México: oposición a la siembra de transgénicos
En opinión de la Sociedad Mexicana de Fitogenética, A. C., en las áreas en donde se propone evaluar variedades transgénicas de máiz aún existe diversidad genética en poblaciones nativas de este cultivo
En el marco del XXI Congreso Nacional y I Internacional de la Sociedad Mexicana de Fitogenética, A. C. (SOMEFI), realizados en la Ciudad de Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, del 3 al 8 de septiembre del 2006 próximos pasados, los integrantes de esta organización fijaron su postura en relación con la tan traída y llevada siembra de materiales transgénicos en nuestro país y que derivo recientemente en la publicación de un manifiesto dirigido a las más altas esferas del poder en México, así como a la comunidad científica, rural y civil que participa en la vida cotidiana de este país.
La postura asumida por este grupo de profesionales se da en el marco de las consultas públicas emitidas en fechas recientes por el SENASICA, en el sentido de escuchar a las diferentes voces interesadas en emitir su opinión, respecto a la solicitud de reconsideración de la empresa transnacional Monsanto a la negativa otorgada en un principio por esta instancia federal para llevar a cabo siembras experimentales de maíces transgénicos en diferentes campo experimentales del país.
México es centro de origen de importantes especies agrícolas.
Entre sus principales argumentos, los miembros de la SOMEFI destacan que México es centro de origen, domesticación y diversidad de importantes especies agrícolas como el maíz, el frijol, el jitomate, el algodón, los chiles, las calabazas y el cacao, entre muchas otras.
Asimismo, establecen que la diversidad genética de estas especies se encuentra a lo largo y ancho del país, en formas cultivadas mantenidas por la población rural, bajo proceso dinámico de evolución y mejoramiento autóctono, principalmente en áreas de autoconsumo y sistemas de producción tradicionales.
Se carece de información suficiente
Señalan que los avances de la ciencia y tecnología, como los derivados de la biología molecular, deben aplicarse en beneficio de la sociedad. Dicen que se carece de información suficiente que muestre las ventajas biológicas, agronómicas y de productividad de los organismos transgénicos sobre las variedades mejoradas obtenidas por métodos convencionales.
Promoción enfática de acciones
Dejan en claro que en los últimos años organizaciones nacionales y extranjeras han promovido de manera enfática acciones para facilitar la autorización de siembra de maíces transgénicos en México, lo cual ha llevado a: 1) Proclamar una Ley de Bioseguridad, que considera en primer plano a la siembra de semillas de cultivos transgénicos, y pone en entredicho el concepto de bioseguridad; 2) Destinar fondos federales para probar en campo maíces genéticamente modificados producidos e introducidos por compañías privadas transnacionales, en grandes experimentos conducidos por instituciones públicas; y 3) Ejercer presiones en los medios por funcionarios y grupos de empresarios agrícolas para la promoción del cultivo de estos organismos, sin evidencias experimentales que muestren sus bondades y ventajas.
Ofrecen soluciones a problemas que no son importantes
Los socios de la SOMEFI no dejan lugar a dudas cuando afirman que las variedades transgénicas de maíz que se promueven, ofrecen soluciones a problemas que no son importantes en México, como la resistencia al ataque del barrenador europeo y la resistencia a herbicidas.
Establecen que tales materiales transgénicos no implican incrementos del rendimiento ni mejoraran el grado de adaptación de las variedades mejoradas.
En riesgo la diversidad genética de poblaciones nativas de maíz
En relación con el maíz, la SOMEFI explica que en las áreas en donde se propone evaluar variedades transgénicas aún existe diversidad genética en poblaciones nativas de este cultivo. Y, en regiones con escasa frecuencia de estas poblaciones, se requiere aplicar un esfuerzo mayor para evitar su extinción.
Asimismo, los integrantes de esta agrupación manifiestan que la riqueza genética contenida en las poblaciones de maíz criollo representa un potencial para resolver problemas y ofrece oportunidades para el desarrollo de la agricultura maicera. Además, -continúan diciendo en el comunicado- tal diversidad es producto de la integración de naturaleza y cultura, y constituye la base de la alimentación y patrimonio del país y sus comunidades rurales (al menos 80% de la superficie maicera se siembra con poblaciones criollas).
Necesidad de...
En consecuencia de los argumentos ya citados, la SOMEFI manifiesta la necesidad de garantizar el principio precautorio para la exclusión de los organismos transgénicos en México y su aplicación en el país. Hacen un enfático llamado a instancias e instituciones gubernamentales públicas, privadas y sociales, y a la sociedad en general, para impulsar esfuerzos e invertir en acciones que intensifiquen la investigación y la mejora de la agricultura maicera, aprovechando de manera integral la riqueza de la diversidad genética y cultural. Así como preservar tal riqueza genética y cultural asociada con las poblaciones nativas de maíz, al mismo tiempo que se mejora su capacidad productiva.