Declaración de Quito frente al extractivismo de la producción industrial de animales

La crianza industrial de animales está creciendo rápidamente en América Latina; la producción de carne de cerdos, aves de corral, vacunos, camarones, salmones y tilapias, está pasando a manos de empresas transnacionales; desplazando otras formas de producción de alimentos, como la campesina, familiar e indígena. Esta tendencia del sector se caracteriza por sus impactos negativos en materia de derechos humanos, derechos de animales y ambientales, lo que también ha afectado de manera particular a las mujeres, generando profundas desigualdades de género.

La producción industrial de animales promueve el aumento del consumo, ya que se basa en la producción altamente concentrada de carne artificialmente barata comercializada mundialmente. La industria de la carne contribuye a la ampliación de los monocultivos usados para alimentación animal, como la soya y el maíz, ampliamente denunciados como motores de deforestación y causantes de enfermedades; entre otras afectaciones.La industria de la carne basa su crecimiento en la región y el mundo en:

• El capitalismo clandestino -incluyendo nexos con economías ilegales en algunas ocasiones-, que busca desplazar y violentar a comunidades campesinas e indígenas; particularmente a las mujeres y jóvenes en toda su diversidad.

• Financiamiento por parte de Bancos Públicos de Desarrollo y grandes fondos de inversión a compañías denunciadas por causar deforestación, condiciones laborales precarias, contaminación de aguas, suelo, aire, pérdida de biodiversidad, entre otros.

• Falta de control, regulación y sanción por parte de los gobiernos frente al poder político y económico de la industria de la carne y sus problemas ambientales, sociales, de género, económicos y de bienestar animal.

• Persecución y criminalización de la producción campesina y la cría de animales para la soberanía alimentaria con la intención de socavar la agricultura campesina de pequeña escala y culturalmente apropiada y, en cambio, imponer el modelo industrial de producción de animales.

• Concentración de recursos como agua y tierra para producir sin importar los costos ecológicos y sociales, lo que genera impactos diferenciados a pueblos indígenas, campesinado mujeres y jóvenes, en toda su diversidad, quienes sufren las consecuencias económicas, de salud, culturales y socioambientales producto de estos esquemas de acumulación.

• Concentración del mercado por parte de las corporaciones transnacionales generando una elevada dependencia y control de la alimentación.

• Ataques a personas defensoras y comunidades que se oponen a la expansión de la producción industrial de animales.

• La promoción de una visión colonial y patriarcal del sistema agroalimentario, que busca establecer el consumo excesivo de carne como un indicador de bienestar social, buen estatus económico o virilidad.

• Precarización en las condiciones laborales, y en algunos casos trabajo análogo a la esclavitud, e intensificación de las injusticias basadas en género.

• Falsas narrativas de sustentabilidad e inclusión social que permiten el lavado verde de la industria de la carne.

Frente a esto, las organizaciones presentes en el encuentro:

Exigimos que los gobiernos de nuestros países controlen y sancionen la producción industrial de animales y hagan responsables a las corporaciones por la contaminación, deforestación, acaparamiento de tierras, violaciones a derechos humanos y otras prácticas sistemáticas.

Demandamos el apoyo y fomento a la producción campesina y rural agroecológica como una apuesta para la soberanía alimentaria.

Denunciamos que los derechos de los animales son violentados, principalmente por las corporaciones de la producción industrial de animales, al no reconocer sus necesidades más básicas y perpetuar formas crueles de explotación y hacinamiento.

Exigimos el fin inmediato de falsas soluciones para expandir la industria, como la agricultura de carbono, las compensaciones de carbono, los créditos de biodiversidad, la producción agropecuaria de precisión, la agricultura climáticamente inteligente, entre otros mecanismos y narrativas, que intensifican el poder corporativo.

¡Quien controla la comida, controla el mundo, no a la producción industrial de animales! ¡Alto al abuso corporativo!

Firman:

Acción Ecológica

Centro de Estudios HEÑÓI

Galaxias UNICAM SURI - MOCASE - MNCI - CLOC - LVC

Global Forest Coalition

GRAIN

Fuente: GRAIN