Bové: "Si España cambia, ganaremos la batalla de los transgénicos en Europa"

Por EFE
Idioma Español
País Europa

El político y sindicalista francés José Bové ha declarado hoy que "Europa ganará la batalla a los transgénicos si España" -uno de los principales productores europeos de este tipo de cultivos- "cambia su postura"

España cultivó durante 2008 cerca de 80.000 hectáreas de maíz transgénico, según datos del Ministerio de Medio Ambiente, lo que le convierte en el país con más hectáreas cultivadas de la Unión Europea (UE), que no logra obtener una mayoría suficiente, ni a favor ni en contra, en la aprobación de nuevos cultivos.

Bové ha explicado en una entrevista a EFE con motivo de la conferencia "Agricultura ecológica y sostenible", organizada por Caja Mediterráneo (CAM) y coordinada por el periodista Ignacio Ramonet, que "el problema más grande actualmente en Europa es España".

Sin embargo, "si España cambia su posición, sólo faltaría un voto para obtener la mayoría cualificada para presionar a la Comisión de Bruselas", que desde que se levantó la moratoria en 2004 ha aprobado unilateralmente la introducción de nuevos cultivos transgénicos a causa del desacuerdo entre los países miembros de la UE.

La semana pasada se dio el último caso de desacuerdo, cuando la Comisión Reguladora de organismos genéticamente modificados (OGM) o transgénicos no logró el número de votos suficientes para aprobar o rechazar nuevos cultivos, que ahora deberán ser aprobados por el Consejo de Ministros europeo.

Si el Consejo de Ministros no llegará tampoco a ningún acuerdo, Bruselas aprobaría los cultivos unilateralmente, basándose en los informes de la "Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (AESA)"

"Estamos ante un sistema irreal" ha comentado Bové, para quien este sistema de aprobación significa "la instrumentalización de la Comisión Europea por parte de la AESA".

Por otro lado, el político ha señalado que "la agricultura por esencia sirve para alimentar a la gente allí donde habita, pues sólo el diez por ciento de la producción agrícola mundial se mueve de continente a continente: cereales, alimento para el ganado o frutas exóticas".

Por tanto, "el noventa por ciento de la producción se consume de manera local, en un radio máximo de 80 kilómetros en su mayoría", ha añadido.

Bové ha comentado que en la actualidad existe una voluntad de destruir ese modelo agrícola, "porque evidentemente no aporta beneficios a las empresas trasnacionales del comercio alimentario".

En este cambio, la Organización Mundial del Comercio (OMC) "obliga a los países a abrir las fronteras, a desmantelar las políticas agrarias y a alinear los precios a la baja", ha indicado.

"Cada país, aunque sea autosuficiente, debe importar entre un 4 y un 5 por ciento de los productos que consume", según Bové, quien considera un "absurdo" que un país que produce un cinco por ciento de alcachofas esté obligado a importar el mismo porcentaje.

El político francés ha opinado que "este modelo de disociar la producción y el consumo es ineficaz", al tiempo que ha criticado un movimiento reciente de externalización de la alimentación por parte de algunos países, como Egipto, que cultivan tierras en otros países para importar más tarde los alimentos producidos.

También ha destacado la apuesta de algunos países, como Mali, Bolivia y Nepal, para quienes la cuestión de la tierra y la agricultura es fundamental y que han incluido en sus respectivas constituciones el derecho a la soberanía alimentaria.

Bové ha asegurado, además, que la agricultura campesina y ecológica "permite enfriar el planeta", porque los 25 millones de campesinos que utilizan tractores en el mundo contaminan más que los 1.300 millones de agricultores que cultivan a mano y los 250 millones que usan tracción animal.

ADN, España, 27-2-09

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