La guerra química y biológica en Colombia
Los avances de la ingeniería genética en las últimas décadas, han puesto a disposición de pocos países, nuevos materiales biológicos para la guerra. Los riesgos de su utilización son tan grandes, que inclusive se podrían clonar toxinas selectivas para eliminar grupos étnicos específicos, cuya condición genética les predispone a ciertas enfermedades.
Introducción
La guerra biológica incluye el uso de organismos vivos con propósitos militares. Los organismos pueden ser virus, bacterias, hongos. Si consideramos que estos agentes biológicos, tienen la capacidad de mutar, reproducirse, multiplicarse por medio del viento, el agua, los insectos, animales o por transmisión humana; los riesgos podrían ser impredecibles.
Una vez liberados, muchos agentes biológicos son capaces de desarrollar nichos y mantenerse en el ambiente indefinidamente, lo cual podría ser devastador.
Estados Unidos lidera las actividades de biotecnología en el mundo, los intereses corporativos se protegen a través de la desregulación y laxos mecanismos de control que este país mantiene sobre la producción de armas biológicas. La política norteamericana frente al uso de armas biológicas esta orientada a la promoción y desarrollo de cada vez más poderosos agentes biológicos que podrían ser utilizados como armas, a pretexto de desarrollar mecanismos de defensa. Existen más de 1300 laboratorios de biotecnología en Estados Unidos; y 500 más en Europa. Las corporaciones biotecnológicas emplean más de 60 mil científicos especializados en biotecnología. Los países que lideran la investigación y desarrollo de armas biológicas son: Estados Unidos, Gran Bretaña, Rusia, Irak, China, Japón, Egipto, Libia, Israel, Corea del Norte y Taiwan.
Durante la Segunda Guerra Mundial, Gran Bretaña planificó, ataques con 500 bombas de racimo, cada una de las cuales contenía 106 bombas de ántrax, que podrían haber matado al 50% de los habitantes de las seis ciudades alemanas. Japón, utilizó armas biológicas contra China y realizó experimentos con prisioneros de guerra. Se cree que el ejército estadounidense usó armas biológicas contra los ejércitos coreano y chino durante la guerra de Corea, 1950-53. También se cree que el ejército iraquí, utilizó agentes químicos en 1987-88 contra los kurdos en Irak. Se han utilizado armas también en contra de los Tutsi en Ruanda y de los pueblos de Timor Oriental. Estados Unidos ha reconocido que alrededor de una docena de países están investigando el uso de etnobombas.
El agroterrorismo ha sido también una eficiente estrategia de guerra biológica, utilizada para contaminar suministros de agua o alimentos del enemigo o para provocar hambrunas. En la primera Guerra Mundial, los francesas desarrollaron patógenos para aniquilar los animales de la caballería alemanes, los alemanes por su parte, lanzaron una elaborada estrategia que arrasó con el ganado de Rumania, el ganado y el trigo almacenado en Argentina para ser enviado a los Aliados. Es conocido que Estados Unidos arrasó con las cosechas de trigo de Vietnam del Norte en la década de los 60' e intentó diseminar enfermedades entre los cultivos de exportación de Nicaragua, a fines de los 70'.
El agroterrorismo se promueve también a través de la investigación privada corporativa. El desarrollo de tecnologías o productos que puedan llegar a utilizarse como agroterrorismo, es validado en distintos acuerdos comerciales, entre ellos los de propiedad intelectual. Un ejemplo de esto son las tecnologías Terminator y Traitor. El 03 de marzo de 1998, en los Estados Unidos se patenta la Tecnología Terminator, esta tecnología da a la semilla la posibilidad de encender o apagar el carácter suicida de la misma, por medio de un promotor químico, lo que genera una dependencia constante del campesino con respecto a la semilla y anula la posibilidad de que la semilla se reproduzca de forma natural.
Las semillas Traitor, son también semillas suicidas, pero estas, admiten la posibilidad de que este carácter podría estar codificado para atacar de inmediato el cultivo de varias manera, por ejemplo, podría reducirse el contenido proteínico del arroz, elevar el nivel de cianuro en la yuca, hacer que el trigo germine prematuramente. Aparentemente inofensivas, estas teconologías pueden llegar a utilizarse como armas biológicas en conflictos armados, bastaría por ejemplo, que la empresa deje de suministrar el cóctel químico, para que una variedad no germine, provocando la muerte de la semilla, la pérdida de los cultivos o hambrunas.
