El derecho a la alimentación, los derechos campesinos y el debate actual sobre las cuestiones rurales

En el marco de la preparación de la reunión de Quito organizada por Vía Campesina, se produjo esta conversación entre Pamela Caro y José Bengoa, en que se pasa revista a los principales asuntos ligados al debate del Derecho a la alimentación y los derechos campesinos.

Pamela Caro (PM): Tengo tres preguntas para tí a propósito que este sábado se realiza una reunión de profesionales del agro que organizó la Asociación Nacional de Mujeres Rurales e Indígenas -ANAMURI- y la Confederación Campesina Ranquil como preparativo al Congreso chileno campesino y popular que se va a hacer en la población La Victoria. Porque finalmente lo que está detrás de CLOC-Vía Campesina es la búsqueda de modelos alternativos de desarrollo y en ese contexto hay tres preguntas. Una, tú mencionaste en ese documento que está en Internet[1] que las últimas reuniones internacionales -rondas de la OMC, FAO- han fracasado respecto a ponerse de acuerdo en el tema de limitar la especulación en el precio de los alimentos, a propósito de la crisis alimentaria.

José Bengoa (JB) Yo diría que si no es el primer problema, uno de los grandes problemas internacionales hoy día es la agricultura, la producción de alimentos y lo que se llama el derecho a la alimentación como el gran paraguas que cubre problemas ligados a esto. La Cumbre del Milenio y la próxima Asamblea General de las Naciones Unidas están relacionadas con el problema de la pobreza, el hambre y la muerte de miles de miles de niños por ese flagelo. “El Derecho a la alimentación” es el título genérico de una temática muy amplia que contempla tanto la producción de alimentos, los productores, el comercio, el consumo, en fin, el conjunto de elementos que tiene que ver con el derecho de toda persona humana de alimentarse adecuadamente, lo que es parte integrante del derecho a la vida.

PC: ¿Por qué es así?, revisemos la cuestión de la globalización y estos derechos.

JB: Es un buen punto de partida, porque efectivamente nos podemos preguntar, ¿qué logró el proceso de globalización que comenzó a fines de los 80? Logró efectivamente una enorme globalización de los sistemas financieros, una globalización y descentralización de muchos sectores industriales como por ejemplo el textil, uno de los importantes sectores productivos. Tomemos el caso de la fabricación de los jeans, en que se produce un botón en la India, se cortan los moldes en un lugar muy distante y se van a coser y planchar en China. Se ha producido una enorme descentralización y externalización de la producción, o sea ha habido una globalización, con todo lo positivo y negativo que tiene eso, que es otro tema. Hay quienes verán esta descentralización y globalización como pura amenaza y otros la verán como oportunidad. China es el gran “Taller” del mundo, lo cual para muchos chinos puede ser una oportunidad y seguramente para muchos otros implica trabajo casi forzado. Sumamente complejo este asunto. Pero vamos al punto.

Sin embargo en el ámbito de la alimentación, de la agricultura no ha habido este proceso, por el contrario, lo que ha ocurrido en estos últimos 30, 40 años ha sido una “rigidización” de los mercados agrícolas, y esto por razones múltiples: uno porque efectivamente la producción agrícola ha aumentado con un alza enorme de productividad lo cual implica que muchos países desarrollados, si pusieran en producción todos sus recursos agrícolas, llevarían a una catástrofe financiera al sistema agrícola por la sobreproducción. O sea, demos un ejemplo quizá terrible, nadie se puede tomar toda la leche que produciría Holanda, se la podría tomar el mundo, pero no hay plata para pagarla, entonces ahí hay un problema en torno a la contradicción enorme entre productividad y mercado. Entonces resumo, mercados rígidos con una alta productividad producen problemas permanentes[2]. Eso lleva a que el primer gran tema es el del subsidio, los países desarrollados para proteger a sus poblaciones rurales que tienen mucha importancia electoral, que tienen mucha importancia cultural, etc. etc. entregan unos subsidios gigantescos. Son niveles increíbles de costos subsidiados por ejemplo para la ganadería, para que exista producción animal. No cabe duda que si no existieran esos subsidios en Dinamarca, por ejemplo, no producirían nada por las condiciones naturales, climatológicas, los niveles salariales, en fin, un conjunto de factores. Pero no solamente allí. El subsidio al mundo de las hortalizas en España, por ejemplo, es tan gigantesco que han hecho que rompan todos los mercados posibles de otros países europeos. En Francia este verano tiraban las hortalizas los productores. Aquí se combina otro conjunto de factores: valores menores en el precio de la tierra (finalmente son tierras más marginales), mano de obra barata producto de la migración de africanos indocumentados[3] y empleados en estas actividades de gran absorción de mano de obra, y obviamente cercanía de los mercados de alimentos frescos. Entonces todo esto lleva a una desorganización brutal del tema agrícola. Barreras aduaneras, subsidios, fronteras agrícolas rígidas, es una larga tendencia que se expresa brutalmente hoy en la actualidad.[4]

