Perú: carretera Varillal-Llanchama: atentado político contra la vida
Maynas: la administración de este municipio dio pase para la construcción de una carretera de 9 kilómetros, desde Llanchama a Varillal, en la zona de amortiguamiento de la reserva, sin contar con un estudio de impacto ambiental ni un informe técnico, ni con el conocimiento del INRENA
Javier Gutierrez Neyra
El 22 de setiembre fue de conocimiento público que la Tercera Fiscalía Provincial de Maynas, que despacha el fiscal Walter Medina Llamosa, formalizó la denuncia penal ante la jueza del Quinto Juzgado contra el Alcalde de San Juan, Jorge Monasí Franco, y Friederich Tello Bardales, gerente de desarrollo urbano e infraestructura, como autores de los presuntos delitos contra la administración pública, abuso de autoridad, demora de actos funcionales y contra la ecología, en agravio de la Reserva Nacional Allpahuayo Mishana. La denuncia fue formulada por el Jefe de este Area Protegida, el biólogo Manuel Vásquez Gálvez.
La denuncia se basa en el hecho de que la administración de este municipio dio pase para la construcción de una carretera de 9 kilómetros, desde Llanchama a Varillal, en la zona de amortiguamiento de la reserva, sin contar con un estudio de impacto ambiental ni un informe técnico, ni con el conocimiento del INRENA. Trascendió que para dicha obra la Municipalidad sólo contaba con un perfil técnico de la Dirección Regional de Transportes y Comunicaciones.
Antecedentes
Un viejo anhelo de la población de Llanchama es contar con una vía de conexión directa y adecuada que les permita transportar sus productos agrícolas hacia la ciudad. La vía que actualmente utilizan está siempre en mal estado por falta de mantenimiento, las lluvias y el tránsito de vehículos pesados que transportan continuamente la leña extraída de los bosques cercanos. Con frecuencia los moradores se quedan varados con sus productos.
Llanchama es una parcelación agraria en la cual, además de los moradores actuales, varios personajes del desaparecido CTAR y de algunas instituciones vinculadas al gobierno de Alberto Fujimori, aparecen como propietarios de una de las tantas parcelas. Lo curioso es que la población real, que habita en este lugar, nunca conoció a dichos propietarios, por lo que varias de las parcelas fueron invadidas y actualmente son trabajadas por otros moradores. Ellos temen que en algún momento aparezcan los propietarios o titulares y los desalojen, como ha ocurrido en otras parcelaciones de la carretera Iquitos-Nauta, Paujil y Nuevo Horizonte principalmente.
Ante la existencia de tales parcelas “sin dueños” o “parcelas abandonadas”, algunas autoridades, tratando de sacar algún provecho o con la inocencia de querer que la comunidad creciera, empezaron a ofrecerlas clandestinamente al mejor postor, al punto que ahora ya están apareciendo algunos de los dueños reclamando su derecho a la propiedad, lo cual ha traído más de un problema legal a las autoridades que promovieron la venta. En la actualidad las autoridades de Llanchama han sido depuestas.
En tal coyuntura se promueve la construcción de la carretera, y es ahí donde aparece la Municipalidad de San Juan Bautista, como interesada en la construcción de la vía carrozable. Con el tiempo seguramente veríamos la construcción de una estela de galpones para crianza de pollos.
La invasión por El Varillal
Un grupo de moradores del caserío El Varillal, ubicado a la altura del kilómetro 12 de la carretera Iquitos-Nauta se agrupan y empiezan a invadir parte de los terrenos titulados que pertenecen a Llanchama. Aquí se genera un conflicto que llega a manos de la Prefectura, la cual, queriendo favorecer a estos invasores, trata de desconocer el área de la comunidad tradicional. Las autoridades de este caserío en maratónica gestión se agencian de documentos y planos con lo cual sustentan que son tierras de su jurisdicción y hacen retroceder a los invasores.
En el ínterin, la Municipalidad de San Juan Bautista, sin ninguna autorización procede a la construcción de la carretera, que a su paso destruye un importante bosque de varillales, refugio del ave emblemática de la ciudad, la “Perlita de Iquitos”, además de otras especies de mucha importancia por ser endémicas. Si hacemos un recorrido por esta vía, veremos un inmenso arenal que marca la ruta.
Actualmente esta vía sirve de acceso a extractores de madera de varillal y a productores de carbón, actividad que está prohibida.
