El robo de la diversidad biológica, patente sobre el maíz de la empresa DuPont
En agosto de 2000 la empresa DuPont obtuvo de la Oficina Europea de Patentes la patente EP 744 888, que comprende todas las plantas de maíz que superan una determinada proporción de aceite y ácido oleico. No se trata de una manipulación genética, sino del contenido natural. También se reclama toda la cadena de productos, piensos y alimentos, así como su aprovechamiento. Esto incluye p.ej. alimentos como el aceite de mesa, piensos para animales y usos industriales
Extenso monopolio
En este sentido, la protección de la patente no está ligada a un modo de producción determinado. Lo decisivo es exclusivamente el mayor contenido en aceite, totalmente independiente del modo de producción del maíz. De este modo, la empresa delimita para sí un área muy amplia que le asegura derechos legales también sobre plantas de maíz y posibilidades de aprovechamiento posiblemente ni siquiera descubiertas aún.
Si la patente se mantuviera en esta forma, ello se podría equiparar con un monopolio para DuPont. Los agricultores de todo el mundo podrían experimentarlo en forma de restricciones comerciales, royalties y perdiendo derechos de comercialización. Se impediría el progreso en la fitogenética. También podrían surgir amplias dependencias para los productores de alimentos.
Conocido desde hace mucho tiempo
Nuestras investigaciones han dado como resultado que ya existen variedades naturales de maíz con una elevada proporción de aceite y ácido oleico y que también se pueden producir con métodos de cultivo convencionales. Este tipo de maíz ha sido ya cultivado por institutos de investigación. En Centroamérica y Sudamérica, donde el maíz tiene una importancia esencial como planta útil para la economía y la nutrición de la población y donde existe una gran diversidad de variedades muy diferentes de maíz, hay claros indicios de que este tipo de maíz ya se cultiva y se aprovecha desde hace mucho tiempo.
De este modo se hace evidente que la invención de la empresa DuPont no es nueva y hay buenas perspectivas de derribar la patente con un recurso. Por ello, Greenpeace y Misereor interponen conjuntamente un recurso ante la Oficina Europea de Patentes. Para que, por principio, no pueda concederse este tipo de patentes Greenpeace y Misereor exigen una prohibición legal para patentar seres vivos y sus genes.
Piratería biológica
Misereor y Greenpeace pueden probar que aquí se trata de un caso de piratería biológica. La piratería biológica significa que se patentan y aprovechan los recursos genéticos o biológicos sin el consentimiento del país de origen o de las comunidades locales y pueblos indígenas que hasta entonces cultivaban y aprovechaban los recursos. Este es el caso con la patente del maíz, ya que abarca a todas las plantas de maíz existentes con las correspondientes proporciones de aceite.
Una de las más importantes regiones de procedencia del maíz es México. Allí está acreditado su aprovechamiento desde 5000 años antes de Cristo. Fue un importante fundamento alimenticio para los Incas, Mayas y Aztecas y hoy sigue siendo una de las plantas útiles más importantes de la Tierra. Según una mitología maya de la Creación, los dioses incluso crearon al ser humano a partir de maíz amarillo y blanco. Colón trajo el maíz a Europa, desde donde se extendió por el resto del mundo.
Según la estimación del CYMMIT, la mayor base de datos del mundo sobre el maíz, con sede en México, esta patente puede obstaculizar enormemente el desarrollo ulterior de las variedades de maíz latinoamericanas. Entre otros, resultaría afectado un proyecto internacional de investigación en el que se deben aprovechar de forma selectiva para el cultivo las variedades de los países de origen, con el fin de mejorar el contenido en aceite de las variedades de maíz. Para ello se han reunido algunos miles de variedades y se ha probado su idoneidad. Las nuevas variedades de maíz deben combinar un más alto contenido en aceite con una mayor calidad del mismo, de ello se derivarían, entre otras cosas, ventajas para los consumidores en materia de salud.
Con esta patente, también solicitada en EE UU y México, DuPont intenta monopolizar los resultados del proyecto internacional del maíz y apropiarse de una parte significativa de la diversidad biológica. Mientras las empresas pueden ganar miles de millones, esta evolución conduce al mismo tiempo a nuevas dependencias, a una reducción de la diversidad biológica y a una mayor pobreza en los países afectados del Sur.
DuPont: un líder en el robo genético internacional
La patente es parte de una estrategia general de DuPont. La empresa agroquímica compró en 1999 el mayor proveedor de simiente del mundo, la empresa Pioneer HiBred, por un total de 8.400 millones de dólares americanos. Ambas firmas analizan sistemáticamente el genoma de las plantas útiles. Las correspondientes solicitudes de patente abarcan algunos cientos de secuencias genéticas interesantes económicamente. Por medio de estas patentes se pretende controlar la simiente, el cultivo agrícola y el aprovechamiento de las cosechas.
Evolución errónea del derecho de patentes
La patente de la empresa Dupont es un caso típico de la práctica cada vez más desbordante por parte de la Oficina Europea de Patentes de mostrar el mayor desprecio por los límites legales al patentar seres vivos. En el caso que nos ocupa se han infringido de forma selectiva las reglas de la ley de patentes.
Se reclama también el normal cruce y selección de plantas de maíz para conseguir un contenido más alto en aceite: cultivo, polinización y explotación de las cosechas en el marco del cultivo convencional están patentados. Además, la patente también contiene "variedades de plantas" (es decir, simiente explotable comercialmente), que según la ley de patentes no se pueden patentar. La OEP alega en su decisión la Directiva UE de "Protección Jurídica de las invenciones biotecnológicas" aún no llevada a efecto en su totalidad.
¡No llevar a efecto la directiva de patentes!
Se prevé que en junio el Bundestag debata acerca de la Directiva UE de "Protección Jurídica de las invenciones biotecnológicas". Esta controvertida directiva posibilita, entre otras cosas, patentar plantas, animales y genes y, por lo tanto, es inaceptable en esta forma por motivos tanto de política de desarrollo como éticos. El gobierno federal ya ha aprobado la directiva y quiere trasladarla al derecho alemán. Misereor y Greenpeace piden al gobierno federal y al Bundestag que no adopten esta directiva en su forma actual en el derecho alemán, sino que aboguen por nuevas negociaciones en Bruselas. Lo mismo piden también al Bundesrat y a la Comisión Parlamentaria de Ética delBundestag.
Greenpeace y Misereor
Piden:
- Ninguna patente sobre plantas, animales y otros seres vivos
- Ninguna patente sobre los genes de plantas, animales, microorganismos y seres humanos
Contactos:
Bernd Nilles, MISEREOR,
Mozartstr. 9, 52064 Aachen,
Tel: 0241-442-515, nilles@misereor.de
Christoph Then, Greenpeace
Große Elbstraße 39, 22767 Hamburg
Tel. 040-30618-395,
Christoph.Then@greenpeace.de
Hamburgo/Aquisgrán, mayo de 2001
Participe de esta Campaña!:
No a la biopiratería!, Por la revocatoria de la patente sobre el maíz
Información remitida por Ingrid Kosmann, ingrid@marcosweb.com.ar