Es indudable que ambas tecnologías promueven el agroterrorismo, y que deberían ser rechazadas y prohibidas. Sin embargo, los Estado Unidos han amenazado públicamente a varios países con represalias económicas y posibles sanciones comerciales dentro de la OMC, si impiden la comercialización de semillas Terminator o Traitor, por lo tanto, como afirma Pat Money: "el agroterrorismo es un tema aceptable mientras la conversación se limita a la posible amenaza de dementes y radicales extremistas. No es un tema aceptable cuando se considera que la amenaza proviene de gobiernos y empresas". La situación se vuelve más preocupante cuando el 03 de marzo de 1997, el gobierno de Sudáfrica, después de admitir que el anterior gobierno del apartheid había emprendido investigaciones sobre la guerra biológica tanto contra cultivo, como contra grupos étnicos, publicó una lista de veinte patógenos de cultivos que habían sido investigados para su posible utilización como armas.
La Guerra Biológica en Colombia
También la guerra biológica, se promueve a pretexto de enfrentar la Guerra contra las Drogas. No es secreto entre los expertos de control de armas que Estados Unidos ha intimidado a Afganistán y a Colombia, países en los cuales tres grupos en armas, están dentro de la lista de organizaciones terroristas.
El Programa de las Naciones Unidas para el Control Internacional de Drogas (UNDCP), apoyados por los gobiernos de Reino Unido y Estados Unidos, promueve el uso agentes biolóicos contra cultivos de plantas calificadas como ilícitas, a través de una controversial.
"Estrategia de Eliminación del Cultivo de Coca y Amapola (SCOPE)", que propone eliminar cultivos de coca y amapola hasta antes del 2008. La estrategia podría ser aplicada en ocho países: Colombia, Bolivia, Perú en América Latina, Burmania, Laos y Vietnan en el Sudeste Asiático; y Afganistán y Pakistán en el Asia Central.
La estrategia SCOPE, es sin duda el antecedente del "Programa de Erradicación de Cultivos Ilícitos dentro del Plan Colombia". En 1987, el Servicio de Investigación Agrícola del Departamento del Agricultura de los Estados Unidos inició un programa para la experimentación de hongos patógenos. Para febrero de 1998, el UNDCP firmó un contrato de 650.000 dólares con el Instituto de Genética de Tashkent, Uzbekistán, para un programa de investigación de tres años y medio, con el fin de desarrollar un agente biológico para erradicar cultivos de adormidera
Para los cultivos de amapola en Afganistán, se ha desarrollado una arma biológica, el hongo patógeno Dendryhion papaveraceae, el mismo que fue desarrollado en las instalaciones de investigación del Instituto para Genética en Tashkent-Uzbelistán, y se ha experimentado sobre variedades frescas de amapola de Afganistán, obtenidas a través de la embajada de los Estados Unidos. Sin embargo, el Proyecto Panorama, como se denomina esta iniciativa, no pudo implementarse por falta de apoyo del ex gobierno de los talibán. Sin la autorización de la administración talibán, su uso podría ser considerado como una declaración de guerra biológica.
Para Colombia, el UNDCP, promueve la utilización del hongo patógeno Fusarium oxysporum. El proyecto cuenta con un presupuesto de 23 millones de dólares para continuar con la investigación. Con la ejecución del Plan Colombia, Estados Unidos, creyó que contaba con las garantías para realizar pruebas de campo en territorio colombiano, sin embargo, esta posibilidad generó una amplia oposición de parte de la comunidad andina, y varios países vecinos a Colombia expresaron su preocupación por el tema. Perú, mediante Decreto Ejecutivo 0042-2000-AG, prohibió el uso de agentes biológicos para erradicación de la coca. Ecuador, mediante Acuerdo Ministerial No 162 emitido el 14 de agosto del 2000, prohibió el ingreso y la utilización del patógeno Fusarium oxysporum, en todo el territorio nacional, a efecto de preservar la salud pública de los animales y el ecosistema. El Comité Andino de Autoridades Ambientales (CAAAM), rechazó la utilización de Fusarium oxysporum como herramienta para la erradicación de cultivos ilícitos en el territorio de los países miembros de la Comunidad Andina.
