España: ecologistas y agricultores denuncian que los transgénicos no sólo perjudican la salud sino también el medioambiente

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Sin embargo, desde el instituto de cuestiones agrarias y medioambientales aseguran que los cultivos que se aprueban tienen todas las garantías para el consumidor

Los ministros de Agricultura de los Veintisiete decidían esta semana no votar la aprobación del cultivo de patata transgénica al no llegar a consenso.

La principal pega de los ecologistas es que los ingenieros han introducido a la patata también un gen para darle resistencia a los antibióticos. Sin embargo, los que apuestan por este tipo de cultivos aseguran que los controles de salud son rigurosos y que no existe ningún tipo de riesgo para los consumidores.

Para los ecologistas la posición del gobierno español muestra su apoyo incondicional a estos productos modificados genéticamente, lo que ha convertido a España en la avanzadilla de este tipo de cultivos.

La siembra de transgénicos fue autorizada por primera vez en España el año 1998, y sólo para el cultivo de maíz. En estos diez años, las hectáreas cultivadas de maíz transgénico han crecido de forma considerable.

Así, en los últimos diez años, las hectáreas cultivadas de maíz transgénico han crecido hasta las 60.000 y las 80.000, según datos del Ministerio de Agricultura.

Desde un principio, estos cultivos se han visto envueltos en una fuerte polémica y se ha caracterizado por una fuerte oposición de sectores ecologistas y organizaciones civiles.

Mientras en muchos países europeos se retiran del mercado alimentos con ingredientes modificados genéticamente, en España se están introduciendo a gran velocidad. Ya se pueden comprar platos precocinados, papillas infantiles y varias marcas de galletas que los incluyen, y de seguir así, pronto pueden llegar tomates, patatas, plátanos, café...

Científicos, ecologistas, fabricantes y consumidores discuten sin acuerdo sobre los posibles riesgos para la salud y el medio ambiente de los productos transgénicos. Hasta el momento, el maíz transgénico sólo se ha autorizado para consumo animal, por lo que penetra en la cadena alimenticia humana de manera indirecta..

El Comité Andaluz de Agricultura Ecológica, va más allá y denuncia que el uso de productos modificados genéticamente provoca la contaminación de los cultivos ecológicos y, lo más importante, la pérdida de la biodiversidad. Lo que termina afectando al equilibrio en los ecosistemas con consecuencias que son irreversibles. La asociación ecologista Amigos de la Tierra asegura, además, que esta contaminación perjudica a un sector muy importante del mundo rural.

El director del Instituto de Cuestiones Agrarias y Medioambientales, Daniel Pérez, afirma que existen medios eficientes que evitan este tipo de contaminación y que es posible una convivencia entre cultivos ecológicos, tradicionales y transgénicos.

Desde el comité andaluz de agricultura ecológica se apuesta por la defensa de los agricultores y no por las políticas de las grandes multinacionales que realizan países como Estados Unidos. En esta línea, Francisco Casero afirma que en la actualidad la agricultura ecológica debería ser un referente para las estrategias europeas de desarrollo agrícola.

Por su parte, los agricultores de cultivos ecológicos exigen mayor atención de las administraciones.

EMA RTV, España, 22-02-08

 

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