La ronda Doha de la OMC consistió en un conjunto de reuniones del más alto nivel con el objeto de tratar de regular el mercado agrícola. La Organización Mundial de Comercio, la OMC, es la mayor organización internacional en la actualidad. Tiene su sede en Ginebra y un poder enorme. Es la única instancia con capacidad de regular este complejo mercado. Este debate que duró varios años se centró fundamentalmente en este tema que estoy hablando, es decir subsidio, precio, mercado; ¿cómo liberalizar el mercado agrícola, cómo permitir que los animales, ganadería africana por ejemplo (que son sanas, que son de carne que no tiene grasa, etc.), esto es, cómo esa enorme ganadería que tienen los africanos pueda tener algún mercado, porque hoy día no tiene ninguno. Bueno, esa Ronda fracasó, y fracasó fundamentalmente por el tema subsidio, porque ningún país desarrollado estaba disponible para bajar los subsidios y poner en peligro sus agriculturas en un plazo determinado. Agriculturas trigueras como la francesa se enfrentarían ante el trigo que vendría de todas partes, incluso del sur de Chile y ellos no están dispuestos a eso; por lo tanto ahí fracasó la ronda de Doha que fue casi 5 años de discusión en distintas partes, que comenzó justamente en esta ciudad del Golfo Pérsico. Las posiciones más enfrentadas fueron las de Brasil por un lado y las de Europa y EEUU, por la otra.

PC: Pero lo que yo he leído de Vía campesina y CLOC al respecto es justamente una posición crítica a la liberalización a los mercados. ¿Qué piensas tu respecto a proponer que los países hoy día que no tienen subsidio a la agricultura lo tengan? Me pregunto si eso es viable como alternativa, por ejemplo, que los países africanos subsidien la ganadería.

JB: Subsidiar la agricultura del tercer mundo me parece absolutamente imposible. Si la política fuera subsidiar todo el proceso agrario en el mundo, bueno yo no lo veo racional ni posible, piensa que el 50% de la población en el mundo es rural -tu sabes que el año 2007 fue el año del quiebre de 50 y 50 entre la población rural y urbana-. Uno podría decir que hay niveles de subsidio que podrían existir, en el sentido de favorecer ciertos mercados, pero la lógica para un proceso de largo plazo sería transparentar los mercados, porque si no se transparentan los mercados no veo posibilidad de mercado internacional, si es que estamos hablando de mercado internacional. Una cosa distinta sería la estrategia, y esto me parece que la Vía Campesina tiene razón, una estrategia mucho más de autosuficiencia alimentaria, pero esto es una posición distinta a los mercados, es una posición, sobre todo en los países pobres, de cómo se logra una autosuficiencia, autonomía alimentaria, seguridad alimentaria, no en términos monetarios sino de producción directa.

Una cosa es el tema de transparentar y ordenar los mercados de alimentos y otra cosa es la estrategia de asegurar niveles importantes de auto producción de alimentos, lo que tiene que ver con el tema de la seguridad alimentaria. Mi opinión es que se debe distinguir claramente entre seguridad alimentaría y autonomía alimentaria, y muchas veces allí existe una confusión. Porque la autonomía alimentaria de Níger, por ejemplo, ¿consistiría en que se va a condenar a esa población pobre, a comer “mijo” para siempre? Además con las variaciones climáticas de ese país casi desértico la cuestión del hambre allí no se resolvería nunca. No nos parece justo. Así no tiene sentido un programa de autonomía alimentaria.

PC: Precisemos el asunto de seguridad alimentaria y la cuestión de los mercados que pareciera ser clave en este debate.
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JB: La historia humana es la historia de los mercados, de los mercaderes que llevan productos de un lado a otro. Esa no es la historia del capitalismo, ahí hay un error de concepto, mercado y capitalismo no son lo mismo, eso hay que tenerlo claro en términos teóricos. El mercado ha existido desde siempre, por ejemplo el mercado de la sal. Las caravanas cruzaron el Sahara, pasaron por Timboctou, y fueron dejando en su caminar un nuevo lenguaje, el Suahili, la lengua de los comerciantes. Mucho antes que llegara el capitalismo al mundo andino, los aymaras (“los fenicios de los Andes”) cruzaban con sus caravanas de llamas cargadas de coca y productos esas grandes montañas. El intercambio de productos está en la base de todas las sociedades y en particular en el mundo campesino; por ello se habla de un “modo de producción mercantil”, para referirse a las sociedades campesinas.

