Organizaciones critican políticas de incentivos a agrocombustibles
El cultivo de agrocombustibles está causando preocupaciones en las organizaciones sociales de diversas partes del mundo. Por ello, las agrupaciones solicitan una moratoria inmediata para los incentivos de la Unión Europea a los agrocombustibles y la agroenergía de monocultivos extensivos, incluyendo plantaciones de árboles y una moratoria de las importaciones de la UE en este ámbito
Esto envuelve la suspensión de los incentivos tales como exenciones de impuestos y subsidios que benefician a los agrocombustibles procedentes de monocultivos, las financiaciones a través de mecanismos de negociación de carbono, de ayuda internacional al desarrollo o de créditos otorgados por instituciones financieras internacionales como el Banco Mundial.
"Este llamado responde al número creciente de otros llamados procedentes del Sur Global en contra de monocultivos para agrocombustibles que la UE está ayudando a promover", declaran. Las organizaciones llaman la atención para los impactos de los monocultivos extensivos. "Los agrocombustibles crecen generalmente como monocultivos (incluyendo las plantaciones), cubriendo a menudo miles de hectáreas. Para competir en el mercado, requieren el apoyo de los gobiernos, como subsidios y exenciones de impuestos. Sin embargo, aquellos que atribuyen la ayuda no informan sobre los impactos sociales, ambientales y macroeconómicos negativos asociados a esta clase de cultivos", señalan.
Lo que preocupa es que aunque sean presentados como una oportunidad para las economías del Sur, la evidencia sugiere que las cosechas de monocultivos para agrocombustibles como palma aceitera, soja, caña de azúcar y maíz conducen a reducir la seguridad alimentaria, amenazando los modos de vida locales, la biodiversidad, el abastecimiento de agua e incrementando la erosión del suelo y la desertificación local.
El desarrollo actual de agrocombustibles es realizado dentro del paradigma intensivo, mecanizado, agro-industrial, usando monocultivos y cantidades masivas de fertilizantes y de pesticidas. "Hay fuertes evidencias de que la producción de agrocombustibles no atenuará el cambio climático, sino que por el contrario puede acelerar el calentamiento global, al estar siendo destruidos los sumideros esenciales de carbono que son los bosques tropicales, la turba y otros ecosistemas para hacer espacio a las plantaciones", afirman.
Las organizaciones dejan claro que el llamado a una moratoria se aplicará solamente a los agrocombustibles de monocultivos extensivos (y de agrocombustibles Genéticamente Modificados) y a su comercio. No incluye biocombustibles a partir de deshechos, tales como de aceite vegetal de deshecho o biogas de abono o de aguas residuales, o la biomasa cultivada y cosechada sustentablemente por y para el provecho de comunidades locales. Según las entidades, una moratoria podría favorecer el desarrollo de estrategias de bioenergía verdaderamente sostenibles para el beneficio de comunidades locales en oposición a los beneficios financieros de las industrias orientadas a la exportación.
"A pesar de un número creciente de declaraciones de la sociedad civil y de los informes basados en evidencias que expresan preocupación por los impactos negativos involuntarios pero previsibles de los agrocombustibles y de los llamados para detener su extensión, el boom de los agrocombustibles se está acelerando. La decisión de los países de alto consumo, entre los que destacan los de la UE y los EE.UU, de introducir incentivos significativos para los agrocombustibles, está activando la especulación y la inversión en plantaciones y tentando a países del Sur Global a destinar porciones substanciales de tierra a la producción de cultivos para agrocombustibles", destacan. Hasta el día 6 de julio, organizaciones de Alemania, India, Nepal, Suiza, España, Patagonia, Paraguay, Estados Unidos ya habían firmado el llamado.