Sin el apoyo de los países de la región y sin el consentimiento del gobierno colombiano, Estados Unidos, no podría utilizar esta arma. Frente a esta situación, el investigador que desarrolló la cepa mortal, el Dr.Sands manifestó: “Dos países que conscientemente están liberando una droga, una droga adictiva, consientan hacer eso, y no consientan en el control biológico, deben sufrir las consecuencias de su decisión”.
Fusarium oxysporum, es un arma biológica que amenaza la biodiversidad de amplias regiones en el mundo. Fusarium oxysporum, es un hongo cosmopolita y muy abundante en las zonas templadas y tropicales del mundo, este género es uno de los más fitopatógenos y causa daño a diversas plantas cultivadas, ocasionando distintos tipos de enfermedades tales como: marchitamiento en las hojas, y vasculares, pudrición de frutos, hasta muerte de las plantas. Algunas especies de Fusarium pueden llegar a ocasionar enfermedades incluso en el hombre, en especial en pacientes inmunodeprimidos, con cáncer o sida.
Fusarium oxysporum, es una de las especies que presenta mayor variabilidad genética. Esta variabilidad está relacionada con condiciones ambientales, ecológicas, geográficas, y la presencia de un hospedero. Lo que significaría que al introducir el hongo en ecosistemas tan complejo como el amazónico, Fusarium oxysporum podría atacar cultivos importantes como la yuca, alimento del cual dependen los Pueblos Indígenas de la Cuenca amazónica, y dispersarse a la Costa, afectando cultivos de café, naranjilla, banano y otros. La Amazonía podría convertirse en foco de contaminación, cuyos efectos impredecible podrían durar varios años.
El hongo puede vivir de materia orgánica como patógeno en plantas, o permanecer latente en el suelo por mucho tiempo. Formas especiales de Fusarium oxysporum es patógeno de cultivos como el de la papa, vainilla,dátiles, bromelia, girasol, espárragos, apio, col, culantro, pepinillo, aguacate, clavel, palma africana, eucalipto, frutilla, gladiolo, soya, uva, calabaza, lenteja, lino, esponja vegetal tomates trébol, caucho, jengibre, camote, remolacha, papa china, mariguana, algodón, cebolla, lupinos, café, berenjena, narciso, nuez, tabaco, sandía, tuna, fréjol, coníferas, guayabamba, roble, rábanos, ajonjolí, alcachofa entre otros.
Existe información que confirma que científicos estadounidenses también han clonado genes de parientes de los hongos (cepas del Fusarium que ataca a la papa) con la posible intención de incrementar, mediante la biotecnología, la capacidad de morbidad de los hongos contra la droga.
Fusarium como arma biológica
El hongo Fusarium, se encuentran de forma natural en los ecosistemas, pero cuando su uso es deliberado y masivo, ha provocado grandes epidemias como el ébola en Africa, el hantavirus o el Rice Blast (Asia). Como consecuencia de una epidemia de Fusarium, el continente africano no ha podido recuperar su flora microbiana y bacteriana, ni los macro, ni micro organismos de su suelo, después que una epidemia de Fusarium afectó este continente hace más de cuarenta años. Aunque de manera inintencional, la variedad ecuatoriana Gross Michael, fue erradicada de nuestro país por una epidemia de Fusarium hace casi 50 años. Epidemia que fue conocida como el “Mal de Panamá”.
En Perú, una epidemia de Fusarium, conocida como la “seca seca”, se diseminó rápidamente por las parcelas sembradas de coca en el Alto Huallaga en el oriente peruano. En este caso, coincide que la epidemia estaba cerca de Uchiza en Santa Lucía, junto a la Base de Tiro Antidrogas norteamericana, los campesinos de las zonas, denunciaron que aviones de la DEA, habían diseminado la epidemia sobre los campos de coca. En la última década, la plaga se extendió hasta el área de Yurimaguas, límite norte de los cultivos de coca en el Perú.
