Semillas de dominación
¿No quiere OMGs en su comida? Ya puede ser demasiado tarde
Los americanos han estado comiendo a diario, durante varios años, alimentos manipulados genéticamente, aunque muchos permanecen ignorantes de este hecho básico. Por consiguiente, la cuestión de si nuestra comida debe ser manipulada con genes de especies extrañas ya puede ser discutida públicamente.
Walter Fehr es agrónomo y director de la Oficina de Biotecnología de la Universidad Estatal de Iowa. Él dice que las variedades de cultivos básicos manipulados genéticamente como el maíz y la soja han contaminado reservas de semillas hasta llegar a las "semillas de fitomejorador", la versión más pura de una variedad de cultivo. Si las semillas de fitomejorador contienen material de organismos modificados genéticamente (OMGs), todas las semillas y plantas que descienden de ese lote contendrán también OMGs. De acuerdo con Fehr, la contaminación transgénica de semillas de fitomejorador y de otros reservas "sucede rutinariamente".
Eso conmociona a Theresa Podoll, directora ejecutiva de la Asociación de Agricultura Sustentable de las Llanuras Norteñas ((NPSAS, por su sigla en inglés), una organización que representa a 350 agricultores orgánicos a lo largo del Medio Oeste Superior y Canadá. Podoll está familiarizada íntimamente con los problemas que los OMGs están causando a los agricultores orgánicos, pero está anonadada al oír que alguien dentro de la clase dirigente de la biotecnología admita que la contaminación transgénica llegó finalmente hasta las semillas de fitomejorador.
Podoll apunta que las universidades de agricultura de la nación, las así llamadas instituciones que reciben fondos públicos, están encargadas de salvaguardar las reservas de semillas públicas. "Si la investigación con cultivos transgénicos en los centros que reciben fondos públicos genera contaminación de las reservas de semillas, una primera conclusión, ¿Por qué están haciendo investigación transgénica?" pregunta. "Jugarse todos nuestros recursos genéticos de cultivos para hacer investigación sobre una tecnología cuestionable que está en su infancia es excesivo"
Los cultivos modificados genéticamente fueron plantados por primera vez en escala comercial hace solo siete años. El noventa y nueve por ciento de estos cultivos en el mundo, estimado en 145 millones de acres, están plantados en cuatro países: Argentina, Canadá, China y los Estados Unidos. Cuatro cultivos constituyen la mayoría de estas plantaciones -canola, maíz, algodón y soja- estos están modificados para tolerar herbicidas o producir pesticidas
Desde el comienzo, la Administración de Alimentos y Drogas de los Estados Unidos (FDA por su sigla en inglés) consideró a los alimentos biotecnológicos "sustancialmente equivalentes" - es decir, no diferentes del alimento producido por métodos de reproducción convencional, que puede ocurrir únicamente entre miembros de la misma especie o cercanamente emparentadas. Esta clasificación no requiere de experimentación de seguridad alimentaria a largo plazo. Tales pruebas nunca se hicieron con cultivos OMG.
Sin embargo, con el propósito de traspasar las barreras naturales entre especies y crear genes extraños y hacerlos funcionar en sus hospedantes, los bioingenieros usan genes de virus y bacterias, así como también genes resistentes a antibióticos necesarios para tratar enfermedades humanas. Las implicaciones de la manipulación genética para la salud pública se desconocen. La tecnología también plantea preocupaciones acerca de la creación de sustancias tóxicas y alergenos que nunca han formado parte de la dieta humana. Por estas razones, la Asociación Médica Británica y otros científicos han convocado a una moratoria mundial sobre los cultivos OMGs hasta que las cuestiones sobre seguridad estén satisfechas.
Las conclusiones de Fehr no están basadas en una investigación comprensiva documentando la magnitud de la contaminación transgénica en los lotes de semillas públicas pertenecientes al Estado de Iowa u otra institución pública agrícola, aunque tal empeño está ahora en marcha en su universidad. Sin embargo, el problema de la contaminación con OMG se tornó "obvio", dice, cuando Europa planteó preocupaciones acerca de la recepción de soja y maíz manipulado genéticamente después de la primera cosecha de cultivos transgénicos en 1996. "A partir de ahí, el tema completo de la contaminación ha estado en primer lugar en nuestro pensamiento"
Fehr no es el único que reconoce la contaminación transgénica de las reservas de semillas. El Grupo de trabajo sobre la Calidad de los Granos en la Universidad de Purdue también observa que "en cualquier momento que se introduce material genético dentro de mezclas de cultivos agrícolas, es inevitable el rastro de contaminación en cultivos no elegidos"
Esto se debe a que el viento y los insectos llevan polen manipulado genéticamente por todas partes. De acuerdo con Kendall Lamkey, un fitomejorador de maíz del Estado de Iowa, los atributos de los cultivos OMG son dominantes porque no hay nada en el genoma de las plantas receptoras no transgénicas para oponerse a los genes extraños introducidos.
