Al grano: impacto del maíz transgénico en España, por Greenpeace y Amigos de la Tierra
La ingeniería genética permite a los científicos crear plantas, animales y microorganismos manipulando sus genes de un modo que no ocurriría nunca naturalmente. Estos organismos modificados pueden reproducirse y cruzarse con otras especies y variedades por lo que sus genes corren el riesgo de dispersarse de manera incontrolable e irreversible
Un informe de Greenpeace y Amigos de la Tierra. Agosto de 2003
AUTORES:
Liliane Spendeler, Amigos de la Tierra
Juan-Felipe Carrasco, Greenpeace
Los conocimientos actuales sobre genética son extremadamente limitados, y el mundo científico no conoce los efectos a largo plazo de la liberación de estos organismos en la naturaleza y de su introducción en nuestras dietas.
España es el único país de la UE que permite la liberación de transgénicos a escala comercial, aunque la superficie cultivada es relativamente pequeña (se maneja la cifra de 20.000 a 25.000 ha). Desde 1998 se ha venido autorizando la siembra de una variedad de maíz Bt resistente a insectos, conocida comercialmente como Compa CB y comercializada por Syngenta Seedsa.
Este maíz tiene una modificación genética llamada Bt 176 que consiste en un gen extraído de una bacteria del suelo, Bacillus thuringiensis, que contiene la información para producir una toxina capaz de matar insectos como el taladro y otros lepidópteros (mariposas y polillas). Tiene además un gen que confiere a la planta tolerancia al herbicida glufosinato de amonio y un gen que aporta resistencia al antibiótico ampicilina.
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