Diga a la Comisión Europea: No financien agrocombustibles para la aviación
Los agrocombustibles podrían ser utilizados en la aviación a partir de los próximos 1-5 años, creando otro mercado que afectará al cambio climático, a la deforestación, el desplazamiento de poblaciones y el hambre. Para la industria de la aviación, es un modo más de continuar su insostenible y altamente dañino crecimiento.
Por favor, diga a la Comisión Europea que deje de financiar la investigación industrial y el desarrollo de los agrocombustibles para la aviación.
La industria de la aviación espera continuar creciendo un 3 – 4 % por año en las próximas décadas, y se prevee que se conviertá en un vasto nuevo mercado para los agrocombustibles ya que el sector pretende hacer verr que está restringiendo el uso de combustible fósil. Durante los últimos 16 meses, cuatro aerolíneas han hecho pruebas de vuelo con agrocombustibles elaborados de aceite vegetal. Las pruebas han dado resultados exitosos desde el punto de vista técnico y esos combustibles podrían obtener la licencia para ser usados en aviones a partir del próximo año. Los agrocom,bustibles son vistos por la industria de la aviación como la salvación que aporta la solución que se busca desesperadamente -el modo de continuar creciendo y contaminando, pero diciendo que este crecimiento es “carbono-neutro”. Afirman esto, porque ninguna de las emisiones producidas por la deforestación, la destrucción de los humedales, el uso de agroquímicos, etc. que van unidas a la producción de agrocombustibles se atribuyen a aquellos que las efectuan.
Los agrocombustibles para la aviación van a producir más gases de efecto invernadero, más cambio climático, hambre (al desplazar la producción de alimentos y provocar la subida de los precios), deforestación y desplazamiento de comunidades rurales, así como más daños ambientales en localidades que se ven afectadas por la expansión de los aeropuertos y el incremento del número de vuelos.
Las empresas también están investigando en combustibles para la aviación a partir de madera, cultivos y otras biomasas sólidas. Mucha de esta investigación involucra microbios genéticamente modificados y algas, lo cual presenta potencialmente impactos serios para el medio ambiente. A corto plazo, la palma aceitera es la materia prima más demandada: la empresa Neste Oil ha dado a conocer que podría fácilmente destinar la mayor refinería de biocombustibles del mundo que están construyendo a la producción de combustibles para la aviación.
La Comisión Europea ha empezado a financiar un estudio sobre “combustibles alternativos para la aviación”, lo que significa agrocombustibles (ya que combustibles “alternativos” de carbon y gas natural también existen, pero son más dañinos para el clima que el queroseno). Los objetivos son divisar un “panorama” para su uso e “informar a quienes elaboran las políticas” -pero en modo alguno se discuten los imapactos generalizados de la expansión del uso de agrocombustibles. El estudio tiene un costo de 5,1 millones de eruos y está siendo elaborado enteramente por la industria e insititutos de investigación ligados a la industra. Discutirán sobre “sostenibilidad ambiental y social” sin la participación de organizaciones de la sociedad civil, y por supuesto sin la participación de ninguna comunidad afectada. El estudio está coordinado por el French Aerospace Lab, ONERA, quienes no son expertos en los impactos de los agrocombsutibles. En la página web de la Comisión Europea puede leerse que apoya los “combustibles renovables” para la aviación.
Para comunidades, biodiversidad, bosques y clima, un mercado adicional de agrocombustibles significará un desastre. Por favor, escriba a la Comisión Europea y pídale que detengan este estudio y se hagan cargo del crecimiento insostenible y los planes de la industria de la aviación, en lugar de permitir que se expandan aún más con los agrocombustibles.
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MODELO DE CARTA
Estimado Sr.,
Estoy preocupado por la política europea de biocombustibles debido a los impactos sobre el clima, las comunidades, la alimentación, la biodiversidad y los bosques tropicales. También estoy al tanto del impacto creciente de la industria de la aviación sobre el clima, la contaminación del aire y la biodiversidad (también en casos de expansión de aeropuertos) y comunidades locales. Pienso que las proupestas de la industria de la aviación de intentar resolver sus problemas de emisiones de carbonos mediante el uso masivo de biocombustibles en el futuro es un motivo para graves preocupaciones.
Me preocupa conocer que la Comisión Europea está financiando con 5,1 millones de Euros un estudio de la industria para facilitar el desarrollo y uso de “combustibles alternativos”, en particular biocombustibles para la aiación. El único “combustible alternativo” disponible a mediano plazo son los basados en combustibles fósiles, con un balance de gases de efecto invernadero más negativos que los del queroseno. Este estudio “SWAEFA” ( de formas sostenibles de combustible alternativos para la aviación o “Sustainable Ways for Alternative Fuels in Aviation”) está enteramente en manos de la industria: compañías de aviación y aerolíneas, compañías petroleras, consultoras e institutos de investigación ligados a la industria, sin ningún tipo de representación de la sociedad civil.Así la industria está siendo financiada por la Comisión Europea para trazar un mapa que aconseje el uso de biocombustibles en el sector de la aviación a quienes elaboran las políticas, lo cual considero inaceptable y no democrático. Atentamente,
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