolio". Para este experto, el hecho de vender toda la producción a un solo comprador "haría perder fuerza a las organizaciones campesinas en aspectos muy importantes como la fijación de los precios, que quedaría en manos de las grandes empresas", indicó. Además, expresó su preocupación por la tendencia al monocultivo que podría generar este tipo de convenios comerciales. "Recordemos que los monocultivos del maíz son cuestionados actualmente, ya que su uso se dirige a los biocombustibles y eso es algo que el sector indígena no apoya", indicó.
Críticas a los sistemas de negocios inclusivos
Otro aspecto que preocupa a este sector es el contenido en el artículo 91 de dicho anteproyecto, que faculta al Estado a promover la capitalización de actividades productivas agrícolas para lograr la inclusión de estos productores.
Sin embargo, Anrango avisora en este articulado un apoyo a "los negocios inclusivos, que en realidad es otra manera de volverlos dependientes de un comprador que, al final, será quien decida el precio", dijo. (DP)
Consejos consultivos son excluyentes
Para Xavier León, de Acción Ecológica, uno de los movimientos que exigió la Ley de Soberanía Alimentaria, el artículo 26, que autoriza la creación de consejos consultivos para los diferentes productos agrícolas, "perjudicará a los pequeños productores, ya que los organismos de este tipo se convierten en centros de poder alejados de agricultores y en los que se deciden de manera unilateral las reglas de juego. Es un artículo excluyente que no toma en cuenta al pequeño productor", dijo.