Críticas al cultivo de los Transgénicos
La producción de transgénicos compromete la soberanía alimentaria y reduce las plazas de empleo. A estas conclusiones se llegaron ayer en la charla que organizó la Oxfam, la Red por una América Latina libre de transgénicos y otras ONG
Javier Rodríguez, uno de los especialistas invitados, dijo que en Argentina la producción de transgénicos se inició en 1996 y para el 2002 el 98% de la superficie que se utilizaba para la producción de soya criolla fue reemplazado por soya transgénica. “Para producir una tonelada de criolla se requería de cinco obreros.
En cambio, para producir de la soya transgénica solo se requería de dos trabajadores porque la tecnología reemplazó a la mano de obra y esto ahondó la desocupación en el país”.
Además, añade que los campesinos vieron en ello un negocio rentable y alquilaron las tierras que antes se dedicaban a la ganadería o la producción de hortalizas. “Eso redujo la disponibilidad de alimentos en el mercado local y un consecuente encarecimiento de los productos”, añadió.
Por su parte, José María Tardim, de Brasil, dijo que existen estudios en su país que dan cuenta sobre los posibles efectos que podrían tener los transgénicos en la salud de las personas. Entre ellos citó problemas gastrointestinales, infertilidad y hasta cáncer.
En la cita se anunció además que el 24 de noviembre estará listo el borrador de la nueva Ley de Soberanía Alimentaria que prepara el Gobierno para su discusión y es parte del paquete de leyes que se tienen que hacer tras la aprobación de la Constitución.
A cargo de este proceso está la ministra Coordinadora de la Producción, Susana Cabeza de Vaca.
“Hay temor de que se apruebe sin mayor discusión como se ha hecho con otras normas y por ello es necesario que la sociedad civil se apropie del proceso”, dijo la activista Ana Lucía Bravo.