Comunidades desplazadas por mina de bauxita en Guinea
Alemania tiene hambre de materias primas y lo satisface a costas de otras poblaciones. Con una garantía de crédito de 293 millones de dólares para una mina de bauxita en Guinea, el gobierno alemán impulsa el acaparamiento de tierras, la destrucción del medio ambiente y violaciones de los derechos humanos.
Como miembro del Banco Mundial, el gobierno alemán decide financiar la mina Sangaredi de las empresas mineras Río Tinto y Alcoa. También garantiza préstamos que aseguran su expansión. Debido a las desastrosas e injustas consecuencias sociales y ecológicas, exigimos al gobierno alemán que recapacite y actúe.
Atropellan los derechos humanos para que la industria (automovilística) alemana pueda tener un suministro seguro de materias primas.
Alemania importa cada año 2,5 millones de toneladas de bauxita, materia prima para la producción de aluminio. El 93,1% proviene de Guinea.
La mina de bauxita priva a más de 500 personas de los alrededores de la comunidad de Hamdallaye de sus medios de vida. Antes, sus casas eran acogedoras y se encontraban en medio de grandes árboles. Pero para abrir la mina, reubicaron a las familias a la fuerza, destruyeron sus tierras y cortaron su conexión a la red local de carreteras y agua.
Nueva Hamdallaye se encuentra en un lugar ya explotado de la mina de bauxita, no preparado para el asentamiento y completamente inadecuado para la agricultura. En medio de la crisis de Coronavirus, desalojaron a las familias obligándolas a un nuevo comienzo en un terreno inhóspito que plantea problemas inmanejables a estas personas condenadas así a la pobreza.
Los habitantes de doce comunidades han presentado una queja ante el Banco Mundial contra la ampliación de la mina de Sangaredi. A pesar de esta violación de leyes nacionales y de una mediación en curso, las comunidades fueron reubicadas en mayo.
¿Es Guinea un caso aislado? En absoluto. Una y otra vez se violan los derechos humanos y se destruye el medio ambiente para la extracción de materias primas.
Fuente: Salva la Selva