Aracruz promueve destrucción y violencia hace más de 40 años en Brasil

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Uno de los principales puntos de discusión entre los movimientos sociales y las organizaciones ambientales en el actual momento es con relación al monocultivo – plantación de una sola cultura en gran escala, como la caña de azúcar, soja y eucalipto

Esas organizaciones, frecuentemente hacen denuncias de las prácticas de empresas transnacionales que utilizan esta técnica. Son crímenes ambientales, desrespeto a las leyes laborales y violencia generada por la expulsión de pequeños agricultores e indios de sus tierras.

Estos hechos empezaron a ser más debatidos en la sociedad a partir de marzo de 2006, cuando las mujeres de La Vía Campesina – entidad que reúne movimientos rurales de todo el mundo – realizaron una acción en un laboratorio de la Aracruz en Rio Grande do Sul, para denunciar la expansión del monocultivo.

Según Marcelo Calazans, de la Federación de los Órganos de Asistencia Social y Educacional (Fase), en relación al eucalipto, la Aracruz es la principal responsable por cometer estos crímenes.

“Desde la década de 70, cuando esas empresas llegan aquí, y la Aracruz es un excelente ejemplo. Ellas tenían una relación conjunta con la dictadura militar. Empezaron a entrar principalmente en las regiones indígenas, expulsándolos. La resistencia no era posible, esa llegada fue de extrema violencia, inclusive llegaron armados como relatan los indios que presenciaron la llegada de la Aracruz a Espírito Santo.

En Espírito Santo, la Aracruz está siendo acusada en la Justicia por invadir 11 mil hectáreas de tierras de pueblos indígenas Tupinikim y Guaraní. El año pasado, el Movimiento de los Pequeños Agricultores (MPA) denunció que el plantío de eucalipto en la región estaba perjudicando el abastecimiento de agua en algunos municipios del estado, además, que el uso de agrotóxicos estaba contaminando los ríos próximos.

De San Pablo, Brasil, de la Radioagencia NP, Silvia Adoue.

RadioagênciaNP, Internet, 15-05-07

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