La verdad que ese auto “encriptamiento” anti mercado de algunas posiciones, yo no lo veo posible, no veo que sea interesante siquiera, ni siquiera posible, porque si tu tienes unos países tropicales, por qué no van a poder tener por ejemplo pan, si estamos en un mundo extremadamente global. Yo creo que los objetivos en términos de derecho de alimentación, es que los campesinos pudieran producir en igualdad de condiciones, de modo que no ocurra que unos producen con las manos amarradas y otros con dos manos y además con ventajas, subsidios, subsidiado el petróleo, las maquinarias, etc. etc. Para allá es donde debe ir a mi modo de ver. Un comercio equitativo, justo, decente, en fin, el intercambio no desigual entre los que producen en el campo y los consumidores.

PC: Pasemos ahora a los efectos de la crisis financiera internacional sobre la producción de alimentos.

JB: Bueno entonces a esto se agrega, después del fracaso de estas rondas y negociaciones internacionales, se agrega la crisis financiera y la cuestión del uso especulativo de las viviendas (o crisis subprime) que tuvo el siguiente efecto: los bancos estaban dando unos intereses altamente especulativos por sus depósitos. En una conferencia con gente de la UNCTAD, mostraban las tasas de interés que estaban dando los grandes bancos europeos hace 4, 5 años atrás que en algunos casos eran enormes, entonces ellos se preguntaban de dónde logran sacar una tasa de interés de esa naturaleza. Eso ocurre solamente en el comercio de las armas o de las drogas; o era una especulación desatada, porque que tu pongas un dinero en un banco y que te den el doble prácticamente en un año es porque alguien está especulando de manera absolutamente desatada. Entonces se vinieron a dar cuenta tarde de cuáles eran las áreas donde estaban haciendo esto y se dieron cuenta que las inmobiliarias en EEUU se había lanzado en un proceso especulativo imparable y que terminó con esta crisis al subir Obama a la presidencia, que llevó a que quebraran una cantidad de Bancos y se produjera ese proceso de salvataje increíble. En ese momento, el mundo financiero se trasladó a los mercados alimentarios y ese es un fenómeno que no había ocurrido antes; antes ocurría que los mercados de alimentos han sido muy variables en sus precios, el mercado de la azúcar por ejemplo se conoce por su inestabilidad, sube y baja, lo que llevó a las políticas de cuotas. Ahí hay un proceso nuevo que es especular contra productos que aún no existen, cosechas futuras; entonces empieza a aparecer, igual que en la bolsa, compra de productos de producciones que nunca han existido. Es una cosa bastante loca, ya no es el mercado de los productos y las cosas que están dando vueltas en el mercado, sino que ahora es un stock imaginario y ese stock imaginario puede funcionar en el petróleo, por ejemplo, porque tu tienes los pozos y están ahí, pero en la agricultura es muy complicado porque si tu tienes un stock imaginario de arroz, y si vienen unos monzones que provocan un desastre en Tailandia, bueno, ese stock "imaginario" no se va a realizar no se va a transformar en arroz y se va a producir una contradicción brutal entre las expectativas de precio que ya han sido pagadas y la realidad de los productos que están en ese momento ahí. Eso llegó a un salto en los precios de los alimentos básicos que son los que entran en esta bolsa enorme que es escandaloso, llevó a hambrunas, llevó a un salto al aumento de la pobreza en todo el mundo, incluso en Chile. En la última CASEN, el aumento de la pobreza en Chile es producto de este fenómeno que estamos hablando, cuestión que aquí no se habla, productos como la leche se pegó una subida del 30 - 40% mundial y en Chile, y así otros productos: el pan, el arroz. Yo hice el estudio de los fondos de alimentos de Naciones Unidas que es básico pasa los campamentos de refugiados de millones y millones de gente en el mundo, y la situación es dramática porque el fondo que tenía disponible Acnur, el Fondo de Alimentos de la ONU, por ejemplo era de mil millones de dólares para comprar alimentos y con eso comprabas 100 mil toneladas de alimentos; con los mil millones hoy día compras 50 mil toneladas de alimento, entonces compras la mitad y por lo tanto se están muriendo de hambre la gente en los campamentos, esa es la consecuencia. Por eso se convocó a la reunión de Roma de la FAO, que terminó en cero, no fueron capaces ni siquiera de hacer un diagnóstico compartido de lo que estaba ocurriendo con este sistema de especulación alimenticia y por lo tanto entonces –te estoy contestando largamente tu pregunta de por qué fracasan- y fracasan por una razón muy sencilla, porque cada Estado, mucho más que Estado, la Unión Europea incluso, gatilló en tratar de salvar sus bancos, sus bancos grandes, y no fue a la fuente y causas del proceso que estaba llevando a este colapso financiero internacional. Fue una reunión que terminó sin ningún acuerdo, nada. Joseph Stiglitz, el Premio Nobel de economía, acaba de sacar un libro, 2010, que en inglés se llama Freefall, “Caída libre” y en francés se tradujo como el “Le triomphe de la cupidité”[5]. Señala que el año 2008, esto es el año en que se produjo esta crisis, significará un quiebre en los sistemas financieros y del capitalismo mundial. Es extraordinariamente pesimista acerca del futuro.

