La sociedad civil chilena exige la moratoria a los transgénicos
Con la asistencia de más de 100 personas al seminario informativo sobre transgénicos organizado por la Fundación Sociedades Sustentables, sociedad civil pide moratoria a este tipo de organismos en territorio nacional, proteger eficazmente la agricultura campesina y orgánica y el patrimonio genético
“Queremos un Chile libre de transgénicos ya sean semillas o alimentos, es una tecnología al servicio del poder económico y no del bien común, desde la óptica ciudadana y científica no se necesita de este tipo de organismos”, dijo Nicolás Giuliani, científico y académico de la U de Chile, encargado de abrir el seminario informativo que realizó la Fundación Sociedades Sustentables (FSS), con el patrocinio de diversas organizaciones ciudadanas como la Red por un Chile Libre de Transgénicos, la Agrupación de Agricultura Orgánica de Chile, Fundación Terram, RENACE, Consumers International, Ecosistemas, Red Orgánica de los Lagos, entre otros.
Maria Isabel Manzur, quien también fue panelista de este seminario, dio una visión general de la situación actual de los transgénicos, argumentando que estos son organismos genéticamente modificados (OGMs) que nunca han existido en la naturaleza, “son mezclas de especies distintas, con ello se pierde la biodiversidad por la contaminación que estos organismos revisten”. Además dijo que “los OGM no apuntan a erradicar el hambre en el mundo, esta es una falacia, ni tampoco están diseñados para rendir más, hay estudios que lo demuestran”, agregó. Sin embargo y pese a la peligrosidad de los OGM, casi todas las regiones tienen transgénicos, ejemplos de ello, es que los semilleros se están desplazando desde la VI región a la VII por escasez de aislamientos y también, ya se puede constatar la grave expansión del maíz transgénico en la región de Arica Parinacota. “Esto en la práctica nos demuestra que en Chile ya tenemos regiones saturadas de transgenia, durante la temporada 2008/2009, la superficie de cultivos transgénicos en Chile aumentó a 30.101 ha comparado con las 24.921 ha autorizadas el 2007”.agrega.
Isabel Manzur, en poco más de 20 minutos de exposición explico además el desconocimiento de los lugares donde están los cultivos transgénicos, no existen datos precisos, “el Servicio Agrícola Ganadero (SAG) sólo entrega información parcializada, a pesar de la nueva ley de Acceso a la Información. No conocemos detalles de todos los cultivos que autoriza, sus modificaciones genéticas, las empresas responsables, ni los lugares exactos de liberación. Esta información a juicio de la coordinadora de la Red Por Un Chile Libre de Transgénicos podría “permitir a los agricultores convencionales y orgánicos adoptar medidas de resguardo para evitar la contaminación de sus cultivos”.
También se refirió a la ausencia del etiquetado de aquellos productos que contiene transgénicos “los consumidores literalmente no sabemos que estamos comiendo” ello, pese a la experiencia internacional que exige rotulación. Por ello, dijo que Chile debe sumarse a la tendencia mundial de otros países, como la UE, donde los consumidores pueden escoger sus alimentos ya que hay una rotulación clara.
La coordinadora de Red Por Un Chile Libre de Transgénicos reconoció finalmente que “hay dicotomía en cuanto a la transgenia en el país, pero desde la sociedad civil, consumidores y campesinos estamos por una moratoria para los transgenicos, y manifestamos la urgente necesidad de abrir el debate y realizar estudios serios e independientes de sus impactos, tanto para la biodiversidad, como para la salud de la población”, enfatizo Manzur.
Patricio Larrabe, representante de Desarrollo Rural Colchagua, en tanto explico a los asistentes detalles del estudio realizado en la Región de O¨Higgins el año 2008, donde se encontró contaminación de maíz convencional para consumo interno, de 30 muestras de maíz analizadas en el laboratorio del INTA, 4 estaban contaminadas. Al alero de la experiencia de dicho estudio Larrabe llamó a “defender el derecho de los productores para elegir el tipo de tecnología y las características de los productos que demandan. Es importante plantearse que pasa con los ciudadanos en cuanto a la información y la toma de decisiones, se debe participar desde lo local, en asuntos de implicancia ecológica, mirando desde un prima colectivo, por ello, hago un llamado a abrir el debate y sumar fuerzas desde las comunidades para conservar y proteger la agricultura campesina”, puntualizó.
Flavia Liberona, Directora de Fundación Terram, fue la encargada de explicar la batalla que se libra en el Parlamento por el proyecto de ley de Obtentores Vegetales, en estrecha relación con los OGM y que podría abrir la puerta a este tipo de organismos. Liberona explico a los asistentes que dicho proyecto de ley no establece ningún tipo de salvaguardias para Chile como país “no se está protegiendo nuestras especies vegetales, esta en riesgo la agricultura nacional, no se establecen salvaguardias para usos tradicionales y además cualquier variedad puede ser patentada”, explicó. La directora de Fundación Terram llamó a la audiencia a educarse en este tema para comprender su relevancia y analizar las implicancias que tiene para nuestro país y sus especies, “educarse y comprender en materia de derechos a las personas, es tarea fundamental”, dijo Liberona.
El seminario también contó con las exposiciones de Ligio Alarma en representación de la Agrupación de Agricultores Orgánicos de Chile (AAOCH), quién demostró la incompatibilidad de los transgénicos y la agricultura orgánica, y como este tipo de agricultura de marcada tendencia mundial, fomenta la biodiversidad y protección de la salud humana en contraposición a la agricultura transgénica. El encargado de cerrar el encuentro fue Agustín Infante del CET Bio Bio quien expuso su trabajo para incentivar la conservación de las variedades de semillas antiguas del país y la necesidad de mantener este patrimonio.