La Ordenanza Nº 009
Cuando en la Municipalidad se dan cuenta que han actuado sin autorización expresa y formal del INRENA, que han ocasionado daños al ecosistema y, más aun, han intervenido en un área natural protegida, tratan de resarcir los daños y emiten la Ordenanza Nº 009 en la que describen sobre la importancia de conservar los bosques sobre arena blanca, de los ecosistemas de la propia Reserva Allpahuayo Mishana como atractivo turístico, entre otros, cosa que no habían pensado en el debido momento. Por otro lado señalan que la actividad turística esta priorizada en el Plan de Desarrollo Concertado de la Municipalidad y es allí donde justifican la importancia de contar con una carretera que define un circuito turístico que une a varias comunidades de la zona.
Como la obra se ejecutó en la zona de amortiguamiento de la reserva, proponen regular las actividades económicas a fin de que no se afecte la biodiversidad de dicha área y a efectos de salvaguardar la conservación de los atractivos turísticos, como son los bosques, agua y suelos sobre arena blanca, los mismos que son el objeto de conservación de la reserva, disponen la intangiblidad de los bosques, agua y suelos del área de influencia de la carretera Llanchama – El Varillal ubicada en la zona de amortiguamiento de la Reserva Allpahuayo Mishana.
Resuelven, específicamente, la prohibición de extracción de leña y elaboración de carbón, la construcción y funcionamiento de granjas avícolas o porcinas, entre otros, disposiciones que deberían implementarse, pero que a la fecha no han logrado su cumplimiento, por tal la denuncia penal y las investigaciones correspondientes prosiguen.
Información sobre la Reserva Allpahuayo Mishana
La Reserva Nacional Allpahuayo Mishana fue creada el 16 de Enero del 2004, mediante el D.S. 002-2004-AG, con una superficie de 58,069.9 Ha., con la misión de contribuir a la conservación de la biodiversidad y del ambiente en su territorio, especialmente de los bosques de arena blanca, más conocidas como “varillales”, y los bosques inundados por aguas negras o “tahuampas”. Con la creación de esta reserva se buscó también favorecer al desarrollo sostenible de las poblaciones locales y de la región, sobre la base del manejo adecuado de los recursos naturales, el desarrollo del ecoturismo y la investigación. Se considera como la reserva nacional más joven en el Sistema Nacional de Áreas Naturales Protegidas del Perú – SINANPE.
La gran biodiversidad de la RNAM está expresada en la gran cantidad de especies que han sido descubiertas y descritas, aproximadamente 145 especies de mamíferos, 475 especies de aves, 83 especies de anfibios, 120 especies de reptiles, 155 especies de peces, 1,900 especies plantas, sólo para señalar algunas cifras.
Se ubica a 25 Km. al suroeste de Iquitos y está bordeada por el río Nanay y la carretera Iquitos Nauta. Dentro de ella y en su área de influencia inmediata habitan aproximadamente 1,300 familias, con más de 5,400 habitantes.
En la reserva se ubican 15 centros poblados. Seis de ellos se encuentran en el interior del área: San Martín, Mishana, Yuto, El Porvenir, 15 de Abril y Anguilla; nueve de los centros poblados se encuentran en el área de influencia: Llanchama, Libertad, Shiriara, Ayacucho, Yarina, Maravilla, Lagunas, Samito y Santa María del Nanay. En el eje de la Carretera Iquitos – Nauta se ubican diez centros poblados: San José, Nueva Esperanza, El Dorado, 13 de Febrero, Agua Blanca, parte de la II y III zona de El Paujil, Yaranayuto, parte de la II zona de Nuevo Horizonte y El Huambé.
Actualmente recibe la visita de científicos, turistas y conservacionistas de la región, del país y de todo el mundo. Aquí desarrollan actividades, directa o indirectamente, importantes instituciones regionales como el Instituto de Investigaciones de la Amazonía Peruana (IIAP), a través del proyecto BIODAMAZ, la Asociación Civil Amigos de Allpahuayo- Mishana (ACAAM), GOREL, las diferentes direcciones regionales, las Municipalidades de San Juan Bautista y Maynas, la Universidad Nacional de la Amazonía Peruana, el Consejo Nacional del Ambiente (CONAM), el Instituto Nacional de Investigación y Extensión Agraria (INIEA), y organismos de cooperación internacional como el Servicio Nacional Holandés de Cooperación al Desarrollo (SNV) y la Agencia Española de Cooperación Internacional (AECI).
El órgano de administración es la Jefatura de la RNAM, que está a cargo del biólogo Manuel Vásquez Gálvez. Desde aquí y con el apoyo de las instituciones mencionadas, se trabaja por el fortalecimiento de capacidades locales y el manejo sostenible de los recursos naturales, orientados al desarrollo comunal, lo que indudablemente eleva la calidad de gestión de la Reserva Nacional Allpahuayo- Mishana.
Fuente: Kanatari