A ello se agrega un asunto que va a complejizar más la crisis alimentaria internacional, que es el tema de los biocombustibles y eso viene de otro lado que tiene que ver con la crisis energética, la crisis del petróleo, con presiones medio ambientales que tratan de encontrar fuentes de energía alternativa. Se pone el énfasis por ejemplo en la energía eólica que es sin duda buena, sobre todo a nivel local, pero vamos a terminar con una contaminación visual increíble si se quisiera reemplazar el petróleo o energías convencionales, porque todos los campos del mundo van a estar llenos de molinos, de esas aspas fantasmagóricas, porque no son los románticos molinos de viento del Quijote. Entonces es muy complicado esto y aquí se cambian los naipes, porque Brasil, que en un aspecto estaba a favor de la constitución del mercado internacional, en la cosa de los biocombustibles se transformó en uno de los pioneros del mundo y está absolutamente en contra de cualquier restricción en biocombustibles. Ahora ¿qué ocurrió con los biocombustibles?, no es que en términos estrictos el porcentaje de maíz, que es el principal alimento que va al biocombustible, sea muy grande, pero sí la curva es creciente y eso ha conducido a que aumente la presión por precio, porque si tu tienes un mercado de maíz del cual cada año el 1 % del mercado mundial pasa a biocombustibles, tu te das cuenta que va a haber una demanda sostenida por mucho tiempo y por lo tanto el precio del maíz va a estar alto y va a subir en general por mucho tiempo. Además, si las empresas de biocombustible tienen que tener, qué se yo, quinientas toneladas de maíz diario, no es como el sistema del mercado que si el maíz está muy caro en vez de tortillas compras pan. Entonces eso significa que está succionando una cantidad increíble de la producción maicera norteamericana con lo cual el precio del maíz se va a mantener en alza en los próximos largos años Las consecuencias de eso a los pueblos maiceros, como en México con la tortilla, etc. lo estamos viendo, o sea la crisis de gobernabilidad que hay en México tiene mucho que ver con la crisis alimentaria y el aumento de los precios de los alimentos básicos y concretamente la arepa venezolana, la tortilla en los países centroamericanos, etc. etc. entonces son cosas que se agregan, se van agregando a eso. Y con esto termino.

PC: ¿Y qué ocurre con los campesinos en este contexto de crisis alimentaria internacional?

JB: Algunos creyeron que con el alza de los precios de los alimentos, los campesinos de los países más subdesarrollados iban a tener más oportunidades; eso aquí en Chile se lo pensó con el tema de la leche, porque subió el precio, sin embargo, como son precios especulativos no son precios constantes sino extremadamente fluctuantes. Por ejemplo con el arroz, esto llevó a que Tailandia produjera una gran cantidad de excedentes de sobreproducción, llevó a que subiera el precio y se desplomara de una manera brutal ante lo cual quedó el desastre en muchos países africanos que se habían entusiasmado en la producción arrocera y volvieron a caer. Es muy difícil establecer políticas con esta crisis.

En el documento ya citado que preparamos junto con Ziegler, Zulficar, Chung y otros, se planteó una prohibición temporal, un alto en los mercados especulativos, es decir sacar el mercado del trigo o del maíz de los mercados especulativos. Se agregó también una prohibición temporal al aumento de la producción de los biocombustibles que tienen su origen en alimentos de primera necesidad, con lo que se dejaba fuera a la caña de azúcar por ejemplo. Esas propuestas no están aún en las mesas de discusión.

Los Comentarios por ejemplo del Gobierno de Canadá al Informe Preliminar que hemos elaborado son increíblemente violentos. Dicen que frente al estudio que hemos realizado, Canadá está “decepcionado e insatisfecho”. “Canadá tiene particular problema con muchos de los temas abordados, y/o el tratamiento que se les ha dado… Debe notarse que el incremento en los precios de los alimentos básicos[6] en 2007-2008 y que conllevó a la crisis alimentaria no ha continuado en 2010. Los precios internacionales de alimentos básicos clave ha disminuido durante los primeros meses de 2010, según la última edición del informe bianual Food Outlook de la FAO, emitido el 3 de junio 2010".[7]. Es interesante ver que los países desarrollados y la FAO también, tratan de no ver las causas de estos problemas. Se refugian en el hecho que los precios han bajado. ¿Quién asegura que no subirán, si no ha habido ningún cambio de política?

