Brasil: alimentación podrá convertirse en derecho previsto por la Constitución Federal
Todo indica que la alimentación está muy cerca de ser incluida entre los derechos sociales de los ciudadanos brasileros. El martes pasado (22), la comisión especial de la Cámara de Diputados aprobó, por unanimidad, la Propuesta de Enmienda Constitucional (PEC) 47/2003. Ahora, será enviada al plenario, donde será votada en dos turnos
La propuesta, de autoría del senador Antonio Carlos Valadares (PSB-SE), tiene el objetivo de añadir la alimentación como derecho social en el artículo 6° de la Constitución Federal. Como ya fue aprobada en el Senado, el próximo paso será la votación, en dos turnos, en el plenario de la Cámara. La expectativa es que la PEC sea votada definitivamente antes del próximo 16 de octubre, cuando se conmemora el Día Mundial de la Alimentación. A pesar de que la alimentación adecuada y saludable es una garantía del derecho humano prevista en varios tratados y acuerdos internacionales ratificados por Brasil, como la Declaración Universal de los Derechos Humanos y el Pacto Internacional de los Derechos Económicos, Sociales y Culturales, de 1996; la alimentación todavía no era un derecho social del pueblo brasilero en la Constitución.
Para muchos, la aprobación de la propuesta será un paso fundamental en la lucha por la alimentación adecuada del pueblo brasilero. Según Valéria Burity, vicepresidente de la Acción Brasilera por la Nutrición y Derechos Humanos (ABRANDH), una investigación del Gobierno Federal reveló que más de 77 millones de brasileros viven en situación de inseguridad alimentaria.
Sin embargo, para ella, este número puede ser todavía más elevado si la alimentación se presenta como una cuestión más amplia de acceso a los recursos necesarios para la producción de alimentos. Con la PEC, la situación de esos brasileros y esas brasileras podrá mejorar, porque pasará a ser un derecho.
En opinión de la vicepresidente de la ABRANDH, la aprobación de la PEC 47/2003 es un "triunfo político", porque la alimentación pasará a ser un derecho del ciudadano brasilero. "[La alimentación] no es una mercadería, es un derecho", afirma.
De acuerdo con ella, con la PEC, la población pasará a tener argumentos suficientes para exigir una alimentación adecuada. "Los órganos públicos tendrán que garantizar que el derecho se produzca", explica.
La aprobación de la PEC, sin embargo, no es garantía de que, de hecho, se implemente. "Garantías no hay, pero vamos a tener la capacidad de exigir, de monitorear", comenta. Para ella, la propuesta representará no sólo un triunfo político, sino técnico también, ya que a partir de ella, podrá construirse un argumento jurídico para luchar por la alimentación adecuada.
Así, según la vicepresidente de la ABRANDH, la batalla por la garantía de una alimentación adecuada no termina con la votación de la PEC. "La lucha no termina con la aprobación. Va a continuar para que ella se implemente efectivamente", destaca.
Traducción: Daniel Barrantes - moc.liamg@leinad.setnarrab
Karol Assunção, Periodista de Adital.