De Spoleto a Roma: ¿algún avance en seguridad alimentaria?

Compromiso Internacional sobre Recursos Fitogenéticos para la Alimentación y la Agricultura (CI). Comentarios sobre los resultados de la 6ª reunión del Grupo de Contacto del CI en Spoleto, Italia, del 23 al 28 de abril de 2001

El Grupo de Contacto hizo avances y le dio cierto impulso al acuerdo. Los integrantes acordaron enviar el resultado de su labor a la Comisión de la FAO sobre Recursos Genéticos para la Alimentación y la Agricultura para su adopción como un Compromiso Internacional revisado. Esta reunión tendrá lugar en junio en la sede de la FAO en Roma. No obstante, si bien se ha logrado una cuota importante de consenso –especialmente entre Europa y la mayoría de los países en desarrollo-, todavía hay una serie de temas pendientes... y algunos países poderosos que están prontos a bombardear el acuerdo.

Introducción
En la base de la renegociación del Compromiso Internacional (CI) subyace el propósito de establecer un sistema multilateral para el intercambio –y la participación de beneficios- de los recursos genéticos agrícolas mundiales. Como tal, este es el primer intento por realizar una interpretación amplia (y jurídicamente vinculante) para la agricultura de los principios y reglamentaciones generales del Convenio de Diversidad Biológica (CDB), un tema que en gran medida quedó sin resolver cuando se firmó el CDB, diez años atrás.

En los últimos años, las negociaciones se han llevado a cabo en un “Grupo de Contacto” que consiste en la representación de unos 40 países. Los avances de este grupo han sido lastimosamente lentos, y la reciente reunión realizada en Spoleto (Italia) en la última semana de abril, fue considerada en general como una instancia de “ahora o nunca”. Los negociadores tenían una propuesta de “texto simplificado” del Presidente, el embajador Gerbasi, que fue utilizada como base de negociación.

Las negociaciones de Spoleto fueron de diversas maneras similares a numerosas sesiones previas del Grupo de Contacto. Después de los tres primeros días en que las negociaciones estuvieron totalmente trabadas –los países de siempre, importunando en torno a los detalles-, el Presidente llamó al grupo al orden e insistió en que o bien reconocía su fracaso y se iban todos a casa, o bien se tomaba las cosas en serio y avanzaba. Los donantes europeos se pusieron firmes y amenazaron con que no habría dinero para otra reunión a menos que se mostraran progresos sustanciales. Eso actuó como una onda expansiva y logró que todos se pusieran en carrera. Por otro lado, una mayor presencia de la sociedad civil –a través de observadores, documentos, cartas abiertas y declaraciones para las cuales se habían hecho campañas de firmas- ayudó a mantener la presión en la medida que las delegaciones se sentían observadas.

En ciertos puntos los delegados sortearon fácilmente los artículos con sólo centrarse en los temas principales, pero hubo momentos en que se enfrascaron en detalles sin importancia –propiciado por los países de siempre a quienes les encanta que las negociaciones se prolonguen o simplemente fracasen. En varios puntos se lograron acuerdos entre Europa y el bloque de los países en desarrollo, lo que dejó a otros países industrializados (Estados Unidos, Canadá y Australia) más aislados. Algunos de dichos acuerdos se referían al lenguaje sobre cómo abordar el tema de los derechos de propiedad intelectual en el CI, y un texto sobre qué hacer con el material en poder de los institutos del CGIAR –dos temas centrales del CI. Sin embargo, el último día, y en un claro intento por socavar cualquier tipo de avance, Estados Unidos volvió a presentar una vieja propuesta suya que significaría inutilizar todo el CI. En general es vista como un signo de debilidad y un intento desesperado por socavar el consenso que se ha creado y que está en marcha, y consiste en dejar a cada país la decisión de qué germoplasma de cada cultivo quedaría incluido en el sistema multilateral. El argumento de esta propuesta es que los gobiernos no pueden controlar lo que las compañías privadas colectan, guardan e intercambian.

No obstante, al final el sentimiento general era de que se había avanzado lo suficiente como para tener la esperanza de que una reunión extraordinaria final de la Comisión concluiría las cosas. Esta reunión tendrá lugar durante la última semana de junio, en la sede de la FAO en Roma.