(Mientras se editaba esta entrevista se ha producido el alza violenta de los precios del trigo. Por las razones ante dichas a mediados de julio del 2010 se comenzaron a percibir alzas en los precios de este producto básico. En los primeros días de agosto la tonelada de trigo pegó un salto de los treinta euros a los 100 y ha seguido subiendo. Se está empinando a los precios de la crisis del 2007/2008. Demasiado rápido la tesis de la estabilidad de la FAO y a la que recurre en su comentario el Canadá se ha ido al suelo, con consecuencias que pueden ser lamentables)

PC: Es tan grave la situación que planteas, en términos que uno es inconciente como ciudadano de un pequeño país del sur del mundo, pero es un problema global tan grave que además no se puede abordar por partes como decía por ahí el documento de los derechos económicos, sociales y culturales,…. Como el derecho a la vivienda que se define en las Convenciones como progresivo, en este caso de la alimentación no es progresivo: o te mueres de hambre o vives, es muy polar la situación y entiendo que desde la perspectiva económica, macroeconómica tiene estos problemas para ser abordado, pero ¿es desde dentro del modelo económico que ustedes están formulando estas propuestas?

JB: No existe en el mundo ni teóricamente ni prácticamente ninguna propuesta alternativa del modelo de funcionamiento del capitalismo mundial, tardío, o como tu le llames. Pensar a nivel internacional que hay un esquema alternativo en este momento sería ingenuo. Sistema alternativo a qué, lo único que se puede hacer hoy día a nivel internacional son modificaciones y restricciones al mercado de alimentos; ordenamiento creciente de los sistemas de intercambios agrícolas; actuar contra los subsidios; proteger las pequeñas agriculturas, en fin. Las ideas nuevas son aún muy preliminares. El libro de Tim Jackson, “Prosperity without growth” es por ejemplo un análisis del mayor interés, pero aún se ubica en los medios académicos, o académico políticos. El Prefacio de Mary Robinson, la ex Presidenta de Irlanda, Alta Comisionada de Derechos Humanos de Naciones Unidas y hoy Presidenta de Oxfam es un llamado de atención extraordinario. Son las voces del futuro quizá[8]. En todo caso da esperanzas y yo trato de ubicarme allí.

PC: En la cumbre de Cochabamba, abril de este año, se discutió la propuesta del ALBA para viabilizar un modelo económico socialista, ¿qué piensas de esa propuesta que tiene componentes de producción local orientada a un mercado local y no al mercado internacional?, ¿tiene viabilidades concretas?

JB: Me pregunto ¿es viable esa propuesta de autonomía alimentaria local como alternativa radical? Yo personalmente me siento cercano a propuestas utópicas como esas, pero dudo que tengan viabilidad. En Chile tenemos una posibilidad efectiva por su larga geografía, y son pocos los países que la tienen…. por la diferenciación climática, de tener un nivel de auto sustentabilidad alimentaria gigantesca, con una enorme diversidad alimentaria. Voy a decirlo de otra manera. Chile podría producir prácticamente todo lo que necesita para comer y es un tema de planificación financiera. Si Chile establece un precio adecuado y equilibrado para el trigo no tendría para qué comprar a nadie en el exterior, lo mismo con las papas, el vino, y casi todos los alimentos. Lo único que Chile importa es plátano, piñas y para de contar, incluso los pascuenses dicen: nosotros podríamos venderle todas las piñas al “continente”, si tuviéramos algún apoyo o subsidio para enviarlas; por lo tanto Chile tiene una situación excepcional. Con todo eso, ¿cuánta tierra ocuparíamos para auto abastecernos? no más de un 30% de la tierra son los cálculos más conservadores, y ¿qué hacemos con el resto? O sea nos tomamos todo el vino, nos comemos toda la fruta, nos gastamos todas las tablas de los bosques, hay que darle a la imaginación... es ingenuo. O sea la capacidad que tiene Chile para producir su agricultura es 5, 6, 7, 10, 20 veces la capacidad que tenemos de comer. Es una política económica muy poco interesante e irreal pensar en el siglo XXI que tu vas a producir solo lo que comes, o sea nosotros podemos alimentar desde kiwis hasta carne de primera a medio mundo. Voy a decirlo de modo brutal, no hay un modelo alternativo a eso, o sea quemar todas las bodegas de vino y dedicarnos a ser pastores, si ese es el modelo, si alguien plantea ese concepto de seguridad alimentaria o como una suerte de “soberanía alimentaria”, a lo menos esa tendencia creo que es un error. Yo no participo de esas ideas, y no creo que nadie participe. Ese es el modelo de la Apocalipsis, es el modelo de cuando el mundo estalló y vinieron los trogloditas de la guerra de las galaxias. No, yo no veo que exista eso como una posibilidad real ni efectiva.

El comercio internacional y los mercados internacionales son parte de la vida de este mundo desde que el mundo es mundo. Los arqueólogos encuentran puntas de flechas de piedras traídas de lugares lejanos e intercambiadas por otras piedras preciosas; el comercio de la seda organizó al mundo y a Europa; hay porcelana china en la Edad media y en miles de partes antiguas del mundo. El comercio es parte de la humanidad, no más. Rechazar el comercio es absurdo e inútil. Que ese sea el modelo del ALBA, es muy curioso, que van a comer lo que producen. Si eso es lo que se propone es algo parcial y limitado.