Guerra Química en Colombia
En julio del 2000, el ex presidente Clinton, aprobó una ley por la cual se destinaba, 1,300 millones de dólares para la “guerra a las drogas”, en el marco del llamado Plan Colombia. El objetivo: una masiva aspersión aérea con químicos para acabar con la producción ilícita de la región.
La utilización de glifosato en la primera fase de erradicación de cultivos ilícitos, dentro del Plan Colombia comenzó a mediados de diciembre del año 2000 sin mayor éxito, pero con graves problemas a la salud en personas y animales. Esta ampliamente demostrado que la política de erradicación forzosa ha sido un fracaso. En dos décadas la superficie de cultivos ilícitos no sólo no se ha reducido sino que se ha multiplicado notoriamente. Según datos de la misma embajada estadounidense en Bogotá, en diciembre de 1999 había 122.500 hectáreas de coca en Colombia, y a pesar de que durante ese año se erradicaron 58.000 hectáreas, en diciembre del 2000, la extensión era de 136.200 (162.000 h, según el UNDCP).
Sólo entre diciembre y mayo del 2001, se asperjaron 67 mil galones de herbicidas (casi 254 mil litros), el mismo año se erradicaron 94.000 has, pero los cultivos siguen sin control. A pesar de estos datos y toda la evidencia científica que afirma que las fumigaciones sí son peligrosas, la administración norteamericana planea ampliar acelerar las fumigaciones, de manera intensiva a partir del 28 de julio, con el fin de erradicar 150.000 has este año y 200.000 has en el 2003.
La herencia norteamericana de la guerra de Vietnam, nos colocan nuevamente frente a empresas privadas, hoy convertidas en grandes corporaciones transnacionales en sus respectivos campos. Monsanto y la Dyn Corp participaron de los horrores de la guerra química que Estados Unidos efectuó sobre 2.5 millones de hectáreas de bosques al Sur de Vietnam de 1961 a 1972. Las operaciones aéreas donde participó la Dyn Corp, utilizaron el mortal Agente Naranja. La empresa Monsanto actual proveedora de Roundup Ultra, fue también una de las principales suministradoras de los 76 millones de litros del herbicida con que se roció Vietnam.
Después de la Guerra de Vietnam, el Convenio EDMOND, del cual es signatario también los Estados Unidos prohíbe la utilización de agentes químicos en forma masiva y sobre poblaciones humanas, con el fin de modificar el medio ambiente. Sin embargo, la política actual de los Estados Unidos lo censura nuevamente ante el silencio de la comunidad internacional. El Sur de Colombia, no solamente es una zona de cultivos ilícitos, en la región conviven casi 6 millones de habitantes, una gran cantidad de comunidades indígenas y afrocolombianas.
La novedad de las actuales fumigaciones es la intensidad de su aplicación y la nueva mezcla empleada. En marzo de 2001, comenzó la segunda etapa de las fumigaciones. La fórmula utilizada es Roundup Ultra, mezcla comercial sobre la base de glifosato patentada por la empresa Monsanto, la misma que contiene: (glifosato + POEA) + Cosmo Flux 411F + Cosmo -in- D.
El surfatante POEA; se conoce ha causado cáncer en animales y daño a hígado y riñones en humanos, daño gastrointestinal y al sistema nervioso central, problemas respiratorios y destrucción de glóbulos rojos en humanos. Su toxicidad es entre 4 y 5 veces mayor que la de glifosato y Roundup.
Por su parte el Cosmo Flux 411F; puede aumentar hasta 4 veces la acción biológica del glifosato, incrementando en más de cien veces las dosis recomendadas para aplicaciones agrícolas en los Estados Unidos.
