CAFTA fue concebido a la medida de Washington
El Acuerdo de Libre Comercio entre Centroamérica y Estados Unidos (CAFTA) por sus siglas en inglés, fue concebido y negociado a la medida de Washington, de espaldas a las verdaderas necesidades de la subregión, afirmó hoy la diputada Alba Palacios
En entrevista con Prensa Latina acusó a los gobiernos serviles de la subregión de "rendirse ante las exigencias" de Estados Unidos para elaborar un convenio de sumisión y deslealtad a su naciones.
El CAFTA es un "excelente proyecto para hacer más rico al gran capital", distante de las necesidades de la mayoría, empobrecida por las medidas neoliberales, precisó la miembro del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN).
Explicó que según un informe de la Comisión Económica para América Latina (CEPAL), en el área en vez de disminuir la miseria, aumenta, así como el desempleo, la desnutrición y la falta de recursos para la salud y la educación.
En ese bloque está Nicaragua donde más de tres millones de sus habitantes están en los distintos niveles de pobreza, acotó.
Todas esas personas en riesgo serán las primeras victimas del desigual convenio, que también amenaza con llevar a la quiebra a los productores agropecuarios y a la mediana y pequeña empresa.
El tratado que no fue ratificado por la Asamblea Nacional, como exigía Estados Unidos y el presidente, Enrique Bolaños, después de su aprobación en el Congreso norteamericano.
Sobre esa determinación Palacios comentó que es una tregua porque la lucha contra ese convenio continúa, en especial para buscar alternativas, leyes, que protejan a los nacionales de la invasión de las transnacionales.
El CAFTA podría perjudicar, añadió, a unos tres millones de nicaragüenses que subsisten del trabajo agrícola, que es el mayor generador de divisas y alimentos de la nación.
Es una negociación que nació con muchas debilidades, al extremo que Nicaragua sería el país más perjudicado si lo hubiéramos ratificado.
Fue creado de forma encubierta, a nivel de ministros, con total exclusión de las organizaciones sociales, sindicales y políticas de las naciones, indicó.
Sería un suicido admitirlo como está, por ello, puntualizó, debemos salvar con leyes a los sectores productivos, gremiales, industriales y laborales, entre otros.
Entre las resoluciones que deben poner en vigencia los congresistas se encuentran las de microfinanzas, comercial, competencia, antimonopolio, comercio exterior y la de garantías recíprocas para la pequeña y mediana empresa.
Asimismo las leyes de aguas, delitos ambientales, bioseguridad de organismos genéticamente modificados, biodiversidad, seguridad alimentaria, fomento de la producción y la de procesamiento, comercialización y consumo de la leche y sus derivados.
El Congreso norteamericano ratificó el pasado 28 de julio el CAFTA, acuerdo que ya aprobaron los legisladores de El Salvador, Honduras y Guatemala; faltan por darle el visto bueno los parlamentos de Costa Rica, Nicaragua y la República Dominicana.