Nueva investigación asocia efectos adversos de exposición a plaguicidas tres generaciones más tarde
Una nueva investigación del Doctor Michael Skinner, de la Universidad Estatal de Washington considera -una vez más- que la exposición a plaguicidas puede tener consecuencias devastadoras para las futuras generaciones.
En la publicación se da a conocer que las ratas en gestación expuestas al insecticida metoxicloro desarrollan una mayor incidencia en enfermedad renal, enfermedad en los ovarios y obesidad en la descendencia que abarca tres generaciones. La incidencia de enfermedades múltiples aumentó en la tercera generación o sea en los "bisnietos."
Este estudio sugiere que la exposición ancestral con metoxicloro en los últimos 50 años en los Estados Unidos puede jugar un papel en el aumento de las tasas actuales de obesidad y enfermedades. Los cambios epigenéticos observados fueron específicos a la exposición al metoxicloro y, según los investigadores, pueden llegar a ser biomarcadores valiosos para futuras investigaciones sobre la enfermedad transgeneracional. Para las personas expuestas al plaguicida, el Dr. Skinner dice que sus hallazgos tienen implicaciones tales como en la fertilidad reducida, incremento de enfermedades que comienzan en el adulto y el potencial de transmitir esas condiciones a las futuras generaciones.
"Dado que la bisabuela estuvo expuesta durante el embarazo, como en este caso al insecticida metoxicloro, esto puede provocar un aumento dramático a la susceptibilidad a desarrollar enfermedades, y esta se pase a los nietos en la ausencia a una exposición continuada," dice el Dr. Skinner.
El metoxicloro es un compuesto organoclorado que, aunque finalmente prohibido en el 2003 en los EE.UU., fue desarrollado inicialmente como un reemplazo "más seguro" para el DDT. Se registró por primera vez en 1948, y se ha utilizado para controlar cucarachas, mosquitos, moscas y chinches, así como diversos artrópodos que atacan los cultivos de campo, hortalizas, frutas, plantas ornamentales, los granos almacenados, ganado y animales domésticos. El metoxicloro puede comportarse como la hormona estrógeno y afecta profundamente el sistema reproductivo. También aparece como persistente, bioacumulativo y tóxico (PBT). Las sustancias químicos catalogados como PBT son de especial preocupación, no sólo porque son tóxicas, sino también debido a que permanecen en el medio ambiente durante largos períodos de tiempo, no se destruyen fácilmente, y se fortalecen o se acumulan en el tejido corporal.
Estudios previos han demostrado que la exposición a sustancias químicas, incluyendo fungicidas, dioxinas y otros perturbadores endócrinos, pueden tener efectos graves para la salud de los hijos. Este estudio se basa en una historia de investigaciones que muestran que los plaguicidas, incluso décadas después de ser prohibido-seguirán afectando la salud por generaciones. La evidencia de impactos multi-generacionales de la exposición a plaguicidas no se limita a los animales de laboratorio. Una revisión erudita del 2007, “Plaguicidas, desarrollo sexual, reproducción y la fertilidad: Perspectiva actual y orientación al futuro”, escrito por Theo Colborn, PhD. y Lynn Carroll, PhD, señala que los estudios que relacionan el legado y los efectos en la salud del DDT son transgeneracionales.
Dr. Skinner, quien ha estado estudiando los efectos genéticos de los plaguicidas durante 15 años, es también el autor del estudio histórico que relaciona la exposición al insecticida DDT con efectos multi-generacionales. El estudio de 2013, "Diclorodifeniltricloroetano ancestral (DDT), la exposición promueve la herencia transgeneracional epigenética de la obesidad",señala que, mientras que la primera generación de crías de ratas desarrollan problemas de salud graves, más de la mitad de las ratas estudiadas son propensas a ser obesas en la tercera generación.
Además de estos dos importantes estudios, el laboratorio del Dr. Skinner también ha documentado efectos epigenéticos de una serie de otras sustancias tóxicas ambientales, incluyendo plásticos, plaguicidas, fungicidas, dioxinas, hidrocarburos y el plastificante bisfenol-A o BPA. Ha publicado más de 240 publicaciones revisadas por pares y ha asistido a una cantidad igual de simposios, conferencias y seminarios universitarios, incluyendo el foro anual de plaguicidas. Los nuevos hallazgos apoyan esas observaciones.
Artículo basado en: New Research Links Pesticide Exposure to Adverse Effects Three Generations Later
Fuente: RAPAL Uruguay