España: Alicante hipoteca su sector agrario y apícola con la siembra de transgénicos

La provincia de Alicante inauguró el cultivo comercial de maíz transgénico en el País Valenciano en 2011 con la siembra de 127 hectáreas, lo que pone en peligro las producciones de maíz ecológico y convencional e introduce en nuestro territorio los riesgos de unos cultivos con muchos interrogantes respecto a su inocuidad.

Según datos del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, en la provincia de Alicante se sembraron en 2011 127 hectáreas de maíz modificado genéticamente de la variedad MON810, de la multinacional Monsanto.

Los organismos modificados genéticamente (OGM) o transgénicos, son variedades agrícolas en las que se han introducido genes de otros seres vivos. En el caso del maíz MON810, el único autorizado en España para su cultivo comercial, se han introducido genes de una bacteria, el Bacillus thuringiensis, que produce toxinas dañinas para una de las plagas del maíz, de manera que toda la planta lleva incorporado el plaguicida.

España es el único país de la UE que siembra este tipo de maíz, con una superficie de cerca de cien mil hectáreas en 2011, especialmente en Aragón y Cataluña. En estas comunidades autónomas, donde tradicionalmente se ha sembrado maíz, ya se han producido numerosos casos de contaminación de maíz ecológico y convencional por el polen del maíz transgénico que viaja grandes distancias movido por el viento , lo cual ha echado a perder muchas producciones, especialmente la ecológica, que se ha reducido drásticamente desde que el cultivo de maíz transgénico se implantó en estas zonas. Los agricultores están indefensos ante este tipo de contaminaciones, ya que no hay manera de impedirla y a menudo optan por abandonar la actividad.

Por otra parte, estos cultivos también hacen peligrar la producción de miel . Las normativas europeas que regulan su producción y los controles exigen que no contenga trazas de polen transgénico, defendiendo de esta manera el derecho de los consumidores a una miel libre de transgénicos. Se trata, por tanto, de una noticia extremadamente grave para el sector apícola español, ya que en este caso no podría comercializar su miel.

Las consecuencias económicas que hacen que los cultivos modificados genéticamente no puedan coexistir con otras producciones se suman a las que ya desde hace años llevan denunciando movimientos ecologistas y ciudadanos. No está demostrado científicamente que estos alimentos sean inocuos para la salud y el medio ambiente, ya que los estudios existentes son insuficientes y proceden de las misma empresas biotecnológicas propietarias de las patentes. Estudios independientes muestran un efecto negativo sobre algunas especies de fauna y sobre la biodiversidad (caso de la mariposa monarca en México). Los fuertes intereses comerciales de las pocas empresas que controlan este tipo de alimentos han prevalecido sobre los intereses de la población y hoy en día encontramos transgénicos en todos los piensos de alimentación animal y en muchos alimentos procesados.

NO QUEREMOS ESCLAVITUD

• Los OGM privan de libertad a las y los agricultores que los cultivan

• Los OGM contaminan a quienes no los desean, otros agricultores o bien apicultores

• Los OGM condenan el medio ambiente

• Los OGM impiden el consumo de alimentos sanos

• Los OGM refuerzan un modelo industrial de producción agrícola, insostenible ambientalmente y con graves repercusiones sobre los pequeños agricultores

Rebelión, Internet, 24-2-12

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