Los temas centrales
En términos generales, el resultado neto de las sesiones de Spoleto se ajustan bastante al texto original simplificado del Presidente, que fue el documento básico de negociación. Pero todavía quedan bastantes temas sin resolver:

* No ha habido una lucha seria en torno a los derechos de propiedad intelectual. El Grupo de los 77 decidió no dar a este tema carácter de gran contienda y aceptó el texto actual que dice que “Los receptores no reclamarán derechos de propiedad intelectual u otro tipo de derechos que limiten el acceso a los recursos fitogenéticos para la alimentación y la agricultura, o a sus partes o componentes genéticos, en la forma recibida del Sistema Multilateral”. Esta es una versión bastante más débil de lo que las organizaciones de la sociedad civil y los movimientos de agricultores han estado reclamando en sus cartas abiertas. La cláusula “en la forma recibida” permite la aplicación de derechos de propiedad intelectual sobre cualquier material nuevo fabricado a partir de los recursos genéticos recibidos del sistema. Pero incluso eso resultaba demasiado para Estados Unidos, quien insistió en que había que poner entre corchetes “las partes y componentes genéticos”, después de lo cual el Grupo de los 77 pidió que también había que poner entre corchetes “en la forma de”. Así que, en principio, esa discusión sigue abierta, si bien hay un acuerdo básico entre todas las partes con la excepción de Estados Unidos, Canadá y Australia.

* El texto sobre la participación de los beneficios comerciales no ha sido cambiado de manera sustancial. La propuesta presentada a la reunión de la Comisión todavía incluye la disposición de que en los casos de recursos genéticos amparados en derechos de propiedad intelectual que restringen el acceso habría que pagar una regalía a un mecanismo de financiación del CI. El texto viene con un pie de página que establece que 4 países no están de acuerdo con esto: Estados Unidos, Canadá, Australia y Nueva Zelanda, si bien Nueva Zelanda parece estar dispuesta ahora a dejar sin efecto su reserva.

* Tal como se esperaba, el texto de los Derechos de los Agricultores no fue discutido en esta reunión. Pero informalmente hubo conversaciones sobre la posibilidad de plantearlo como un tema pendiente en una resolución aparte que iría con el nuevo CI y comprometería a los países a tratarlo a un nivel más alto.

* Un punto arduamente debatido fue el de cómo resolver el tema del germoplasma en poder del CGIAR. De guiarse por las exposiciones de los delegados, las posiciones parecían más alejadas que nunca, pero leyendo entre líneas, hay un acuerdo básico de que este material debería estar bajo el control político del Órgano de Gobierno del nuevo CI, y que básicamente debería aplicársele las mismas normas. En tal sentido, el último día el Grupo de los 77 y Europa armaron un acuerdo básico que implica poner todos los materiales actuales dentro del ámbito de las normas del CI y permite que los materiales recientemente colectados que no están en la lista puedan ser negociados en una base más bilateral.

* La discusión sobre la lista está estrechamente vinculada a esto. El nuevo CI tendrá una lista anexada de cultivos a los cuales se les aplicarán las normas de acceso facilitado y participación de los beneficios. Al final de la reunión ya había consenso en torno a unos 30 cultivos –y la expectativa es que bien podrían aumentar hasta incluir la mayoría de los principales cultivos y especies de forraje.

* Un tema candente que todavía falta discutir es el de cómo resolver la situación de los países que no son parte del CI. A esta altura todos asumen que Estados Unidos y Australia no lo firmarán. El primer día Estados Unidos anunció públicamente que podría llegar a firmarlo, pero que lo más seguro sería que no lo ratificara dado el clima político imperante en el país. Esto convirtió a Estados Unidos en el único país de la sala que utiliza su propio sistema electoral como excusa para seguir trabando el proceso de negociaciones. También sirvió para que otro países no se molestaran más –y se pusieran en marcha.

Más dudosa es la incorporación de otros países como Canadá, Brasil y Colombia, que han sido particularmente remisos a colaborar en las negociaciones, a pesar de lo cual la mayoría de los observadores esperan que se acercarán una vez que se concrete un acuerdo razonable. Los países en desarrollo propusieron un Artículo que estipula que los países que no son miembros del CI sólo podrían tener acceso a materiales dentro del ámbito del mismo en la medida que se comprometieran a observar todas las condiciones y obligaciones. Canada, a su vez, propuso que el asunto del acceso a los recursos genéticos por parte de los estados que no sean miembros del CI quede fuera del ámbito de discusión del acuerdo.

