SERIE COP16. Marco Mundial de Biodiversidad: una oportunidad para el mundo empresarial
Uno de los ejes centrales de la COP16 de la Conferencia de las Partes del Convenio sobre Diversidad Biológica (CBD) es el Marco Mundial de Biodiversidad Kunming-Montreal. Este servirá de base para gran parte de las negociaciones que se llevarán a cabo en Cali, Colombia, entre el 21 de octubre y 1 de noviembre de 2024.
El Marco Mundial de Biodiversidad Kunming-Montreal (MMB) fue adoptado por 196 Partes del Convenio sobre la Diversidad Biológica en la COP15 en diciembre de 2022, en Canadá. Su objetivo es, supuestamente, la conservación, detener y revertir la pérdida de biodiversidad, sin embargo, en la práctica, ocurre lo contrario.
El Marco Mundial de Biodiversidad tiene cuatro objetivos que están muy relacionados con el “capitalismo verde”, incluyendo el mantenimiento y restauración de los “servicios ambientales”, la distribución equitativa de beneficios (monetarios y no monetarios) que surjan de los recursos genéticos, incluyendo las secuencias genéticas almacenadas por medios digitales, la conectividad, integralidad y sinergias entre ecosistemas.
Dicho Marco se ha planteado 23 metas globales que deben cumplirse para el año 2030 e incluye aspectos tales como la restauración de ecosistemas, el incremento del territorio bajo el esquema de áreas protegidas, la reducción de la contaminación y el cambio climático; al mismo tiempo habla de uso sustentable de la biodiversidad, una repartición equitativa de los beneficios que surjan de este uso, con el desarrollo de políticas inclusivas (por ejemplo, para pueblos indígenas, niñas y mujeres).
Lejos de proponer los cambios estructurales que se necesitan para proteger la biodiversidad, el mundo empresarial se ha propuesto incursionar en la implementación del MMB. Esto les permitirá ampliar sus negocios en un contexto de crisis ambientales y climáticas que está afectando sus ganancias; crisis que muchas veces fueron provocadas por las mismas empresas.
La mitad del PIB global depende de la naturaleza y de los llamados “servicios ecosistémicos”. Ante esto, el sector corporativo dice que se comprometerá con el Marco Global de Biodiversidad, para tratar de no perder sus tasas de acumulación que están en picada. El mismo Foro Económico Mundial en su informe “El Marco Mundial de Biodiversidad Post-2020 y su significado para las empresas” [1] reconoce las alarmantes tendencias negativas relacionadas con la pérdida de la biodiversidad y debidas el cambio climático. Vemos con algunos ejemplo como se están dando estos compromisos.
Un claro ejemplo es el de una de las mayores exportadoras de soya del mundo: la empresa brasileña Amaggi. El 6% de sus exportaciones provienen de sus haciendas y el 87% de proveedores directos y el 13% de indirectos. La compañía se ha comprometido a lograr productos agrícolas carbono neutrales en el 2050, y 100% trazables, libres de deforestación para 2025, usando como referencia el año 2020. Sin embargo, de acuerdo con un reporte de Mongabay [2], “… el brasileño Blairo Maggi hizo una fortuna con inmensas plantaciones de soya en Mato Grosso en la Amazonía”. Hoy el Grupo Amaggi domina el sector de la agroindustria de ese país, sacando provecho de “los productos agrícolas, las carreteras, los ferrocarriles y las vías fluviales industriales que los transportan”. Maggi, conocido como el Rey de la Soya, a menudo impulsó políticas agroindustriales perjudiciales para el ambiente, incluidas aquellas que resultan en una importante deforestación del Amazonas, que pusieron punto final a la demarcación de las tierras indígenas, y también a proyectos de infraestructura que ponen a la biodiversidad en peligro. Paradójicamente, dice que ha trabajado para acabar con la tala ilegal, reducir la deforestación y combatir el calentamiento global.
Sobre la reducción de la contaminación, especialmente de plásticos, el informe del Foro Económico Mundial usa el ejemplo de la Coca Cola, la empresa que prácticamente se inventó el agua embotellada y las botellas de plástico y que tiene una larga historia de contaminación por plásticos. Ahora se ha propuesto que sus botellas sean totalmente recicladas, sin tomar en cuenta la contaminación que el reciclaje de plástico implica, y su propio pasado contaminador. Hay una serie de denuncias de la sociedad civil y colectivos ambientalistas que señalan a Coca Cola como una empresa nefasta para el ambiente, por el acaparamiento del agua y por haber inundado el mundo de botellas de plástico. La organización Break Free From Plastic que realiza de manera anual una auditoría de la basura plástica en el mundo señaló por cuarto año consecutivo a Coca Cola y Pepsico como las empresas más contaminantes del 2021, por su gigantesca producción de desechos plásticos de los cuales solo una mínima parte se logra reciclar.
