8 de marzo: Día Internacional de las Mujeres Trabajadoras
La coyuntura actual nos exige mucho más para garantizar nuestros derechos, nos exige coraje para enfrentar al monstruo mayor que alimenta al patriarcado y todas las injusticias contra las y los trabajadores en el mundo. ¡Sin feminismo, no es posible construir una sociedad nueva! ¡Viva la lucha de las mujeres del campo y de la ciudad!
(Harare, 8 de marzo de 2018), Hoy, Día Internacional de las Mujeres Trabajadoras, nosotras las mujeres de La Vía Campesina de las diversas organizaciones, formas de lucha y de organización; campesinas, indígenas, negras, mestizas, pescadoras, pastoras, mujeres de la ciudad y del campo, hacemos llegar un Saludo Especial a las Mujeres del Mundo. A las mujeres que luchan, a las que batallan para conquistar el pan, la participación política, la igualdad de derechos, la equidad, el reconocimiento de nuestro trabajo, producción y saberes, en la construcción de un mundo más justo entre hombres y mujeres.
Hacemos un reconocimiento a las mujeres que luchan, todo el día y a cada instante, por el fin de la violencia contra las mujeres, niñas, jóvenes, y contra de cualquier ser humano. Aquellas que rompen silencios, que enfrentan la opresión capitalista y estructural, y que no aceptan las formas patriarcales incrustadas en las distintas sociedades; que nos violentan, discriminan, explotan, oprimen y asesinan cotidianamente a las mujeres. Somos llamadas permanentemente a hacer eco de resistencia diciendo ¡Basta de Violencia contra las Mujeres! Una campaña en curso y reasumida en nuestra VII Conferencia Internacional de La Vía Campesina en el País Vasco en julio de 2017.
Valoramos a las mujeres que no tienen miedo de luchar en las más diversas formas de cada cultura y en cada espacio. En la lucha por la Tierra, en la lucha por la Soberanía Alimentaria, por el Agua, por las Semillas, la Agroecología Campesina, en la lucha por la educación, salud, en la batalla en la fábrica, en el día a día, en la lucha de las mujeres por la emancipación política, económica y social. Nos valoramos solidariamente y nos reconocemos mujeres emancipadoras de sueños, constructoras de nuevas sociedades, conjuntamente con toda la clase trabajadora del mundo.
También vivenciamos con preocupación la arremetida imperialista del capitalismo en el mundo, que tiene una relación intrínseca con el patriarcado, conservador y fascista. Que buscan explotar más y más nuestras tierras, territorios y bienes naturales, y de igual manera explotar el trabajo, la vida y los cuerpos de las mujeres. Nuestros derechos son violados cotidianamente por las trasnacionales, que forjan migraciones, que fuerzan conflictos familiares y sociales y alimentan las guerras. Somos violadas y muchas vulneradas en la prostitución, en la trata de mujeres, en la explotación sexual, Además, criminalizadas porque luchamos, porque no nos queremos muertas, nos queremos vivas. Seguimos con el desafío de enfrentar la violencia doméstica, las agresiones físicas, psicológicas, morales, sexuales que muchas veces acaban en suicidio, femicidio y desaparición.
Es por esto, que hoy reafirmamos nuestro compromiso colectivo como movimiento campesino mundial de carácter feminista y luchando por un mundo de justicia y dignidad, de seguir luchando por la igualdad de género, por la promoción y garantía de nuestra participación política en todas las instancias de toma de decisiones, de asumir acciones prácticas cotidianas y colectivas, mucho más allá de discursos y mociones, para poner fin a la violencia contra todas las mujeres.
Aun así también tenemos mucho que celebrar, desde las luchas de las primeras mujeres en las fábricas por mejores salarios y condiciones de trabajo y de vida. Sí, tenemos mucho que celebrar por la contribución de las mujeres en el mundo. Sí, tenemos mucho que celebrar por las que lucharon por la participación de las mujeres en el sufragio universal, por el reconocimiento de derechos iguales. Un homenaje a las mujeres que ofrendaron sus vidas, en la lucha por la reivindicación de los derechos de las mujeres en los diferentes ámbitos, que sufrieron torturas, violaciones sexuales, morales, desparecidas, encarceladas, decapitadas, masacradas por defender la vida, la dignidad, la madre tierra y el derechos de las mujeres. Por esto, seguiremos sus ejemplos, su legado dejado en diferentes espacios de trabajo, que sin duda en las otras dimensiones nos acompañan.
Hoy sabemos que la coyuntura actual nos exige mucho más para garantizar nuestros derechos, nos exige coraje para enfrentar al monstruo mayor que alimenta al patriarcado y todas las injusticias contra las y los trabajadores en el mundo. En este sentido, saludamos las acciones, marchas, movilizaciones, encuentros y luchas de las mujeres en el mundo, enfrentando el patriarcado y el capitalismo que amenazan la vida de las mujeres, la naturaleza y la vida en el planeta.
Por eso decimos que ¡Sin feminismo, no es posible construir una sociedad nueva!
¡Viva la lucha de las mujeres del campo y de la ciudad!
Abrazo cariñoso de las campesinas de La Vía Campesina a todas las mujeres que luchan en todo el mundo.
Leer: Declaración Política V Asamblea de Mujeres de La Vía Campesina
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