Por lo tanto los conceptos, sobre seguridad para el ambiente y la salud emitidos para las “condiciones normales recomendadas de uso” de glifosato en el país del norte, no tienen base científica en la Amazonía, porque se está aplicando el glifosato sobre los cultivos ilícitos y todo lo que lo que le rodee, por vía aérea y en una concentración hasta 26 veces mayor de las recomendadas normalmente, con el agravante de que se está adicionando el surfactante Cosmo-Flux 411F, el cual puede hasta cuadruplicar la acción biológica del Roundup. A esta lamentable situación se añade algo más perverso, relacionado con las denuncias de varios sobrevuelos de las avionetas cuando fumigan sobre zonas campesinas, pudiendo volar 4, 6 o hasta 12 veces fumigando el mismo campo. Los daños no discriminaron: cultivos ilícitos, alimenticios y proyectos de desarrollo alternativo fueron erradicados. Durante este periodo, el gobierno alemán se pronunció en contra de las fumigaciones, por haberse comprobado daños en fincas y granjas integrales pertenecientes a proyectos socioeconómicos de la cooperación alemana. Los funcionarios de la Defensoría del Pueblo colombiana, pidieron comprobar también la destrucción de proyectos agrícolas de entidades oficiales como el PLANTE, CORPOAMAZONIA y de las Naciones Unidas.
Mezcla usada en las fumigaciones
Composición.
45% Roundup Ultra, 53% Cosmo Flux 411F; 0,33% Cosmo InD El Round up Ultra: 41% de glifosato (ingrediente activo), 44,5% agua, y 14,5% POEA, un surfactante combinando, cuya composición química es mantenida secreta por Monsanto por razones comerciales.
Dosis por hectárea.
Se fumiga un promedio de 23,66 litros (6,25 galones) de esta mezcla por hectárea de coca, lo que quiere decir: 10,4 litros de Roundup Ultra, 0,24 litros de Cosmo-Flux y 0,08 litros de Cosmo InD, mezclados en 12,94 litros de agua.
Fuente: Extracto de “Fumigación aérea en Colombia: Efectos ambientales y para la salud”. Preparado por el Instituto de Ciencias y Estudios Interdisciplinarios. Departamento de Estado de los Estados Unidos.
En junio del 2001, tres mil cocaleros del departamento de Norte de Santander se levantaron para protestar en contra de las fumigaciones de sus campos con herbicidas. En julio, la Policía Antinarcóticos anunció la reanudación de las fumigaciones aéreas en el sur del Cauca y el norte de Nariño, a pesar de que el defensor y los gobernadores de estos dos departamentos reiteraron sus exigencias de mantener la suspensión debido a que seguían vigentes las razones que había motivado dicha suspensión meses atrás. En ese mismo mes, la compañía británica de químicos ICI, anunció que suspendía la venta de la sustancia llamada Atplus 300f, con la cual la compañía Cosmo Agro de Colombia produce Cosmo Flux. Para esas misma fechas, el gobierno ecuatoriano pide que se hicieran estudios del impacto de las aspersiones en el Ecuador y que las fumigaciones se realicen a 10 kilómetros de la frontera ecuatoriana.
En el mismo período, el Parlamento Europeo ha solicitado la suspensión de las fumigaciones, y Alemania, había conseguido que el gobierno colombiano se comprometiera a dejar de fumigar las áreas de Cauca y Nariño, donde se lleva a cabo proyectos de desarrollo alternativo financiados por la cooperación técnica y financiera alemana.
A pesar de la preocupación internacional, y la grave crisis humanitaria colombiana, nuevas fumigaciones se iniciaron el 06 de septiembre del 2001, las cuales son precedidas de un amplio operativo de seguridad a cargo de las tropas del ejército, para asegurar los sitios en tierra por donde deben sobrevolar los aviones. El nombre de la operación es “Apocalipsis”. Para entonces la Comisión de apropiaciones, tanto de la Cámara del senado estadounidense, exprese su preocupación por los efectos de las fumigaciones en Colombia, pidiendo al Departamento de Estado un detallado y periódico reporte sobre éstas, al igual que el establecimiento de mecanismos de verificación.
El 10 de enero del 2002, el Congreso Norteamericano incluyen en el acta de asignaciones al extranjero, las siguientes condiciones para las fumigaciones
Condiciones de fumigación, P.L. 107-115
* Que la fumigación se realice de conformidad con los controles normativos requqridos por la Agencia de Protección Ambiental; y de conformidad con las leyes colombianas
* Los químicos usados en la fumigación aérea de coca, en la forma en que estén siendo aplicados, no plantean riesgos irrazonables o efectos adversos a los humanos o al ambiente;
* Se disponga de procedimientos para evaluar reclamos de los ciudadanos locales de que su salud ha sido afectada; o que sus cultivos agrícolas lícitos han sido dañados por las fumigaciones aéreas, y provean compensaciones justas a reclamos que lo ameriten.
