Presa gigante amenaza la supervivencia de 200.000 indígenas en Etiopía
La presa Gibe III pondrá fin al cauce natural del Omo, cuyas aguas fertilizan la orilla durante la crecida del río: cuando el caudal disminuye los indígenas aprovechan esa tierra fértil para sus cultivos. En una región castigada por las sequías, la presa tendrá consecuencias devastadoras para las fuentes de alimentación de los indígenas.
El proyecto de construcción de una enorme presa hidroeléctrica en el río Omo de Etiopía devastará las vidas de unos 200.000 indígenas, según ha denunciado hoy la organización de derechos humanos Survival International.
Por medio de una campaña urgente, Survival está pidiendo al Gobierno de Etiopía que detenga la construcción de la presa (conocida como Gibe III), al tiempo que ejerce presión sobre potenciales inversores internacionales, entre los que se encuentran el Banco de Desarrollo Africano, el Banco Europeo de Inversiones, el Banco Mundial y el Gobierno italiano, para que no financien el proyecto.
Las obras de construcción de la presa se han adjudicado a Salini Costruttori, la misma empresa italiana que construyó otra presa más pequeña también en Etiopía (Gibe II). Precisamente, parte de ésta se derrumbó sólo diez días después de su inauguración en enero.
La presa Gibe III pondrá fin al cauce natural del Omo, cuyas aguas fertilizan la orilla durante la crecida del río: cuando el caudal disminuye los indígenas aprovechan esa tierra fértil para sus cultivos. En una región castigada por las sequías, la presa tendrá consecuencias devastadoras para las fuentes de alimentación de los indígenas.
Recientemente las lluvias estacionales y la crecida anual del río no se produjeron y seis indígenas kwegu, dos de ellos niños, murieron de hambre. Cuando la pesca se reduzca considerablemente por la presa, esta pequeña tribu de cazadores recolectores tendrá que hacer frente a una situación límite.
El Gobierno de Etiopía tiene previsto arrendar grandes extensiones de la tierra de los indígenas del valle del Omo a empresas extranjeras y gobiernos para la producción a gran escala de cultivos (biocombustibles, incluidos), que se regarán con agua de la presa.
Mientras, la mayoría de los indígenas a quienes afectará la presa no saben nada sobre el proyecto. El Gobierno etíope está adoptando medidas drásticas contra las ONGs indígenas y sólo el año pasado cerró 41 locales de “asociaciones comunitarias”, imposibilitando que éstas mantengan reuniones sobre la presa.
El río Omo es la principal fuente de agua del famoso lago Turkana de Kenia, del que dependen unas 300.000 personas: su ganado pasta a las orillas del lago y pescan en él. La presa también amenazará su supervivencia. Tanto el valle Bajo del Omo como el lago Turkana han sido declarados Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO.
Según fuentes internas a Survival International: “La presa Gibe III será un desastre de proporciones catastróficas para los indígenas del valle del Omo. Su tierra y sus modos de vida serán destruidos y, sin embargo, sólo unos pocos tienen idea de lo que se les avecina. El Gobierno ha violado la Constitución de Etiopía y la legislación internacional en el proceso de contratación. Ningún organismo respetable externo debería financiar este proyecto atroz.”
Survival International, junto a la Campaign for the Reform of the World Bank (Campaña de Reforma del Banco Mundial), la coalición Counter Balance, Friends of Lake Turkana e International Rivers han lanzado una recogida de firmas para detener la presa.
Datos sobre la presa:
1. El muro de la presa tendrá 240 metros de altura: será la más alta de toda África
2. La presa formará un lago de 150 kilómetros de longitud
3. Coste estimado: 1,7 mil millones de dólares (1,4 mil millones de euros)
4. Las obras de construcción se iniciaron en 2006 y está previsto que finalicen en 2012
5. La presa generará 1.800 megavatios de electricidad