Argentina, Chaco: de monte invencible a desierto en ciernes

Idioma Español
País Argentina

Inmerso en el Chaco argentino, El Impenetrable encierra en sus montes, amenazados por la extensión de las fronteras agropecuarias, todo el misterio del bosque rodeado por el canto de los ríos Bermejo y Pilcomayo

Su nombre se identifica con la densidad de su monte, pero también dice la historia que recibió el calificativo de impenetrable por el empecinado rechazo de los aborígenes a la conquista de los españoles.

Estos grupos chaqueños indígenas no fueron sojuzgados por los conquistadores, que permanentemente buscaron un paso entre Salta, Tucumán y Asunción del Paraguay, fundando unas 20 veces el Fuerte Concepción del Bermejo, distribuido por todos lados en la región porque cada vez que lo fundaban, los indígenas se lo destruían.

Los aborígenes chaqueños, que aprendieron a manejar el caballo, introducido por los propios españoles, eran invencibles en la práctica de hacer la guerra porque conocían muy bien su territorio. Fueron vencidos únicamente por las tropas argentinas, simultáneamente con la Conquista del Desierto en el sur. A la lucha en el norte de Argentina se la conoció como la Conquista del Desierto Verde.

Con su región boscosa, El Impenetrable, extendido sobre las provincias de Chaco y Formosa, es el hábitat natural de diversas etnias aborígenes como wichis, tobas, guaraníes y pilagás, entre otros. Desde esas comunidades, junto a los criollos del lugar, se acentuó en los últimos cinco años el clamor por el desmonte a mansalva que pone en peligro a la estratégica región, que según los ecologistas y ambientalistas puede, en el corto tiempo, llegar a transformarse en un desierto si no se detiene definitivamente la tala indiscriminada de árboles y se realiza un desarrollo sustentable.

Proyecto alternativo

La Red Agroforestal del Chaco Argentino (Redaf) está constituida por 10 organizaciones no gubernamentales (ONG) que desde 1992 trabajan en la región y que, en noviembre de ese año, tomaron la decisión de unirse y hacer un trabajo conjunto, proponiendo un desarrollo alternativo al que se viene aplicando tradicionalmente en el lugar. Integran la Red cinco equipos académicos que provienen de las Universidades Nacionales de Córdoba, Buenos Aires, Salta y Santiago del Estero.

Además, hay cinco ONG que trabajan exclusivamente con los grupos indígenas de la región chaqueña, según explicaron el ingeniero Guillermo Stahringer y el biólogo Carlos Blasco, referentes de la Redaf, a los periodistas que participaron de una extensa recorrida por El Impenetrable. Para ambos, “existen formas de plantear el desarrollo en forma más inteligente y sobre eso se está trabajando”. El biólogo Blasco denunció que en la región chaqueña se ha desmontado a mansalva. Advirtió que, cuando se saca cuidadosamente el monte queda la capa fértil, pero al sacarlo con topadora se barre esa capa fértil y, a partir de esa acción, no es que los sistemas de suelo vayan disminuyendo, como ocurre en la pampa húmeda, sino que directamente colapsan y después de cuatro o cinco producciones sólo queda un piso muerto. El avance de las fronteras agropecuarias provocó en los últimos años en el Gran Chaco el desmonte de dos millones de hectáreas. Se calcula que la mitad ya está fuera del trabajo productivo. Se ubican al oeste de la provincia del Chaco, como quien va para Santiago del Estero, incluyendo la zona mas chacarera como Las Breñas.

Para la Redaf, lo interesante del proyecto que lleva adelante, radica en que numerosas familias que viven en el Chaco formoseño y chaqueño están aplicando otro sistema de desarrollo alternativo que exige una gran creatividad. Se trata de una región que tiene gran heterogeneidad, porque se encuentran allí grandes ríos, grandes lluvias, grandes secas, calores y fríos, es decir que hay todo tipo de climas y ecosistemas.

La Redaf está tratando de hacer ver la importancia de aprovechar la diversidad. Resulta absurdo que una provincia como Chaco que tiene siete ecosistemas diferentes y que es un crisol de culturas, se dedique sólo a la producción de algodón y que, cuando su cosecha tiene buen precio, la Provincia del Chaco se vaya para arriba y cuando el precio es bajo, quede fundida en ese ciclo. De ahí la importancia de terminar con el monocultivo, ya sea de algodón o soja, como está ocurriendo ahora. Para ello se propone un tipo de desarrollo alternativo. No sólo a partir de una propuesta teórica, sino de llevar la experiencia al terreno y difundir sus resultados para avanzar en la búsqueda de un desarrollo que defienda al monte.

La Voz del Interior, Argentina, 4-10-05

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