Perú: piden al gobierno detener la violencia y no provocar a los pueblos indígenas
Veintidós policías y un número no determinado de indígenas -que algunas fuentes calculan en más de treinta- habrían sido muertos a consecuencia de los enfrentamientos iniciados en la madrugada ayer en la localidad de Bagua, región Amazonas
Las acciones se iniciaron a las 5 de la madrugada de ayer cuando brigadas de la Dirección de Operaciones Especiales (DIROES) sorpresivamente lanzaron desde helicópteros bombas lacrimógenas para dispersar a cientos de indígenas que ocupaban pacificamente un punto de la carretera Fernando Belaúnde Terry.
El avance de miembros policiales continuó con disparos de balas lo que originó un saldo de más de 150 heridos civiles. Esta situación desató un primer enfrentamiento donde doce efectivos policiales fueron ultimados por los mestizos y nativos que defendían la toma.
Shapion Noningo, vocero indígena denunció que el gobierno miente con descaro afirmando que solo existen tres nativos muertos cuando la verdad es que la policía emprendió una masacre con más de 30 indígenas muertos.
Noningo afirmó que la policía ha ocultado cadáveres de indígenas y ha recibido testimonios que indican que algunos de ellos habrían sido cremados y otros arrojados al río.
Asimismo, expresó su preocupación por que a la fecha existen más de 150 indígenas detenidos, que se encuentran de rodillas en un cuartel y cuyas vidas peligran.
Periodistas de diversos medios atestiguaron que cadáveres de indígenas permanecían a la intemperie y que las fuerzas policiales impedían que puedan ser recogidos por los familiares de las víctimas.
En el pueblo de Bagua se desató una encendida protesta que impulsó a la población a atacar locales públicos como el local del Cofopri y el local del partido aprista que fueron incendiados.
La policía continuó efectuando disparos a diestra y siniestra habiéndose reportado incluso un número de tres menores de edad heridos de bala, informó el director del Hospital de Bagua.
Segundo enfrentamiento
El día de hoy, en un confuso incidente aún no esclarecido, se informó de la muerte de nueve efectivos policiales más que se hallaban secuestrados por nativos indígenas en la localidad de Imazita, en la región Amazonas.
Varios cientos de indígenas habían tomado como rehenes desde ayer a un grupo de 38 personas -37 policías y un alto funcionario de PetroPerú- quienes resguardaban estación petrolera Nº 6.
Fuentes oficiales informaron que en un operativo se pudo rescatar a 22 agentes policiales, 9 fallecieron y 7 se encuentran aún desaparecidos. No han informado del número de indígenas heridos en este operativo.
Llamado a la paz y al cese de la violencia
Walter Kategari, dirigente nacional de la organización indígena AIDESEP, hizo un enérgico llamado al gobierno a cesar la violencia y detener las provocaciones a los pueblos indígenas.
“Los pueblos indígenas somos de naturaleza pacífica y así nos hemos comportado durante los 50 días de la huelga amazónica, sin herir a nadie. Ha sido la criminal agresión policial la que ha azuzado la violencia” afirmó.
Alberto Pizango responsabilizó al gobierno al que calificó de “genocida” y culpó al Presidente del Congreso Javier Velásquez Quesquén, de mentir a los pueblos indígenas y postergar el debate de los informes que recomiendan la derogatoria de los decretos legislativos inconsitucionales.
Por su parte, Shapion Noningo, señaló que la cruel matanza del gobierno y la exposición de los cadáveres ha sido una ofensa muy grave para los pueblos indígenas.
“Culturalmente, nuestros pueblos aprecian y respetan la vida. Y esta agresión a nuestros hermanos ha generado una gran indignación, cólera y rabia que sera difícil de contener” señaló.
“La situación se torna aún más grave cuando el gobierno miente con descaro, ignorando a los muertos indígenas, acusándonos de terroristas manipulados e intentando capturar a nuestros dirigentes nacionales” expresó.
Al momento de cerrar esta nota Alberto Pizango se encuentra no habido desde su última conferencia de prensa brindada en la tarde de ayer. En los días previos las autoridades del gobierno han pedido reiteradamente su captura por los delitos de sedición, conspiración para la rebelión y motín.
La defensa de Pizango señaló que el no huye de la justicia sino que busca mejores condiciones para su defensa porque existe una gran presión política para encarcelarlo a pesar que el estuvo en Lima durante los hechos de Bagua.
Finalmente, los voceros indígenas pidieron a los organismos nacionales e internacionales de derechos humanos intervenir a fin de cautelar de la vida de los indígenas y sancionar a los responsables de haber iniciado esta escalada de violencia.
Asimismo, pidieron a los medios de información no dedicarse a reproducir las mentiras fabricadas por el gobierno e informar con veracidad acerca de la muerte de los indígenas víctimas de la agresión policial y sus acciones en defensa propia.
Al momento de culminar este reporte se vive en Bagua una tensa paz luego de que el gobierno impuso el toque de queda desde las 3 de la tarde lo que prohibe el libre tránsito de los ciudadanos y amplió las zonas de emergencia en medio de fuertes resguardos policiales y militares.