Hoy día el problema mundial es el problema del hambre, cada 2 minutos se muere un cabro chico; y se muere un cabro chico porque no hay una política racional, porque no hay mercados internacionales, porque los mercados de alimentos están totalmente desfigurados, porque mientras hay grupos que comen hasta hartarse, hay grupos que no tienen qué comer. Fíjate que el gran problema actual no es por la falta de oferta de alimentos, o sea, no existe problemas en la oferta de alimentos, sobran alimentos en el mundo, es tanto así que los alimentos los están quemando y los están transformando en combustibles, entonces la gente no entiende esto, dicen que estamos falta de alimentos en el mundo, por eso la gente se muere de hambre. No señor, sobran alimentos en el mundo y por eso se mueren de hambre, fíjate, es al revés.

PC: Entonces tú dices que hay dos caminos que se pueden ir desarrollando paralelamente para encarar este grave problema. Uno es el camino de los grandes acuerdos en materia de comercio internacional, de fijar límites a la especulación, que incluye el mercado financiero y agrícola y por otro lado está la vía de los derechos campesinos, si esto puede contribuir o no, y ahí la pregunta es, cómo en esos derechos campesinos, aparece la reforma agraria por ejemplo y el tema de la soberanía alimentaria.

JB: Yo creo que no son dos temas del mismo nivel, o sea, el tema de los mercados alimentarios y de la inseguridad alimentaria a nivel global, está íntimamente relacionado con el de los derechos campesinos. ¿Por qué su actual interés e importancia? Los derechos campesinos plantean en el fondo la mantención de las poblaciones rurales en el campo, la viabilidad de la producción rural y por lo tanto ciertos derechos específicos sobre el resto de la población con el objeto que esas poblaciones no migren, no se vayan a las ciudades, etc. etc. Entonces para los países desarrollados este tema obviamente tiene algunos elementos de mucha importancia, por ejemplo el tema de la migración. Fomentar el desarrollo de las sociedades rurales africanas obviamente tiene que ver con limitar in situ las migraciones que van a Europa, ahí tenemos un primer elemento. En segundo lugar se trata de sostener a las poblaciones rurales y ello es de interés de los países subdesarrollados. Ahí viene el tema de la seguridad alimentaria, entendida como tener algún grado mayor de producción agrícola local de manera de hacer más sencillo y sustentable el proceso económico. No me cabe la menor duda que un país que tenga una base alimentaria diversificada local, autosostenida, barata, está en mejores condiciones para exportar otros productos agrícolas, etc. etc. Quiero decir que hay una relación íntima entre un comercio alimentario justo, y un concepto de “seguridad alimentaria” que permita la reproducción de las poblaciones rurales en el trabajo agrícola. Lo que no puede haber es una cosa separada de la otra. No entendería un concepto de “seguridad alimentaria” como de los monjes de algún convento que no comercian con nadie. Por el otro lado el actual mercado internacional implica la inseguridad alimentaria más terrible de los campesinos. Creo que son ambos procesos.

PC: ¿Y qué relación existe en este caso con el tema de los monocultivos?

JB: Acabamos de publicar en Suecia un libro para la asociación mundial contra los monocultivos. La tendencia del monocultivo obviamente conduce a una dependencia y a una debilidad del sistema agrícola gigantesca, baja el precio del trigo y se derrumba todo el sistema y se producen las hambrunas, las manifestaciones como recientemente en Maputo, Mozambique, en fin. Un concepto adecuado de “seguridad alimentaria” como desarrollamos en esta conversación, unido a mercados justos y decentes, no tiene como exigencia los monocultivos; estos son parte de la estructura de mercados indecentes, inadecuados, especulativos, en fin, todo lo que hemos criticado.

PC: Y los transgénicos, ¿están en la misma línea de análisis?

JB: Por cierto, los transgénicos establecen una dependencia de los campesinos de las semillas producidas industrialmente: lo que acaba de ocurrir en Haití (Pamela Caro: te refieres a las semillas de Monsanto) claro, ahí hay un tema interesantísimo, la Vía Campesina en ese sentido está a la vanguardia de ese tipo de cosas. Ahí hay cosas que a mi modo de ver son muy importantes y que están dentro de este tema de los derechos campesinos.

PC: Se trataría por tanto de una vía alternativa para encarar el tema del hambre y la crisis alimentaria mundial…

JB: Uno podría decir que si tenemos una sociedad que protege a sus campesinos, que entrega tierras a través de la reforma agraria, que protege las semillas etc. podríamos decir que tendrían un grado de seguridad alimentaria mayor. Eso no resuelve en forma automática el mercado mundial de alimentos, pero colaborará a su transformación.

