Un ALCA sin ALCA, por Irene León

"Las disconformidades con el ALCA, ampliamente explicitadas en el Foro Sindical que se realizó aquí como parte de los eventos alternativos, alcanzan a todos los sectores, del Norte y del Sur, del campo y la ciudad, de las áreas industrializadas y las artesanas, en fin, la naturaleza de estos acuerdos tienen que ver con todos los aspectos de la vida de la gente, y por eso, sindicatos, organizaciones indígenas y del campo, mujeres, afrodescendientes, y otros están levantando sus voces y propuestas para evitar la concreción del Acuerdo"

El nuevo borrador de la Declaración de la 8va Reunión Ministerial del ALCA, analizado por los ministros de los 34 países del continente reunidos en Miami (Estados Unidos) desde el 20 al 21 de noviembre, es una versión aligerada del anterior, que presenta la flexibilidad de que cada uno de los países pueda definir distintos niveles de compromiso y apertura, pero siempre en concomitancia con el mismo proceso de integración denominado ALCA.

En esta versión llamada de compromiso, para salvar el ALCA, presentada por la copresidencia de la reunión: Estados Unidos y Brasil, se alude por primera vez a las disparidades entre los países, se incluyen menciones a las cuestiones ambientales y laborales, y se reconoce la posible coexistencia entre el ALCA y otros acuerdos subregionales y bilaterales.

No obstante, si ya no se habla en los mismos términos de la versión original, concebida desde 1994, que planteaba una liberalización general y simultánea, los matices introducidos siguen siendo parte del mismo planteamiento de libre comercio, que persigue la creación de un área de expansión continental y de definición neoliberal.

Por lo tanto, los esfuerzos para salvar el ALCA, tienen que ver con la tentativa de procurar el mantenimiento del perfil de una propuesta que, a pesar de sus evidentes contradicciones, se viene postulando, desde hace un decenio, como la única vía para garantizar el crecimiento y el desarrollo.

Salvar al ALCA

En momentos en que se inició la Reunión Ministerial sobre el ALCA destaca en popularidad el tema de los acuerdos bilaterales entre el país anfitrión y los demás.

Los países andinos, excepto Venezuela, han pactado ya una agenda inmediata que priorizará en un primer tiempo a Colombia y Perú, y luego a Ecuador y Bolivia. Así mismo, Panamá -que se había quedado fuera del CAFTA- y República Dominicana -que quiere hacer parte del acuerdo con Centroamérica-, son parte del grupo de países alineados en esta modalidad.

Para el representante comercial estadounidense, Robert Zoellick, estos acuerdos bilaterales representan un avance de su estrategia multi-escenarios -que contempla acuerdos bilaterales, sectoriales y multilaterales-; para los sonrientes ministros andinos son una oportunidad para abrir su mercado de 93 millones de habitantes a la inversión del Norte y a la vez vender sus productos en este último; mientras que para todos los demás, es claro que el propósito de los bilaterales es fortalecer la relación de fuerzas de los Estados Unidos ante la iniciativa liderada por Brasil, que pretende procurar un cierto balance en la relación.

Mientras tanto, a pesar de las múltiples reuniones de grupos de trabajo, comités y otros que, para allanar el terreno para la reunión ministerial, iniciaron desde hace varios días en Miami, el documento del ALCA sigue manchado por los famosos cinco mil corchetes y sus negociaciones anquilosadas.

Así, lo que predomina más bien en el escenario gubernamental es un ambiente de "búsqueda" de soluciones para salvar al ALCA o por lo menos la inminente reunión. Para hacerlo, se magnifican las posibilidades que resultarían de la coincidencia entre los Estados Unidos y Brasil, que consiste en remitir el tema de la agricultura al escenario de la OMC y enfocar el asunto de los aranceles en esta reunión.

Pero, hasta en la cumbre de empresarios, que se celebró en esta misma ciudad, los señalamientos sobre el carácter inviable del texto del ALCA son cada vez más reiterativos y los acuerdos sostenibles cada vez más lejanos.

Marcha contra el ALCA

Mientras en aire, mar y tierra de Miami, miles de policías, marinos, militares y otras denominaciones de ese género, se afanan en armar un abigarrado cerco en torno al centro de reuniones de los ministros, a tal punto que el área se asemeja más a un cuartel militar que al centro de una ciudad comercial, miles de manifestantes se aprestan a realizar este 21 de noviembre una masiva marcha contra los términos del acuerdo comercial, sus estrategias, contenidos y sutilezas.
Paralelamente, las actividades alternativas de la sociedad civil que despuntaron el 15 de noviembre y se extenderán hasta el viernes 21, se cuentan por decenas. Los paneles, debates, expresiones artísticas y marchas son cada día más voluminosas.

Las disconformidades con el ALCA, ampliamente explicitadas en el Foro Sindical que se realizó aquí como parte de los eventos alternativos, alcanzan a todos los sectores, del Norte y del Sur, del campo y la ciudad, de las áreas industrializadas y las artesanas, en fin, la naturaleza de estos acuerdos tienen que ver con todos los aspectos de la vida de la gente, y por eso, sindicatos, organizaciones indígenas y del campo, mujeres, afrodescendientes, y otros están levantando sus voces y propuestas para evitar la concreción del Acuerdo.

Fuente: Servicio Informativo "Alai-amlatina"
Agencia Latinoamericana de Informacion - ALAI
gro.teniala@ofni- Web: http://alainet.org

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