México: denuncian que el Senado atenta contra la medicina tradicional
Pretende permitir que se patenten organismos vivos y registrar conocimientos ancestrales
Hombres y mujeres dedicados a la medicina tradicional, integrantes de comunidades indígenas y campesinas, así como grupos y promotores de salud popular de Colima, Jalisco y Michoacán rechazaron la aprobación por parte del Senado de la iniciativa de Ley de Acceso y Aprovechamiento de Recursos Genéticos y de la propuesta de reforma a la Ley de Propiedad Industrial, por considerar que abren la posibilidad de patentar organismos vivos y "registrar" conocimientos tradicionales para uso exclusivo.
Exigieron también a la Cámara de Diputados no aprobar dichas iniciativas, para evitar que se conviertan en ley, y demandaron la "derogación inmediata" del decreto de la Secretaría de Salud, publicado en el Diario Oficial el 15 de diciembre de 1999, que prohíbe o restringe el uso de 85 plantas medicinales "con la intención de facilitar su utilización monopólica por parte de las empresas farmacéuticas".
Reunidos en la comunidad nahua de Tuxpan, Jalisco, participaron en el quinto Encuentro regional de la medicina tradicional y salud popular del occidente de México, efectuado los días 28 y 29 de mayo, unos 90 representantes de comunidades de las zonas de Zapotitlán de Vadillo, Jalisco; Norte, Colima (nahua); sierra de Manantlán, Jalisco (nahua); costa de Michoacán (nahua), y zona norte de Jalisco (wixárika).
En el encuentro discutieron "los graves problemas que provocan las agresivas políticas neoliberales tendientes a la privatización y saqueo de los territorios indígenas y campesinos, y de los recursos naturales y saberes tradicionales". Acordaron ratificar su unidad y seguir encontrándose para intercambiar conocimientos y saberes, aproximar culturas distintas y hacer un ejercicio colectivo y autogestivo de la salud y de la medicina tradicional.
Asimismo, para seguir reivindicando su autonomía como pueblos indígenas y comunidades urbanas y campesinas, pactaron fomentar el cultivo orgánico de la tierra y defender los maíces nativos frente a los transgénicos, así como resistir los procesos de privatización neoliberal "que destruyen a la madre tierra".
Declararon la autonomía de sus comunidades para seguir ejerciendo, como siempre, "la medicina propia, sin restricciones o prohibiciones del Estado y de las empresas farmacéuticas. Como hombres y mujeres que practicamos la medicina popular o nos beneficiamos de ella, también reivindicamos y hacemos efectivo el derecho a ejercer y a utilizar la medicina tradicional o cualquier práctica médica ajena al mercado neoliberal". Rechazaron "absolutamente cualquier sistema de propiedad intelectual que permita la apropiación privada para la explotación o aprovechamiento exclusivos de la biodiversidad y del conocimiento, tradicional o no, ligado a ella; con independencia de quienes pudieran favorecerse de dicho sistema, ya sean empresas privadas, países, o incluso comunidades indígenas, pues, consideramos que la madre tierra y todo lo que en ella nace no puede ser considerado sino patrimonio universal, colectivo y de libre acceso".
Convocaron a las comunidades indígenas y al pueblo de México a resistir las políticas neoliberales "que tienden a privatizar la vida misma", defendiendo la tierra, el agua, la biodiversidad, los maíces nativos, los saberes tradicionales, la economía comunitaria y campesina, y los derechos colectivos de los pueblos indígenas.