Chile: miles de ciudadanos firman contra la “privatización del mar”
"Ciudadanos de todo el mundo se han sumado a la campaña que rechaza las modificaciones a la Ley de Pesca, que buscan entregar en forma gratuita y perpetua la propiedad de extensas zonas marinas a las compañías salmoneras nacionales y multinacionales, para que las puedan hipotecar y así pagar sus millonarias deudas y obtener nuevos créditos de bancos chilenos y extranjeros"
La privatización del mar terminara por destruir la cultura bordemar del archipiélago de Chiloe: esta cultura implica el equilibrio entre personas, espíritus y medio ambiente. Los problemas de salud y bienestar se agudizaran y la cultura como factor protector esta en peligro. Junto con firmar aquí además hay que fortalecer los perfiles protectores que la propia gente de islas y lugares apartados tienen hoy para enfrentar el neoliberalismo”, escribe Jaime Ibacache-Burgos, ver. A este sitio web han escrito cientos de ciudadanos que han dicho “No a la Privatización del Mar”.
Como Ibacache que escribe desde Chiloé, ciudadanos de todo el mundo se han sumado a la campaña que rechaza las modificaciones a la Ley de Pesca, que buscan entregar en forma gratuita y perpetua la propiedad de extensas zonas marinas a las compañías salmoneras nacionales y multinacionales, para que las puedan hipotecar y así pagar sus millonarias deudas y obtener nuevos créditos de bancos chilenos y extranjeros.
A través de la red, los adherentes a la campaña han manifestado su molestia porque consideran injusto que luego que las empresas salmoneras hayan operado por más de 20 años, con bajos estándares ambientales, sanitarios, laborales y sociales, además de comportarse irrespetuosamente con las comunidades costeras de Chiloé, Aysén y Magallanes, el Estado decida premiarlos entregándoles bienes nacionales de uso público, como son las concesiones acuicolas. Además llaman a los parlamentarios a votar en contra de la iniciativa privatizadora de banqueros, salmoneros y el Ministerio de Economía.
“No regalemos el mar a las grandes empresas depredadoras para que lo transformen en un basural sin vida e infectado. Los ciudadanos piden conciencia a quienes dicen representarlos, vuestros actos deben atender los intereses de todos, no solo de los pequeños grupos de poder. No se vota por ustedes para eso. Son chilenos, tienen que estar a la altura de su pueblo. Es momento que corrijan su conducta y se vuelvan a ganar nuestro aprecio con actos nobles, cuidando los intereses de todos, haciendo que todo Chile crezca, pero sana y equitativamente”, dice Cristián Gómez Rojas.
Sigisfredo Bustos, en tanto afirma que “el Mar es patrimonio de la humanidad y no puede estar solamente al servicio de los intereses capitalistas. Los países deben velar porque sus recursos naturales sean usados en forma racional y en beneficio de los más necesitados. En Chile nos privatizaron la tierra, el agua, los minerales. No privatizaran el mar. Basta ya!!!”.
La chilena Alicia Madrid, señala desde Canadá que “el mar es un patrimonio de la humanidad. Me imagino que legisladores con visión y patriotismo van a rechazar una ley que enajena un derecho universal. Esta carta quiere entregarles un respaldo. No a la privatización del océano”.
“No olvidar en Diciembre los nombres de aquellos que entregan nuestros recursos naturales a privados... Piensen que estos honorables, además, se llevan unos 10 millones mensuales cada uno, de los impuestos que pagamos cada vez que compramos pan u otros alimentos”, señala Miguel Montenegro Galleguillos,
Derek Brown dice que “la industria salmonera no ha sido respetuosa ni de los trabajadores, ni del medio ambiente. Ahora se les pretende subsidiar, cuando están acogotados de deudas, permitiendo gravar bienes comunes de todos los chilenos, en beneficio de entidades bancarias que quedaran a la espera para vía juicios ejecutivos hacerse de estos derechos que se pretenden constituir en desmedro de todos nosotros”.
Wilson Araya opina que “creo que las próximas generaciones se merecen un Mar Libre y limpio...como el que tuvimos nosotros cuando niños”.
Por su parte, el historiador Sergio Grez Toso, escribe que “el mar es patrimonio de la humanidad, no de un puñado de grandes empresas depredadoras de los recursos humanos y naturales”.
“Tenemos que pensar en 10, 20 o 100 años mas allá y no se puede tomar decisiones permanentes como la privatización del mar mirando el presente. Chile ya no es dueño de sus ríos, ¡ahora va a perder sus mares!”, dice Britt Lewis.
En esta misma línea, Claudio Donoso Hiriart, señala que “ya regalamos los minerales, los bosques y las tierras ancestrales indígenas a las grandes compañías, ahora estamos regalando nuestra valiosa agua dulce y después viene el mar. ¿En que queremos convertir a nuestro país, en mercancía barata?
Le biólogo marino Federico Orellana Fuenzalida, asegura que “por ningún motivo se puede aceptar que, una vez más, los que se han robado todo lo que existe en los mares de Chile, se lo vuelvan a apropiar y ahora con los auspicios de nuestro gobierno democrático que no toma en cuenta el parecer de su gente. Salvemos nuestro mar y hagamos todo lo que haya que hacer para este logro. Yo pongo mi vida a disposición”.
Miriam Wagner Basili, cuenta que “trabajo en el sector pesquero, dueña de una planta de proceso y no es primera vez que el gobierno chileno quiere favorecer a las grandes empresas, ya lo hizo con la pesca artesanal favoreciendo a los grandes empresarios años atrás”.
Bernardita Severin Fuster, en tanto registra que “me parece vergonzoso que miles de chilenos, políticos y ciudadanos no se den cuenta de que somos un país rico en recursos y que se está empobreciendo con tal de obtener más dinero, pero ¿qué es el dinero? No se puede comer, no se puede beber... cuidemos nuestro mar, además de nuestros santuarios de la naturaleza y de la biodiversidad, como los bosques, quebradas, cuencas, artesanías, nuestros últimos reservorios de agua dulce, los hielos, que estamos entregando... Pongámonos las pilas...”
Joan Calaf Mauad dice que “si nuestros gobiernos siguen hipotecando nuestro futuro, nuestros hijos no tendrán donde vivir”.
“Me opongo a que entreguen un pedazo del mar de Chile a privados que quizás incluso lleguen a ser extranjeros. Basta de lucrar con los bienes nacionales de uso público. A los "niños malcriados" de los salmoneros hay que educarlos, no premiarlos por sus malas prácticas de producción, que los llevaron a colapsar la industria y a perder empleos en el Sur de Chile”, señala Javier Zuñiga.
Alberto Millaquen Mercado, dice que “mañana se firmará parte de la sentencia de muerte de los bancos naturales de recursos marinos donde han trabajado por miles de años, primeros los pueblos originarios, hoy sus descendientes convertidos en pescadores artesanales. Moros y cristianos apoyan el salvamento de una industria en decadencia progresiva”.