Los plaguicidas envenenan el futuro sostenible del Perú

En el Perú existen más de 900 marcas de plaguicidas químicos formulados que se vienen comercializando, de los cuales 16 marcas corresponden a los plaguicidas de la categoría extremadamente peligroso (Ia) y 99 plaguicidas son altamente peligrosos (Ib) (1).

En el año 2000 la cantidad de plaguicidas importados en el Perú representó la suma aproximada de 33,216.752 dólares. Entre los ingredientes activos importados entre 1999 y 2000 están el aldicarb, con el que se formula un Plaguicida perteneciente a la categoría toxicologiíta extremadamente peligroso con una inversión de 1,484.002 dólares, el metamidofos, plaguicida que presenta mas de 30 formulaciones como ingrediente activo solo un combinado en las categorías extremadamente y altamente peligroso con US$ 2 969 611 y el paraquat, plaguicida altamente peligroso que no presenta antídoto en caso de intoxicación, la suma de su importación alcanzó US$ 1 107 799, sin tomar en consideración las formulaciones en las que se encuentra combinadas con otros plaguicidas (2).

Problemática

El hombre ha descubierto productos químicos llamados plaguicidas para controlar o eliminar plagas que causan enfermedades que interfieren con la producción agrícola. Entre los que se encuentran los insecticidas que se usan para combatir a los insectos, los fungicidas contra los hongos, los herbicidas contra plantas consideradas nocivas, los rodenticidas contra los roedores, los nematocidas contra los gusanos y los moluscidas contra los caracoles. Actualmente estas sustancias peligrosas han proliferado, se calcula que actualmente se usan más de 3500 plaguicidas orgánicos. Todos ellos pueden contaminar la tierra, el agua y el medio ambiente y dañar severamente la salud humana.

Las intoxicaciones y muertes que ocurren a causa del uso de plaguicidas es permanente, la Organización Mundial de la Salud (OMS) señala que durante primera mitad de la década del 80 ocurrieron alrededor de 1 000 000 casos de intoxicaciones no intencionadas con plaguicidas, de los cuales el 70% se originaron en el ambiente laboral; durante el mismo periodo se estima que ocurrieron cerca de 2 000 000 intoxicaciones con fines suicidas, y de todas las intoxicaciones el 7,3% fueron casos letales (3).

La Organización Internacional del Trabajo (OIT) por su parte , estima que los plaguicidas se pueden asociar con el 14% de las lesiones ocupacionales en el sector agrícola y del 10% de todas las defunciones (4).

Los Plaguicidas agrícolas que a continuación se mencionan están prohibidos o de uso restringido en el Perú:

Aldrín, Endrín, Dieldrin, DHC, BHC/HCH, Canfecloro/Toxafena, Heptacloro, 2,4,5 T ,DDT, Lindano, Paratión metílico, Paratión etílico, Monocrofos, Captafol, Clorobencilato, Hexclorobenceno, Pentaclorofenol, Clordano, Clordimeform, Dibromiuro de etileno, Compuesto de mercurio, Fosfamidón, Dinoseb, Sales de Dinoseb, , Fluoracetamida, Binapacril, Lindano, Ameytrina+Atrazina, Mancoseb +Metalaxil, Sulfluramida, DNOC. Sin embargo muchos de ellos se venden libremente, aún sin registro del Ministerio de Salud o Agricultura. En la idiosincrasia popular no existe la exigencia del cuidado contra sustancias tóxica, lo cual empeora el impacto negativo en la salud de plaguicidas domésticos.

Red Nacional para el Medio Ambiente, Desarrollo Limpio y la Supervivencia y el desarrollo infantil

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