PC: ¿La soberanía alimentaria, es un derecho que está contemplado en los derechos campesinos?, porque no me has hablado de ese tema, más bien has hablado de seguridad alimentaria, pero hay un diferencia entre los dos.

JB: ¿Qué sería soberanía alimentaria según tu punto de vista?…

PC: Para la Vía campesina y citando a Irene León es el derecho a decidir qué producir, dónde producir, cómo y cuánto producir. Seguridad alimentaria sería el derecho a alimentarse, es el derecho a acceder a los alimentos, “soberanía” es el derecho a decidir, qué, cuánto, dónde y cómo producir soberanamente, en síntesis.

JB: Claro, yo estoy de acuerdo con esa idea de soberanía: que los campesinos tengan en sus manos las decisiones de producción. Ese es un derecho humano fundamental, a pesar que es extremadamente difícil, porque el qué producir está dado fundamentalmente por la historia, la tradición, la cultura y el clima, tantas cosas, pero uno podría decir: ningún campesino o campesina está obligado a producir los alimentos, productos, que no sean de su interés y voluntariamente, en eso estoy de acuerdo. Si el Estado dice esta región va a producir tabaco, el campesino tiene derecho a decir: no, yo quiero seguir produciendo trigo, porque el trigo me lo puedo comer y el tabaco no. En ese tipo de cosas si estoy de acuerdo, en ese concepto de soberanía me parece interesante.

Sin embargo este concepto de soberanía tiene el peligro de ser super liberal, porque en términos finales, él que decide sobre la producción es el productor, es muy peligroso eso también.

PC: De acuerdo a documentos de Vía Campesina soberanía alimentaria no es el derecho del productor sino del pueblo, es el derecho de los pueblos, o sea sería un derecho colectivo no individual, no es que campesino productor individual, sino que es el derecho de los pueblos a definir sus propias políticas de agricultura y alimentación.

JB: Pero, en este caso…¿quienes son los pueblos… ¿¿las naciones?? ..el Gobierno???

PC: Más bien las comunidades agrícolas, las sociedades rurales, un poco lo que definiste en el artículo que traspasan las fronteras nacionales.

JB: Yo estoy de acuerdo en que hay que trabajar esa perspectiva, hay que trabajar en eso, estoy de acuerdo sabiendo que es un tema muy complejo. Por ejemplo, se opone a un cierto concepto de lo que serían las limitantes sociales de la propiedad, todas estas cosas son extremadamente peligrosas en el sentido que, tú las puedes utilizar en forma extremadamente positiva, en que dices, lo que nosotros, lo que queremos es que el pueblo, esta comunidad maravillosa, perfecta se junte, etc. etc. etc. que diga qué vamos a producir, cómo lo vamos a hacer, y uno opina, qué bonito, yo voy a producir flores y tu maíz. Bueno, pero eso lo dijo un personaje muy curioso en la historia de la humanidad que se llama Adam Smith, y Adam Smith fundó el liberalismo, entonces cuidado. Segundo, si uno dice el derecho que cada uno tiene, cada grupo humano, perfecto, la gran última hambruna que hubo en el Niger, en que murieron miles de miles, yo lo estudié. ¿Y qué fue lo que ocurrió ahí? Ocurrió que tenían harina de mijo que es lo que comen en ese lado del mundo, los harineros en stock muy grande, quedaba todavía, entonces presionaron al gobierno para que no pidiera ni dejara entrar la ayuda internacional alimentaria y se fue posponiendo semana a semana porque sabían que llegaban los aviones cargados con sacos de harina y el precio de su harina que estaba en los molinos se desplomaba, entonces se postergó la ayuda internacional para defender la economía local, por 15, 20, 30 días; entonces tú dices, bueno eso es lo que deciden los locales. Allí no fue la culpa de las transnacionales sino de los pequeños y medianos comerciantes de Mijo. Y murieron miles y miles de niños, pero miles, fue una catástrofe alimentaria que salió en todas las noticias con niños famélicos, con las guatas enormes hinchadas. Por eso pregunto, ¿pero quiénes son los pueblos locales, quien le enseña a los pueblos locales? O sea yo estoy trabajando con Cobquecura (una de las comunas costeras más afectadas por el megaterremoto del 27 de febrero del 2010) y ayer fuimos al Senado, llegó una micro y fue fantástico, la gente aplaudió… pero quiénes eran los que venían de Cobquecura, ¿tú crees que venía el que está barriendo la calle? No pues, vienen los notables del pueblo, el alcalde, el comité del pueblo que está formado por un grupo de personas notables, una señora fantástica, que es dueña de una residencial, la otra era la señora dueña del Restaurant El Copihue (Pamela Caro: la elite del pueblo)… obvio, no son millonarios, son gente de mucho esfuerzo, pero quienes van a decidir la producción en Cobquecura serán ellos; estos mismos fueron a los que llamaron a la gran reunión de Vía Campesina en Cobquecura, hace unos años atrás, el Congreso latinoamericano campesino. Entonces es super complicado: la discusión es quien decide la soberanía alimentaria.