La contaminación también ocurre cuando las semillas de OMG caen en campos no transgénicos desde equipamiento agrícola usado previamente en cultivos modificados genéticamente. No es reglamentario para los investigadores el uso de equipamiento separado para las variedades OMG que están ya comercializadas; y a causa del costo y los problemas de guardarlo separado de todo lo demás, ellos no lo usan, dice Fehr. " Si usted está cultivando tanto OMG como No OMG y los desplaza dentro del mismo equipamiento e instalaciones de limpieza", dice, "usted puede estar seguro que allí habrá contaminación".
Por años, Podell y su organización han estado planteando preocupaciones acerca de la contaminación desde las parcelas de investigación transgénica en la Universidad Estatal de Dakota del Norte, su institución local que recibe fondos públicos. En el 2001, la NPSAS se enteró que una parcela de investigación de trigo manipulado para resistir al Roundup, el herbicida más vendido de Monsanto, había sido plantada en el estado de Dakota del Norte próxima a los lotes de semilla fundación* para trigo Coteau, que es popular entre los agricultores orgánicos.
Los lotes de semilla fundación, que son cultivados directamente a partir de las semillas de fitomejoradores, forman las bases genéticas para cualquier variedad de cultivo dada. Ellas son "la semilla para la semilla" que los agricultores compran y plantan. El trigo modificado genéticamente - como el "Roundup Ready" de Monsanto - no está aprobado para el consumo humano, a pesar de eso el Estado de Dakota del Norte le dijo a la NPSAS vía correo electrónico que "allí no existe ninguna garantía que el ADN de OMG no se ha introducido" dentro de alguna variedad de trigo cultivada en sus estaciones de investigación.
El pasado marzo, la NPSAS entregó una petición con más de 1600 firmas de agricultores y consumidores a funcionarios del estado de Dakota del Norte, exigiendo que los cultivos transgénicos no sean plantados o manipulados donde las semillas convencionales fueron mejoradas, cultivadas, limpiadas o almacenadas. La petición también fue a otras tres instituciones que reciben fondos públicos: la Universidad Estatal de Dakota del Sur, la Universidad de Minnesota y la Universidad Estatal de Montana.
En mayo, Frek Cholick, decano del Colegio de Agricultura y Ciencias Biológicas del estado de Dakota del Sur, reconoció el problema y dijo a NPSAS que los protocolos estaban para prevenir la contaminación transgénica. Los protocolos incluyen experimentación para comprobar que las reservas de semillas y variedades convencionales están libres de OMG. Sin embargo, Cholick también dijo que más del 80% de las variedades de soja de su universidad eran ya transgénicas. Él finalizó su carta con esta contradicción: "Como biólogo, también me doy cuenta que los sistemas genéticos no son perfectos".
Los funcionarios del estado de Minnesota y Montana dicen que entienden la necesidad de guardar variedades puras de semillas y están siguiendo procedimientos para hacerlo. Pero no detallaron qué pasos estaban tomando, tampoco estuvieron de acuerdo con la exigencia de la NPSAS para detener el trabajo sobre cultivos manipulados genéticamente en centros que también contienen lotes de semillas fundación.
El estado de Dakota del Norte, no obstante, llegó a un acuerdo el año pasado para utilizar equipos separados, designados para cosechar parcelas de investigación transgénica. Mientras esto es un paso positivo, solo se refiere a variedades de cultivos aún no aprobadas para la liberación comercial. Dale Williams, quién está a cargo de los lotes de semillas en la universidad, defiende los protocolos y dice que incluso si los lotes de semillas fundación están contaminados por OMGs, "no es mucho problema".
Actualmente los lotes de semillas fundación de la universidad se ponen a prueba en forma rutinaria para detectar presencia de OMGs, y hasta el momento ninguna de las muestras resultó contaminada. Pero confiar en las pruebas de muestras de semillas no es demasiado seguro. John Lukach, director de investigación en la universidad, apunta que para estar absolutamente seguros que los OMGs no están presentes, cada semilla individual necesitaría ser probada. Además, algunos métodos de pruebas usados comúnmente pueden detectar contaminación con OMGs a niveles del 10% aproximadamente.
