Sembrando futuro, recolectando diversidad
"La diversidad cultivada es el resultado del trabajo humano a lo largo del mundo, y es éste trabajo el que la ha creado. Es un bien común que pertenece a todos. Por lo tanto que tengamos acceso a esa diversidad es fundamental para nuestra alimentación diaria y alcanzar la soberanía alimentaría."
¡No a las Patentes de la Industria Semillera!
¡Las semillas siguen siendo un Bien Común!
La diversidad cultivada es el resultado del trabajo humano a lo largo del mundo, y es éste trabajo el que la ha creado. Es un bien común que pertenece a todos. Por lo tanto que tengamos acceso a esa diversidad es fundamental para nuestra alimentación diaria y alcanzar la soberanía alimentaría. En muchas regiones del mundo agricultores y agricultoras continúan produciendo, intercambiando y vendiendo sus propias semillas.
Hasta el 2011 las leyes de semillas en Europa serán cambiadas. La industria semillera quiere proteger sus variedades de cultivo con derechos de propiedad intelectual y patentes. Además busca un mayor control o incluso la prohibición de todas las variedades no registradas que utilicen los agricultores. 10 empresas, entre ellas Bayer, Monsanto, Syngenta y Limagrain, controlan actualmente el 67% del mercado de semillas mundial. No quieren continuar perdiendo el resto del mercado si pueden imponer sus variedades registradas – las que normalmente sólo prosperan con la ayuda de fertilizantes químicos, pesticidas e irrigación- en el mundo entero. Sin embargo, no es esta homogeneidad genética
de las variedades industriales la que va a ser capaz de alimentar al mundo en el futuro, sino la diversidad de las variedades locales, capaces de adaptarse al cambio climático.
Las negociaciones para las nuevas leyes de semillas europeas están teniendo lugar a puerta cerrada, entre representantes de la industria semillera y los burócratas de la UE. Esto no nos deja esperar un resultado positivo. Para influenciar las nuevas leyes de semillas queremos aumentar la conciencia pública para alcanzar nuestras metas.
Reclamamos:
✔ El derecho a producir nuestras semillas a partir de nuestras cosechas, a resembrar y darlas a otros;
✔ El fomento de las variedades locales de cultivo apoyando a los hombres y mujeres que conservan y mejoran las variedades ecológicas;
✔ Que las tecnologías genéticas sean prohibidas;
✔ Que no haya patentes sobre las plantas;
✔ Una nueva ley para la introducción de semillas de nuevas variedades que excluya OGM y variedades que requieran una aplicación intensiva de químicos;
✔ Acabar con los insumos asociados a altos consumos de energía en agricultura, ya que son la causa de los monocultivos, del trasporte a largas distancias, al igual que los cultivos industriales que requieren fertilizantes químicos y pesticidas.
Fuente: GAIA