Las industrias extractivas y sus asociadas son también presentadas como buenos ejemplos según el documento “Marco Mundial de Biodiversidad Post-2020 y su significado para las empresas”. Este es el caso de la multinacional británica de automóviles, Jaguar Land Rover Limited que dice utilizar aluminio reciclado en algunos de sus componentes. Sin embargo, Jaguar Land Rover sigue utilizando “aluminio virgen” para la mayor parte de sus autos, mineral que proviene de las minas del Gran Carajás en la Amazonía brasilera donde ya se ha producido impactos muy graves.
La República Democrática del Congo (RDC) posee la mitad de las reservas mundiales de cobalto, uno de los principales componentes minerales de las baterías, principalmente para autos eléctricos. La extracción de este metal es la principal causa de los enfrentamientos, guerras civiles y tensiones geopolíticas que vive ese país africano. Algunas empresas que explotan el cobalto congolés, como la Ford Motor Company, Huayou Cobalt, IBM, LG Chem y RCS Global, anunciaron que van a utilizar la tecnología blockchain para rastrear y validar minerales de origen ético del mineral, y garantizar que el cobalto en sus cadenas de suministro no haya sido extraído por niños ni utilizado para financiar conflictos violentos. Esto no es más que un afán de limpiar la imagen de estas empresas cómplices de la violación permanente de derechos humanos y de la naturaleza en los lugares de extracción de cobalto y otros metales.
El sistema financiero también ha identificado que los objetivos del Marco Global de Biodiversidad proporcionan un marco para aumentar sus flujos financieros, pues cada vez es más evidente que la exposición de los bancos a riesgos financieros relacionados con la naturaleza es bastante alta [3]. Un estudio del Banco Mundial [4] dice que al menos el 50% de la actividad bancaria en los mercados emergentes depende directamente de la naturaleza. Al mismo tiempo, los bancos están creando nuevos “productos financieros” para sus clientes que generan lucro a partir de flujos de ingresos relacionados con la naturaleza. Las soluciones financieras propuestas incluyen financiación combinada de préstamos soberanos, conversión de deuda por naturaleza, financiación de impacto, emisión de bonos verdes y azules, creación de activos financieros vinculados a créditos de carbono e índices vinculados al agua y a la biodiversidad.
El informe del PNUD sobre “Banca y Naturaleza” señala que más de la mitad (55%) del Producto Interno Bruto (PIB) mundial, aproximadamente 58.000 millones de dólares, depende moderada o altamente de la naturaleza; es decir, reconoce la dependencia empresarial a la naturaleza. Esta dependencia ha existido siempre, pero las crisis de acumulación constante, y en aumento, han hecho que el capital requiera cada vez más de la explotación de la naturaleza.
En la Reunión Anual del Foro Económico Mundial de enero de 2024 el Grupo de Trabajo sobre Divulgaciones Financieras Relacionadas con la Naturaleza anunció que 320 organizaciones financieras, incluyendo bancos, aseguradoras y otros intermediarios líderes del mercado, como bolsas de valores y firmas de auditoría y contabilidad, de más de 46 países, se han comprometido a tomar acciones relacionadas con la naturaleza [5]. Es decir, a lucrar aún más a través de la financiarización de toda la naturaleza.
… en definitiva, mucho maquillaje verde y buenas oportunidades de abrirse campo en un mundo que exige “productos sustentables”. Más que una verdadera preocupación por la naturaleza y la biodiversidad lo que incentiva a las empresas es entrar de lleno en estas iniciativas empresariales enverdecidas.
Hacemos votos porque las negociaciones de la COP16 se alejen de las soluciones empresariales y mercantiles para la recuperación y conservación de la biodiversidad.
[1] World Economical Forum (2023). The Post-2020 Global Biodiversity Framework and What it Means for Business. White Paper.
[2] Gonzales J. (2017). Según los críticos, el rey de la soya Blairo Maggi ejerce poder sobre el destino del Amazonas. Mongabay. https://es.mongabay.com/2017/10/segun-los-criticos-rey-la-soya-blairo-maggi-ejerce-poder-destino-del-amazonas/
[3] United Nations Environment Programme Finance Initiative (2023). Banking On Nature: What The Kunming-Montreal Global Biodiversity Framework Means for Responsible Banks. Geneva.
[4] Diaz, C. et al. (2023). Biodiversity and Finance: A Preliminary Assessment of Physical Risks for the Banking Sector in Emerging Markets.
[5] https://tnfd.global/320-companies-and-financial-institutions-to-start-tnfd-nature-related-corporate-reporting/
Fuente: Acción Ecológica