Ellas alimentan al mundo
"El presente estudio profundiza y amplía el alcance del informe Luchas de alto riesgo: las mujeres en primera línea defienden las tierras y territorios de
We Effect (2020), cuyo foco de estudio se concentró en Colombia, Guatemala y Honduras y documentaba de qué manera las organizaciones campesinas, indígenas y de mujeres que trabajan en el desarrollo rural en esos países experimentan los riesgos que conlleva su trabajo y activismo relacionados con las tierras, los territorios y los derechos humanos".
INTRODUCCIÓN
La lucha por el acceso a la tierra en América Latina y el Caribe es histórica. Se trata de uno de los principales conflictos socioambientales, económicos y políticos que se dirimen en los territorios de esta región, la más desigual del mundo en distribución de la tierra y en muchas otras dimensiones. Más de la mitad de la tierra productiva en la región está concentrada en el 1% de las explotaciones de mayor tamaño, según datos de OXFAM (2016). Esto significa que el 1% de los grandes productores utiliza más tierra que el 99% restante. El caso más extremo es el de Colombia, donde más del 67% de la tierra productiva está concentrada en el 0,4% de las explotaciones.
A pesar de esta enorme concentración de la tierra en pocas manos, los pueblos originarios, indígenas y campesinos representan el 90% de las y los agricultores en el mundo y producen alimentos con menos de un cuarto de la tierra agrícola, de acuerdo a un informe de GRAIN (2014). Además, señalan que, en América Latina, las y los pequeños productores poseen solo el 17% de la tierra y aportan el 50% de toda la producción agrícola.
Esta desigualdad en la distribución de la tierra impacta aún más sobre las mujeres rurales, campesinas, indígenas, de pueblos originarios y afrodescendientes en la región, que suelen ser marginadas en los procesos de acceso y titularidad de la tierra, así como también en las políticas públicas, los programas de créditos o en la discusión de leyes que lo promuevan.
Un informe realizado por ONU Mujeres (2018) reveló que solo el 13% de las personas propietarias de tierras agrícolas a nivel mundial son mujeres. En América Latina, la cifra asciende al 18%, según la Organización de las Naciones Unidas para laAlimentación y la Agricultura (FAO).
La falta de acceso y/o control sobre la tierra también repercute directamente sobre la autonomía económica y el ejercicio de otros derechos económicos y sociales de las mujeres rurales, campesinas, indígenas, de pueblos originarios y afrodescendientes, cuya labor en la producción de alimentos suele ser invisibilizada al ser considerada como parte de los trabajos de cuidado y reproductivo no remunerado. Además de este rol en los trabajos domésticos y rurales, las mujeres suelen estar también al frente en la defensa de los territorios y el medio ambiente, brindando respuestas colectivas ante el acaparamiento, concentración y extranjerización de tierras en la región.
Frente a este panorama, nos preguntamos cómo producen y quiénes son las mujeres que alimentan al mundo. ¿Cómo acceden a la tierra que trabajan? ¿Qué tipo de acceso tienen? ¿Qué tipo de producción realizan? ¿Dónde, cómo y para quiénes producen alimentos? ¿Cómo se organizan para garantizar el derecho a la tierra y a la alimentación para ellas y sus comunidades? Además, nos preguntamos cómo viven y enfrentan las amenazas, hostigamientos y otras violencias que sufren aquellas que defienden la tierra y los territorios en la región.
Por eso, desde We Effect — la organización cooperativa de desarrollo más grande del mundo que trabaja en el apoyo y capacitación de personas dedicadas a la agricultura de pequeña escala en el ámbito campesino e indígena— y LatFem —medio de comunicación nativo digital basado en la Argentina, que ejerce el periodismo desde una perspectiva feminista e interseccional— desarrollamos esta investigación con el objetivo de conocer en profundidad las realidades de las pequeñas productoras rurales, campesinas, indígenas, de pueblos originarios y afrodescendientes en cinco países de la región: Bolivia, Colombia, Guatemala, El Salvador y Honduras.
El presente estudio profundiza y amplía el alcance del informe Luchas de alto riesgo: las mujeres en primera línea defienden las tierras y territorios de We Effect (2020), cuyo foco de estudio se concentró en Colombia, Guatemala y Honduras y documentaba de qué manera las organizaciones campesinas, indígenas y de mujeres que trabajan en el desarrollo rural en esos países experimentan los riesgos que conlleva su trabajo y activismo relacionados con las tierras, los territorios y los derechos humanos.
El informe que presentamos a continuación se estructura en cinco capítulos donde se detallarán los resultados de cada uno de los ejes analizados: acceso a la tierra, derecho a la alimentación, violencias e impactos de la pandemia COVID-19 y uno final con conclusiones y recomendaciones para abordar estas temáticas en clave feminista. Además, se incluye un glosario con algunos conceptos claves para la lectura, un apartado con la metodología de la investigación y una ficha técnica dedicada a cada país en el que se desarrolló la investigación.
- Para descargar el informe completo (PDF), haga clic en el siguiente enlace:
Fuente: LATFEM