Fiebre aviar: Nunca, nunca mires río arriba
¿Quién fue realmente el que instaló todos esos pollos dentro de un solo galpón, todas esas vacas en un feedlot, todos esos peces en un piletón de acuacultura? El único lugar en el que no buscaríamos la causa de los problemas sanitarios de seres humanos y de animales es: ¡la fábrica! Sospechamos, al igual que los granjeros de Fraser Valley, que el origen y la causa de las pandemias animales (¿y humanas?) probablemente se encuentre en la existencia y continua expansión e intensificación de los sistemas de producción y faenado de aves y ganado
¿Quién fue realmente el que instaló todos esos pollos dentro de un solo galpón, todas esas vacas en un feedlot, todos esos peces en un piletón de acuacultura? El único lugar en el que no buscaríamos la causa de los problemas sanitarios de seres humanos y de animales es: ¡la fábrica!
Tanto la GFIA, como el Ministerio de Agricultura y el departamento de Salud de Canadá nos repiten hasta el hartazgo que tenemos el sistema alimentario más seguro del mundo y que el sistema de sanidad de Canadá está controlado “científicamente” – sin embargo los hechos parecen escapar a estas consideraciones. Por ejemplo, en la reciente epidemia de Fiebre Aviar en Fraser Valley en BC, el CFIA insistió en sacrificar más de 18.000 aves de corral de varias especies a pesar de que, con una única excepción, la enfermedad estaba confinada a establecimientos avícolas industrializados. Esa única excepción, según el testimonio dado por un grupo de expertos locales al comité de agricultura del Parlamento, resultó ser un grupo de aves de corral cuyo análisis resultó positivo tres días después de que evacuaran los animales de un establecimiento avícola comercial ubicado a solo 400 metros de distancia. El comité también fue informado de que las acciones llevadas a cabo por la CFIA no tuvieron una finalidad científica, sino una meramente política: reiniciar las principales operaciones de comercio internacional de productos avícolas lo más rápidamente posible.
Sospechamos, al igual que los granjeros de Fraser Valley, que el origen y la causa de las pandemias animales (¿y humanas?) probablemente se encuentre en la existencia y continua expansión e intensificación de los sistemas de producción y faenado de aves y ganado. Sería sumamente positivo que las políticas gubernamentales se basaran realmente en hechos científicos en lugar de la concupiscencia que observamos por parte del gobierno Canadiense hacia las corporaciones transnacionales, verdaderas responsables de todos estos problemas.
“Tenemos la comida más saludable del mundo”… Pero, por favor, cocine bien su carne y lave cuidadosamente sus derivados con detergente y, ¡olvídese de los bifes a la tártara! Tampoco deje que los niños pasen la lengua por el recipiente con restos de masa para tortas, probablemente contenga restos de huevo crudo y, por lo tanto, salmonella.. Los inspectores no hacen ninguna referencia a la inevitable salmonella en los huevos producidos en establecimientos avícolas industrializados. Más bien parece que esta autoproclamada “alimentación científicamente segura” está determinada a destruir nuestro aparato inmunológico, “protegiéndonos” de las bacterias que forman parte de nuestro entorno y que nutren nuestros sistemas de autodefensa.
Aparentemente nuestro desarrollo sería similar al de los monocultivos de maíz híbrido que carecen de sistema inmunológico por lo que dependen totalmente de los “agentes de protección de cultivos” (o agrotóxicos) para que los proteja de su medio ambiente, y de los fertilizantes sintéticos para nutrirse, ya que los terrenos donde crecen se han vuelto estériles en aras de la productividad. Las compañías transnacionales de “alimentación” nos darán comida estéril, como lo hacen con el maíz híbrido,…….y con la soja,…. y con la colza.
¿Podríamos afirmar que la BSE (vaca loca) es el resultado natural de un sistema antinatural y que permanecerá con nosotros hasta que cambiemos dicho sistema?
Y hay más….
Deborah Mackensie, en un artículo para el New Scientist comenta:
“Durante años hemos obligado a innumerables pollos a vivir una existencia corta y miserable, hacinados en enormes establecimientos avícolas en nombre de la producción intensiva. En el 2004 ellos comenzaron a vengarse.
En algún lugar del este de Asia estas aves han estado incubando una fiebre viral que, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, podría eventualmente matar a millones de personas. A partir de la meteórica expansión de la producción avícola intensiva , la llamada H5N1 ha venido atacando regularmente a las aves de corral chinas por años sin ser reportada. Este año, el virus se extendió fuera de las fronteras de China hasta Indonesia, forzando a las autoridades chinas a admitir su existencia. Llevará años erradicarla. Y la expansión del virus es tan grande que existe la posibilidad de que, en algún momento comience a afectar a los seres humanos. “ La OMS declaró que el H5N1 podría potencialmente causar una pandemia humana que mataría a 100 millones de personas, pero esto es solo una idea somera……Para ocasionar una pandemia, el H5N1 debería poder transmitirse de persona a persona y no sabemos si esto le otorgaría mayor o menor grado de mortalidad. Hasta ahora, lo que sabemos es que ha matado no al 5%, sino al 70% de sus víctimas.
“Esta es la razón por la cual los expertos están trabajando sin descanso en la creación de una vacuna y los gobiernos están comenzando a abastecerse de drogas antivirósicas. Pero no se puede comenzar a producir una vacuna sin saber exactamente cómo será el virus pandémico. Y no existen drogas antivirus suficientes para todos. Así que lo único que podemos hacer es tener fe y esperar.” NS 25/12/04
Posiblemente un replanteo del sistema que fomenta la aparición de tales enfermedades sería mucho más efectivo que “tener fe y esperar”.
Traducción Irma Rivas
THE RAM’S HORN #227 – Enero – Febrero 2005 - TOC