Colombia: indígenas de Sierra Nevada intentan recuperar tierras ancestrales con métodos tradicionales
Están deterioradas por malas prácticas agrícolas. Pero los arhuacos están empeñados en salvarlas
“Cuando vemos a alguien que padece alguna enfermedad decimos: si está enfermo es porque comió enfermo, si comió enfermo es porque la planta está enferma y si ella está enferma es porque la madre tierra lo está, o como dicen los pensadores orgánicos no indígenas: la salud de un pueblo es el reflejo fiel de la calidad de su suelo”.
Este es uno de los principios básicos de la agricultura que la comunidad indígena arhuaca de la Sierra Nevada de Santa Marta intenta recuperar, convencida de que la tierra es nuestra madre y de que hay que cuidarla como un ser vivo.
Por eso, a la hora de sembrar los arhuacos siguen rituales determinados y reciben la orientación de los sabios mayores, que son quienes escogen los lugares adecuados para los cultivos. Así aseguran las prácticas de uso y tenencia sostenible de la tierra y mantienen un respeto permanente por las leyes de la naturaleza.
Amado Villafaña, miembro de la comunidad, indica que dentro del proceso de redescubrir las técnicas de lo antepasados, los indígenas se oponen tanto al uso de agroquímicos como a la siembra de especies foráneas, porque en cada territorio hay plantas nativas y cuando se traen productos de afuera la tierra los desconoce y entran como una enfermedad.
Preocupados por el deterioro de los suelos indígenas a causa del uso indiscriminado de tala y quema, agro tóxicos y técnicas introducidas de otras regiones, hoy la comunidad prioriza en su recuperación.
“Lo miramos, lo tocamos, hablamos con él, porque cada suelo es una particularidad. Analizamos las plantas y tratamos de entender sus mensajes”, dicen.
Según ellos, la agricultura convencional ve el universo como si fuera un sistema mecánico compuesto por piezas sueltas, como si fueran simples máquinas de producción, objeto de dominio, control y explotación.
Por el contrario, la comunidad indígena considera que al ser un solo organismo, un solo pueblo, un solo ecosistema que vive en un solo mundo, se comparte con la naturaleza un destino común y por eso es indispensable la conservación.
“Queremos recuperar la tecnología ancestral con principios agroecológicos, es decir trabajar en la tierra respetando todas las formas de vida, conservar, recuperar difundir nuestras semillas nativas y recuperar hábitos alimentarios propios”, indican.
La tradición establece que la agricultura debe hacerse a través de ceremonias que empiezan al seleccionar el terreno con la autoridad mayor, siguen al momento de sembrar y terminan con la preparación de la comida para que no haga daño.
Pasos fundamentales
Existen diez pasos fundamentales que los miembros de esta comunidad deben seguir al sembrar:
1. Consulta, concertación, conversatorio reflexivo con las autoridades tradicionales sobre los productos y lugares de la siembra.
2. Cumplimiento de las ceremonias tradicionales producto de la consulta con los mayores.
3. Socialización de acuerdos y requerimientos tradicionales en reuniones y asambleas de la comunidad.
4. Capacitación a miembros de la comunidad para el empoderamiento y réplica del proceso.
5. Selección de área según criterios tradicionales para inicio de actividades.
6. Inspección específica y detallada de área por parte del orientador y miembros de la comunidad teniendo en cuenta que cada suelo es una particularidad.
7. Programación de actividades y capacitación del equipo local o replicador.
8. Inicio de actividades según singularidad del suelo.
9. Inventario de semillas nativas.
10. Elaboración de abonos biofermentados sólidos y líquidos.