Oxfam denuncia que los biocombustibles avocan a 30 millones de pobres a la hambruna
Las políticas actuales de biocombustibles de los países ricos no son una solución al cambio climático ni tampoco a la crisis del petróleo y, por el contrario, contribuyen a la crisis de los alimentos. En los países pobres, los biocombustibles pueden ofrecer algunas oportunidades reales de desarrollo, pero los costes económicos, sociales y ambientales pueden ser altos, por lo que los líderes políticos deben actuar con precaución.
En los países ricos, las políticas de biocombustibles se presentan como una respuesta a dos crisis: la crisis del cambio climático y la crisis del petróleo. Sin embargo, la evidencia demuestra que no son la solución a ninguna de ellas y que, por el contrario, contribuyen a una tercera: la actual crisis de los alimentos.
Escudándose en los biocombustibles, los gobiernos de los países ricos pueden evitar tomar decisiones difíciles pero urgentes sobre cómo reducir el consumo de petróleo, a la vez que cuentan con nuevas excusas para continuar con el costoso apoyo a la agricultura a expensas de los contribuyentes.
Intermón Oxfam: www.intermonoxfam.org
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