¿Y de aquí hacia dónde?
La noticia más importante de Spoleto es que el CI venció otro obstáculo y se encamina ahora a una sesión final de “todo o nada” de la Comisión sobre Recursos Genéticos para la Alimentación y la Agricultura de la FAO que se realizará del 24 al 30 de junio. La otra buena noticia es que ahora parece haber mejor colaboración (y más acuerdo) entre Europa y la mayoría de los países en desarrollo, lo cual puede ser una base suficiente para adoptar un nuevo CI. No obstante, también se ha intensificado la oposición a cualquier acuerdo significativo y completo sobre germoplasma agrícola. De la misma manera que ocurrió en el proceso preparatorio de la reunión de Cartagena que adoptó el Protocolo de Bioseguridad, cabe esperar que Estados Unidos utilice todos los medios a su alcance para sembrar dudas en cualquier gobierno dispuesto a escucharlo –o susceptible a sus presiones.

Las organizaciones de la sociedad civil (OSC) han aumentado su presencia en las negociaciones, cómo lo demostró una carta abierta de la Vía Campesina, y una declaración de las OSC sobre las negociaciones del CI firmada por más de 320 organizaciones. Pero la esencia de nuestras demandas -- no a los Derechos de Propiedad Intelectual en recursos fitogenéticos agrícolas y mayores derechos para los agricultores -- aún no han sido tomadas en cuenta. A su vez, nuestra demanda por la inclusión de una lista mas completa de cultivos bajo el mandato del CI ha sido tomada en cuenta solo parcialmente. Veamos:

Al final de la reunión de Spoleto, los negociadores habían llegado a un acuerdo de incluir alrededor de 30 cultivos en el sistema multilateral, ¡un aumento significativo comparado con los 5 que se habían logrado acordar anteriormente! Sin embargo, muchos de los mal llamados "cultivos menores" (y muchos de los cultivos de frutas y vegetales básicos) no están en la lista a pesar del hecho de que son imprescindibles para la seguridad alimentaria local. Las organizaciones de la sociedad civil deberán argumentar a favor de una inclusión más completa de dichos cultivos en el sistema multilateral
Los negociadores llegaron a un acuerdo, hace un par de años, sobre una versión poco sustanciosa de los Derechos de los Agricultores. Deberíamos reclamar que se abra de nuevo el debate para incluir un lenguaje más comprometido en el CI. También podríamos reclamar la adopción, paralelamente al CI, de una resolución que comprometa a los países firmantes a enfrentar este problema a un nivel más alto, quizás frente a la Comisión de los Derechos Humanos de las Naciones Unidas.
El texto actual en negociación limita los derechos de propiedad intelectual (DPI) solamente en el caso de los recursos genéticos 'en la forma recibida' del sistema multilateral, y pone algunas limitaciones al patentamiento del germoplasma agrícola, pero está muy lejos de cumplir con nuestras demandas. Debemos tratar de fortalecer la limitación a los DPI lo más posible, y pedir que la cláusula de 'en la forma recibida' sea eliminada. La base del acuerdo final podría ser una mayor limitación sobre derechos de propiedad intelectual y una lista más larga y más completa de los cultivos a ser incluidos.
Es importante que la mayor cantidad posible de organizaciones de la sociedad civil se involucren en el proceso de finalizar el CI, ejerciendo presión sobre sus gobiernos en preparación para la reunión de negociación final de la Comisión de Recursos Genéticos para la Alimentación y la Agricultura de la FAO, que se llevará a cabo del 24 al 30 de junio en Roma, y asistiendo como observadores a las negociaciones.

Puede encontrarse más información sobre las negociaciones en www.ukabc.org/iu2.htm

Ver más información en este Sitio en:
- URGENTE: Firme contra el patentamiento de las semillas en el Compromiso Internacional / FAO
- Los Recursos Genéticos son patrimonio de la humanidad: No a los Derechos de la Propiedad Intelectual sobre la vida. Carta pública de Vía Campesina, 26-4-01

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