Venezuela: indígenas denuncian a mineros por persecución y desaparición en sus pueblos
Mineros han invadido a los pueblos Yekuana y Sanema, destruyendo todo lo que encuentran a su paso para quedarse con las tierras
Hasta ayer tarde se encontraban tres jóvenes y un niño indígena desaparecidos.
El capitán yekuana, Ramón Tomedes denunció una invasión de mineros en los pueblo indígenas del Alto.
Indígenas de los pueblos Yekuana y Sanema, ubicados en el Alto Caura, denunciaron ayer a grupos de mineros de desalojo, persecución y desaparición de tres jóvenes y un niño, para quedarse con sus tierras y realizar trabajos de minería.
El capitán Ramón Tomedes, representante del territorio indígena del Alto Caura, junto a la antropóloga Nalúa Silva Monterrey y de Luis Alvarez, representante ecológico de Guayana, al denunciar la situación, dijo que la misma se genera porque en el citado territorio se corrió la voz de que había sido descubierta una “bulla minera”.
Señaló que fue así que a los pueblos yekuana y sanema llegó una cantidad considerable de mineros, tanto criollos, guyaneses, brasileros y colombianos e inició una persecución con la idea de desalojarlos de sus territorios, en los cuales llevan más de 500 años y que el doce de octubre les serán entregados los títulos como propietarios de los mismos.
El dirigente indígena apuntó que la arremetida fue de tan gran magnitud, que tres jovencitas y un niño se encuentran desaparecidas, tomando en cuenta que muchos debieron internarse en la selva para salvar sus vida, acotando que el territorio Yekuana es de cuatro millones 200.000 hectáreas y que es hábitat de 5.000 hermanos autóctonos.
En vista de la situación reinante en la zona, un grupo de dirigentes indígenas se dirigieron a la población de Maripa con la idea de denunciar el saqueo y el desalojo, pero hasta allí llegaron los invasores e iniciaron una cacería de cuanto dirigente se encontrara presente, al mismo tiempo que incendiaron y redujeron a cenizas la vivienda del concejal indígena José Wanyu Torres, así como en las comunidades de San Pedro de Araguaña y Aranaqueña, el centro de comunicaciones de Cuyuhani.
El Capitán significó que la estampida fue tan grande que no se sabe a ciencia cierta cuantas personas se encuentran desaparecidas, porque muchos debieron huir hacia otras comunidades o internarse en la espesa selva del Alto Caura y que un niño sanema, que cuidaba la casa del alcalde Juan Carlos Figarella, la cual fue quemada, presenta quemaduras en varias partes del cuerpo.
Recalcó que ayer lunes el caso fue denunciado ante la Fiscalía del Ministerio Público, Defensoría del Pueblo, Federación Indígena y Asamblea Nacional, a la vez que solicitó protección para los pueblo indígenas y sus habitantes.
Por su parte Nalúa Silva Monterrey, representante del Centro de Investigaciones Antropológicas de Guayana de la UNEG, condenó enérgicamente la invasión de mineros a la cuenca del río Caura, puesto que el mismo es patrimonio, no solamente del país, sino del mundo, destacando que la misma es la única virgen del planeta y donde habitan 126 especies de pájaros, de las cuales un gran número son únicas del mundo.
Adicionó que en el inmenso reservorio de agua, animales y todo tipo de peces, flora y recursos de biodiversidad que solamente existe en esa cuenca donde recaen seis figuras Abraes, o bajo regímenes especial, como son los Parques Nacionales, Jagua Sarisariñama, Sierra La Maigualidad, el Parque Ichunguanacono, la Zona Protectora Sur del estado Bolívar y la Reserva Forestal del Caura y que se había planteado la creación de una reserva de biósfera, por lo que es un pulmón de Venezuela y de la Humanidad.
En ese sentido hizo un llamado para la búsqueda de alternativas económicas que sean sostenibles en el tiempo para la cuenca del Caura y así las personas que viven en esa región mejoren su calidad de vida sin recurrir a los trabajos de la minería descontrolada.
Mientras que el profesor Luis Alvarez, en representación de los grupos ecológicos del estado Bolívar, también condenó la depredación ambiental de la cuenca del Caura y anunció que ya fueron puestas en conocimiento de la situación todas las organizaciones ambientales del país, pues se considera que los indígenas han venido desde hace mucho tiempo librando una lucha por la conservación de dicha zona, la cual es de reserva para la vida humana y que la minería lo que hace es destruir y no mejorar el ambiente.