Ley para privatizar las semillas: traición al campo, a productores, a la 4T y al país
Al diputado Eraclio Rodríguez Gómez de Chihuahua que pertenece a MORENA y forma parte del Movimiento del Barzón lo convencieron algunos funcionarios que estaban en las administraciones anteriores y que se han mantenido en diferentes instancias del actual gobierno -ahora lobos con piel de ovejas-, para que presentara el 19 de febrero de 2019, la iniciativa de Ley Federal de Variedades Vegetales (LFVV). La iniciativa publicada en la Gaceta parlamentaria, señala que dada la obligatoriedad de adhesión de México a tratados comerciales ( T-MEC y TPP11), conviene ya ubicar a México en el ACTA de la Unión Internacional para la Protección de Obtenciones Vegetales (UPOV) versión 1991.
Lo anterior es sumamente grave, por los impactos que impedirían contar con semillas publicas mejoradas y nativas mexicanas, y constituye en una traición al campo, a los productores, a la Cuarta transformación, así como al país entero. Quienes vienen cabildeando la LFVV tuvieron anuencia del propio secretario de la SADER para presentar la iniciativa, el subsecretario de Agricultura y el Coordinador de Desarrollo Rural, lo que es sumamente grave y constituye un despropósito frente a los principios que impulsa el Presidente Andrés Manuel López Obrador.
Con el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) en 1994, México se obligó a incorporarse a la UPOV, lo que se concretó en 1997, después de contar con la Ley Federal de Variedades Vegetales (LFVV) promulgada en 1996, adhiriéndose al Acta UPOV 78, en esta Acta no se patentan variedades, la protección de variedades es “sui generis”, se privilegia el derecho de los agricultores a usar e intercambiar sus semillas, se favorece la diversidad genética, se permite la “derivación esencial de variedades”. En esta Acta, se ubican países que como México poseen biodiversidad genética y usos similares de semilla propia como son Guatemala, Perú, Ecuador, Bolivia, Chile, India, entre otros.
En cambio, el Acta UPOV 91, que promueve el Diputado Eraclio, patenta genes y variedades, limita el uso e intercambio de las semillas por parte de los agricultores, como lo hacen de manera milenaria, prohíbe la derivación esencial de variedades, afecta directamente la diversidad genética y extiende los derechos de las semillas patentadas incluso a los productos que genera. Es el escenario jurídico ideal para que los oligopolios controlen completamente las semillas y transgénicos, además se cometería el despojo más grave en la historia de la humanidad, ya que, si se contaminan los maíces nativos por híbridos patentados, los genes que tendrían los maíces nativos otorgarían el derecho de propiedad a los dueños de las patentes.
En el Acta UPOV 91, se ubican países como Estados Unidos de Norteamérica, Canadá, Alemania, Holanda, Francia, Bélgica, es decir los países de las grandes corporaciones y oligopolios, donde están patentados transgénicos, frutillas, hortalizas, flores, etc., Desde hace años en México y otros países se ejerce presión para que se reubiquen los países que están en el Acta 78, pasando al Acta UPOV 91, para lograr el control de las semillas a nivel mundial, en especial la industria multinacional de los cultivos transgénicos tiene patentados sus desarrollos tecnológicos, lo que les da derecho legal al cobro de regalías. Quienes pagan las regalías en los países que se adhieren al Acta UPOV 1991 son a) los productores que voluntariamente establecen contratos con la industria para el uso de sus productos, y b) los productores de granos o de semillas, bajo mandato judicial, cuando la(s) variedad(es) que siembran o comercializan hayan sido voluntaria o involuntariamente contaminada(s) con los transgenes patentados y sujetas a juicio. México y varios otros países que son centros de origen y/o de diversificación de especies cultivadas experimentan presiones exógenas para adoptar el Acta UPOV 1991.
La alternativa para México, es que se promueva una salvaguarda y se retire del T-MEC y TPP11, la obligatoriedad de adhesión al Acta 91, esta decisión corresponde a los Senadores de la Republica y al Presidente. Lo que esta en juego es un destino terrible para los productores, para el campo y para México.
Para lograr suficiencia y soberanía alimentaria en maíz, frijol, trigo y arroz, es necesario fortalecer e incentivar el uso de variedades mejoradas y nativas, con acervos nacionales se puede competir con las grandes empresas multinacionales, es importante llevar adelante una gran cruzada para uso óptimo de todos estas variedades nativas y mejoradas, apoyando empresas nacionales y a productores directamente. Este apoyo no debe otorgarse a través de MASAGRO y bajo el el ACTA 78 de UPOV; debe ser sin transgénicos y permitiendo el uso e intercambio de semillas entre productores, privilegiando la biodiversidad genética y permitiendo la derivación esencial de variedades. Urge apoyar la agricultura de subsistencia, tradicional y comercial a través de un gran número de empresas mexicanas con acompañamiento en asesoría técnica, aprovechando la experiencia de técnicos, investigadores y productores mexicanos, así como un gobierno que persigue estos objetivos.
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Alejandro Espinosa Calderón - Presidente de la Unión de Científicos Comprometidos con la Sociedad (UCCS)