Si se detecta transgénesis, dice Williams, el estado de Dakota del Norte produciría nuevos lotes fundación a partir de semillas de fitomejorador (asumiendo que estas no están ya contaminadas) o tomar, dice, 100 muestras de semillas seleccionadas al azar de las parcelas fundación, probarlas, y, si ellas están libres de OMGs, usar esas semillas para producir otro cultivo fundación. Kendall Lamkey, el fitomejorador de maíz de Iowa, dice cualquiera de esas estrategias podría funcionar, pero duda que cualquiera se emplearía para la contaminación con OMGs que ya están aprobados - como la soja Roundup Ready.
En realidad, el otoño pasado en el Estado de Dakota del Norte, dos lotes de semillas fundación para soja Natto, una variedad no modificada genéticamente, se encontraron contaminados con genes de Roundup Ready . Williams dice la contaminación ocurrió en el invierno del 2000 cuando las semillas fueron enviadas a Chile. (En el invierno, las semillas de fitomjejorador y los lotes de semillas fundación son enviadas tradicionalmente a viveros en ambientes climatizados). La contaminación no fue descubierta hasta después que las semillas fueron traídas de vuelta y cultivadas a campo abierto en una granja se semillas de Dakota del Norte - y entonces no hasta después que algunas de las semillas habían sido distribuidas a los productores de semillas registradas y certificadas, quienes las venden a agricultores orgánicos y otros.
Theresa Podoll dice que la universidad había prometido que cualquier lote de semilla fundación que se encontrara contaminado con OMGs sería destruída. Pero en noviembre, Williams dijo al Grand Forks Herald de Dakota del Norte que puesto que la soja Roundup Ready "no estaba regulada" - es decir, ellas están aprobadas para consumo humano- "pequeñas cantidades de esto, o tolerancia de cantidades, están permitidas en la mayoría de los mercados".
Pero los OMGs no están permitidos en alimentos orgánicos. La extendida contaminación transgénica de cultivos orgánicos amenaza la existencia misma de productores de granos orgánicos a lo largo del Medio oeste, una situación que dice mucho acerca del prejuicio profundo contra los sistemas agrícolas no industriales asentado en la corriente principal de la agricultura. En La Última Cosecha, Paul Raeburn escribe que por décadas, la agricultura orgánica fue "descartada como trabajo de fanáticos", y esos científicos del USDA (Departamento de Agricultura de los Estados Unidos) - muchos de quienes están apostados en universidades que reciben fondos públicos - históricamente miraron por encima a los sistemas de producción orgánica como "jardinería" e "irrelevantes para la agricultura moderna".
Por contraposición, la agricultura industrial ha disfrutado enormes beneficios. Esto incluyó las cercanas relaciones de trabajo entre las universidades que reciben fondos públicos y las corporaciones del negocio agrícola como Monsanto, subsidios públicos masivos para artículos de cultivo, y legislación ambiental y de salud pública débil que permite la extendida polución del aire, agua, suelo y comida con productos químicos y fertilizantes usados en la agricultura industrial.
A pesar del desigual campo de juego, el éxito de la agricultura orgánica ha hecho que sea imposible ignorarla. Con un crecimiento constante en las ventas minoristas de 20 por ciento al año desde 1990, el sector orgánico es el de más rápido crecimiento en la industria alimentaria. Cuando se da opción, un número creciente de personas muestran con su compra que ellos quieren su comida producida de un modo ambientalmente amigable. La industria alimentaria ha prestado atención, y en la actualidad grandes conglomerados son propietarios de las principales compañías de alimentos orgánicos.
Aún así, la contaminación con OMG está alcanzando una situación crítica en una parte de la comunidad de agricultores orgánicos. "Los productores orgánicos ya no pueden producir más maíz orgánico", dice la presidente de NPSAS Janet Jacobson, una agricultora orgánica de la esquina noreste de Dakota del Norte. "Yo no conozco ningún agricultor orgánico que pueda cultivar canola, porque hay tanta canola modificada genéticamente alrededor. Existen también agricultores orgánicos que han tenido soja descalificada porque estaba contaminada con OMGs". En el presente la contaminación transgénica está tan incontrolada que la FDA prohibió a los fabricantes de comida orgánica etiquetar sus productos como "Libres de OMGs".
