Trabajo infantil: el oscuro secreto del chocolate
Como en otras festividades, durante la Semana Santa aumenta mucho el consumo de chocolate. Pero muchas niñas y niños no pueden disfrutar del popular huevo de Pascua porque tienen que trabajar en las plantaciones de cacao de las que apenas sobreviven las familias.
Las que sí lucran con creces son empresas como Milka, Lindt y Ferrero, que se embolsan la mayor parte de las ganancias no sólo de los huevos de chocolate, sino también con sus chocolatinas, bombones y demás golosinas. Sólo el seis por ciento reciben los agricultores.
1,2 millones de niños que trabajan en las plantaciones de cacao constituyen la cara oscura del chocolate.
Y muchas plantaciones se encuentran donde antes crecía la selva que se tala dejando sin hábitat a especies amenazadas como los chimpancés, incluso en parques nacionales.
No es algo nuevo. Las empresas prometen desde hace décadas acabar con el trabajo infantil, las violaciones de derechos humanos y la destrucción ambiental, pero poco sucede. Por eso, la Unión Europea debe obligar a las empresas de cacao a mejorar.
Pedimos a las autoridades con influencia sobre esta cuestión que tomen inmediatamente cartas en el asunto. Que las niñas y niños no tengan que trabajar en las plantaciones y que no caiga ni un solo árbol más para plantar cacao.
Carta
Para: Ministra de Agricultura de Alemania, Julia Klöckner
Estimada Ministra Julia Klöckner:
El chocolate tiene una cara oscura: 1,2 millones de niños trabajan en las plantaciones, los agricultores no ganan lo suficiente para su sustento y talan las selvas. A pesar de décadas de iniciativas voluntarias, el sector cacaotero mundial ha avanzado poco para solucionar estos acuciantes problemas.
Se necesita una normativa de la UE para lograr mejoras en toda la industria y para que todos los actores se responsabilicen ambiental y socialmente. Como primer importador, fabricante y consumidor mundial de cacao y chocolate, la UE tiene una influencia decisiva.
La normativa tendrá grandes ventajas para las empresas, que podrán respetar los derechos humanos y proteger el medio ambiente sin tener que temer que los competidores bajen los precios a expensas de la sostenibilidad.
En la Declaración de Berlín Durante la Conferencia Mundial del Cacao de 2018, confirman que los acuerdos voluntarios todavía no han tenido un efecto satisfactorio y reafirman la necesidad de la regulación por parte de los gobiernos.
La clientela en Europa quiere estar segura de que el chocolate que compran,
- está libre de violaciones de derechos humanos, incluido el trabajo infantil y el trabajo forzoso.
- se paga a quienes cultivan cacao una renta que permita alimentar a sus familias.
- está libre de la destrucción de la selva tropical y de otras destrucciones del medio ambiente.
Francia ya ha señalado su apoyo a la regulación de la UE. Alemania y otros países también tienen que defenderla con firmeza. Contrariamente a las señales positivas de otras partes del gobierno, el Departamento Federal de Agricultura no está mostrando públicamente ningún interés en apoyar la normativa que protegería a los niños y niñas y al planeta.
Por favor, ayude a proteger a la niñez, a la población rural y al medio ambiente en los países productores de cacao y apoye una regulación de la UE para el sector cacaotero mundial.
Atentamente,
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