Otro elemento importante es, es la privatización de las operaciones de fumigación, y la débil posición del gobierno ecuatoriano frente a la presencia de la Dyn Corp en la Base de Manta. "Puesto de Operaciones de Avanzada de Manta (FOL)".
La DynCorp es una corporación privada de mercenarios que mantienen contratos con Estados Unidos desde la guerra con Corea. La Dyn Corp, esta relacionada con actividades militares llevadas a cabo en Vietnam, el Golfo Pérsico, Bosnia y Yugoeslavia.
Desde l991, el Departamento de Estado ha contratado a DynCorp para proporcionar sus servicios a los USA en el programa aéreo contra el narcotráfico en la región andina. En Colombia, la Dyn Corp, está involucrada también en el control antinarcóticos y en misiones de rescate, evacuación médica y mantenimiento de aeronaves, entre otras operaciones. También trabaja con fuerzas de seguridad de los países vecinos, incluyendo la fuerza Diablos Rojos de la Fuerza Aérea Boliviana, la división aérea de la Policía Nacional peruana y en ocasiones con unidades de la policía y el ejército de Ecuador, Venezuela, Honduras, Belice y Panamá.
La contratación de la DynCorp para las tareas de fumigar amplias áreas del territorio colombiano con el propósito declarado de erradicar los cultivos de coca, hace parte de una estrategia del gobierno norteamericano de encargar a firmas privadas la realización de tareas "casi-militares". La conducción privada de estrategias de la política exterior norteamericana implica el grave riesgo de dejar estas operaciones por fuera del control del Congreso y en general de la opinión pública de ese país.
La Dyn Corp, ha tenido denuncias por violación a los derechos humanos en todo el mundo, y ha sido también vinculada con casos de narcotráfico. Actualmente podría enfrentar un proceso legal en cortes norteamericanas, por los impactos de la utilización de ROUND UP ULTRA en la salud humana de pobladores ecuatorianos, quienes el 11 de septiembre del 2001, plantearon en los Estados Unidos una querella contra la empresa DynCorp, responsable de las fumigaciones para la erradicación de los cultivos ilícitos en Colombia. La demanda plantea una indemnización civil por daños y perjuicios causados por las fumigaciones con el herbicida tóxico Round Up Ultra a los habitantes de comunidades ecuatorianas cercanas a la frontera con Colombia.
La demanda se inició en base a los datos provistos por la investigación que Acción Ecológica realizó en junio del 2001, donde se demuestran los daños a la salud y a los cultivos del 100% de la población ubicada a 5 Km. de la frontera con Colombia en las zonas donde se efectuaron las fumigaciones. El estudio comprueba que las fumigaciones provocaron cuadros clínicos que incluyen alteración del sistema nervioso (mareos, dolores de cabeza), afectación del sistema digestivo (náuseas, dolores abdominales, diarreas) y enfermedades de la piel (erupciones, salpullidos, etc.) Adicionalmente, han impactado severamente la fauna y la flora de la zona; han destruido cultivos de subsistencia como café, yuca, arroz, entre otros; y ha provocado la pérdida de animales domésticos de los campesinos; lo que ha forzado a muchos habitantes a abandonar sus hogares.
La demanda plantea que la DynCorp ha incurrido en delitos de tortura, crímenes contra la humanidad y genocidio cultural. De acuerdo al texto del proceso, "(el) uso por la DynCorp del herbicida tóxico de forma prolongada y repetitiva ha causado continuo y severo sufrimiento y dolor a los demandantes, lo que constituye Crímenes Contra la Humanidad".
La Dyn Corp debe responder por los crímenes contra la humanidad que ha cometido desde Vietnam hasta Colombia. Solamente de esta manera se sentaría un precedente importante para el respeto a los derechos humanos e impedir el uso de estrategias crueles e inhumanas como parte de la política exterior de los países. La demanda pretende impedir el uso indiscriminado de armas químicas sobre población civil, a nombre de la lucha contra el narcotráfico. El proceso establecerá responsabilidades corporativas por lo daños causados y permitirá terminar con la impunidad que ha reinado en este tipo de casos.