En Canadá, un grupo llamado el Consejo de Dirección Orgánico de Saskatchewan (SOD, por su sigla en inglés) el pasado año presentó una causa judicial a nombre de todos los productores orgánicos certificados en la provincia, procurando millones de dólares por daños de Monsanto y Aventis, otra corporación biotecnológica (la que fue comprada recientemente por Bayer), por las pérdidas del mercado de la canola orgánica debido a la contaminación con OMG. La canola es polinizada por insectos, y el SOD afirma que las compañías sabían, o deberían haberlo sabido, cuando ellos introdujeron canola manipulada que podría diseminarse y contaminar el ambiente y los campos de los agricultores vecinos. El SOD está también procurando un mandato contra la introducción de trigo transgénico.
A diferencia de la agricultura convencional, que depende de pesticidas químicos y fertilizantes sintéticos para poder producir uno o dos cultivos año tras año, la agricultura orgánica puede trabajar solamente con el cultivo de una diversidad de productos en rotación alrededor de la granja. La rotación de cultivos hace posible el control de plagas y malezas y el manejo de enfermedades, mientras construye también la fertilidad del suelo. Ell presidente del SOD Arnold Taylor dice: con el maíz, la soja y la canola ya perdidos de la rotación de cultivos orgánicos en las llanuras norteñas, la pérdida del trigo va a ser catastrófica. La introducción de trigo modificado genéticamente probablemente significaría el fin de la agricultura orgánica en las praderas norteñas.
Los agricultores orgánicos no son los únicos quienes han sufrido por la introducción de cultivos biotecnológicos. Los consumidores del extranjero, particularmente en Europa, han rechazado enfáticamente los OMGs. Dan Mac Guire, un analista político de la Asociación Americana de Productores de Maíz, dice: el análisis económico de datos del USDA revela que la introducción de maíz biotecnológico es directamente responsable de la caída del precio del maíz en un 30 % por bushel aproximadamente. Con los retornos a los agricultores en su más bajo nivel en décadas, y muy por debajo del costo de producción, dice, los agricultores no tienen suficiente dinero para esta rebaja supletoria.
Los agricultores convencionales y las personas que distribuyen artículos de maíz ya incurrieron en enormes pérdidas a causa del maíz Star Link, una variedad biotecnológica no aprobada para consumo humano, encontrada dentro de más de 300 productos alimenticios - incluyendo Taco Bell taco shells - en el año 2000 y 2001. El incidente del Star Link impulsó retiros/revocaciones caras y un tembladeral legal masivo que tomará años resolver. La contaminación con Star Link es todavía un tópico; en Diciembre, funcionarios japoneses lo detectaron en un embarque de Estados Unidos.
El rechazo de los OMGs en mercados extranjeros y la debacle por la contaminación ha convertido al trigo transgénico en tema de encolerizados debates y luchas políticas internas en Dakota del Norte.
El trigo es la industria número 1 en Dakota del Norte, genera indirectamente cerca de 4 mil millones de dólares por año. La mitad del cultivo es exportado, y 8 compradores de entre sus 11 principales mercados de exportación han dicho que no quieren trigo transgénico. Muchos han advertido que irán a otro sitio si el trigo OMGs es plantado a causa de la probabilidad de contaminación transgénica. Como resultado la mayoría de las organizaciones de agricultura de Dakota del Norte han convocado a una moratoria para la liberación comercial del trigo Roundup Ready hasta que haya certeza que los mercados de exportación no se evaporarán. Hasta ahora, los poderosos Republicanos en el Senado del estado han bloqueado tal medida.
Algunos seguidores han indicado que la industria biotecnológica puede estar contaminando deliberadamente los suministros alimentarios con OMGs a fin de que las alternativas a los alimentos manipulados no existen más. En enero de 2001, el asesor de industrias alimenticias Don Westfall dijo al Toronto Star: "La esperanza de la industria es que con el tiempo el mercado esté inundado de tal manera que usted no pueda hacer nada al respecto. Usted apenas pueda rendirse."
El pasado abril, Dale Adolphe, director ejecutivo de la Asociación Canadiense de Productores de Semillas, dijo a los productores canadienses de canola en su encuentro anual que a pesar de la creciente oposición pública y las nuevas regulaciones, el incremento de la superficie de cultivos manipulados puede eventualmente finalizar el debate. Adolphe dijo al The Western Producer, un diario agrícola canadiense, "Es terrorífico decir que la opción victoriosa es no dar al consumidor la posibilidad de elección, pero así podría ser."
Quizás la industria biotecnológica ya ha ganado.
Nota
* Semillas Fundación: las que luego dan origen a las semillas certificadas (N.Tr)
En These Times ©2003
Traducción: Ingrid Kossmann