Santiago de Chile, 22 de Septiembre 2010 (última revisión)

- Pamela Caro es investigadora del Centro de Estudios para el Desarrollo de la Mujer, Cedem.


- José Bengoa es Profesor de la Escuela de Antropología de la UAHC y Experto Independiente del Comité Consultivo de Derechos Humanos de la ONU y del Grupo de Redacción sobre el Derecho a la alimentación y los Derechos Campesinos de Naciones Unidas.

[1] Se trata de un documento que resume las deliberaciones de la Conferencia Mundial de Derechos Humanos realizada en Nantes y del Comité Consultivo de los Derechos Humanos de Naciones Unidas en Agosto último en Ginebra www.centrodedocumentacion.wordpress.cl

[2] La entrevista inicial ha sido realizada el 29 de Julio del 2010 y se la ha editado durante agosto para una publicación preparatoria a la reunión de Quito. En estos días la prensa internacional nos ha informado de una serie de hechos que grafican de manera muy clara lo que aquí se está tratando de señalar. En Europa el verano retrasó las cosechas de frutas. A fines de agosto, en la ciudad francesa de Lyon y en muchas otras partes, los productores, campesinos franceses, salieron a las calles a regalar duraznos, ciruelas, hortalizas y una cantidad enorme de productos. Una protesta en el mes de Agosto había conducido a botar una gran cantidad de hortalizas a la calle ya que los precios impedían siquiera pagar la recolección. En la misma semana que ocurrían estos hechos en Francia el diario Le Monde traía la noticia de la pérdida de miles y miles de toneladas de trigo y arroz en las bodegas del Estado en la India. Para hacer frente a la crisis mundial de alimentos ese enorme país, con un Estado muy fuerte, realiza gigantescas compras de alimentos básicos. La Corte Suprema de la India ha dictado una resolución para que esas reservas puedan ser utilizadas dado el nivel gigantesco de hambruna existente en ese país. La mayor parte de esos alimentos están podridos, comidos por ratas y se han inutilizado. Esas miles de toneladas se han comprado fundamentalmente para mantener los precios de los comerciantes agrícolas. La tercera noticia se refiere a las manifestaciones que están ocurriendo en Maputo, Mozambique como consecuencia del alza de un 30% en la harina y en el pan. Esto es la consecuencia de las recientes alzas del trigo en los mercados mundiales. Los ejemplos siguen y demuestran el estado caótico de los mercados mundiales de alimentos. (JB 1 de septiembre 2010).

[3] La política migratoria europea y española es altamente cínica. En el seno de la ONU hemos denunciado junto a varias ONGs el modo cómo las comunidades de la península solicitan mano de obra a las Islas Canarias. Allí llegan sufriendo miles de peligros las “pateras” desde África. Son botes cargados de personas regentados como en la “trata de esclavos”, por personas inescrupulosas que hacen el negocio de cruzar a migrantes a Europa. El riesgo es muy alto y aunque las estadísticas no son posibles se dice que de cada diez personas que se lanzan a cruzar solo llegan seis, las otras mueren en el camino. Todo el mundo cree que al arribar a las Islas Canarias son devueltos a sus países de origen. Nada de ello. Por el contrario, son solicitados por las “Comunidades” de España, bajo la forma de cupos, lo cual los hace aparecer como muy solidarios…. y se trata solamente de necesidades de mano de obra. Son trasladados en avión y entregados a empresas de producción generalmente de hortalizas. Hay numerosos estudios que muestran que esas personas viven en una suerte de semi esclavitud. Las condiciones de existencia en África probablemente eran peores, lo que los lleva a aguantar estas circunstancias.

[4] Ver nuestro estudio: “Preliminary study of the Human Rights Council Advisory Comitee on discrimination in the context of Right to food”. A/HRC/13/32.

[5] Joseph Stiglitz. Le triomphe de la cupidité. Les liens qui liberte d. Paris. 2010.

[6] “Staple food” en inglés, que se refiere a los alimentos de primera necesidad tales como maíz, arroz y trigo. Hay una referencia al asunto de los biocombustibles.

[7] Respuesta del Gobierno de Canadá al Estudio Preliminar antes citado. (Cita traducida por ALAI). Se recibieron más de treinta respuestas de países a este estudio. Canadá y otros países se niegan a que se hable de “campesinos” y solamente aceptan “gente que trabaja en el medio rural”.

[8] Tim Jackson. Prosperity without growth. Economics for a finite plante. Earthscan. England. 2009. El autor presidió la Comisión Inglesa de análisis de la crisis de la que hablamos en esta entrevista.

Fuente: ALAI

Temas: Movimientos campesinos

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