Colombia: Marzo 18, la Plaza de Bolívar de Bogotá se coloreará de azul. Defendamos el agua

Idioma Español
País Colombia

La lucha por el agua como bien público y derecho humano fundamental prosigue. Este semestre el Congreso precisará si acepta la voluntad ciudadana que –con sus más de dos millones de firmas– propone un cambio radical para el acceso y conservación de este bien estratégico colectivo.La opinión y movilización de todos es indispensable.

Uno de los acontecimientos más importantes de 2008 fue, sin duda, la movilización nacional en defensa del agua como bien público y derecho humano fundamental, que, echando mano del referendo como mecanismo, logró articular a más de 1.300 organizaciones sociales de toda Colombia en una acción nacional que refresca las maneras de acción política y social de los movimientos populares en Colombia.

Este gran logro se expresa en más de dos millones de firmas recogidas en veredas y corregimientos, barrios y municipios, territorios indígenas y de comunidades negras. Un gran aporte de esta victoria parcial viene de la amplia participación de acueductos comunitarios que, como comunidades organizadas y conscientes de su trabajo en la prestación del servicio de agua potable, encuentran en esta propuesta un cobijo nacional e internacional para su actuación local. Lo mismo ha representado el Referendo para las miles de familias desconectadas del servicio de agua potable, lo mismo que para las organizaciones de usuarios de servicios públicos, y para los vocales de control que trabajan en defensa de los derechos familiares y de los hogares en lo relacionado con los servicios públicos domiciliarios que han sido convertidos en mercancía por las políticas y la legislación, que no los reconocen como derechos sociales fundamentales.

La voluntad popular, expresada en esta movilización, logra comprender la importancia de la crisis de civilización que se manifiesta en la pretensión de hacer del agua un negocio puro y duro para las multinacionales y los particulares, en contra del interés general y el fundamental derecho humano a acceder al agua potable en cantidad y calidad suficientes para garantizar una vida humana con dignidad.

A través de esta propuesta de hacer del agua un bien público y común por siempre, como parte de la filosofía de nuestro ordenamiento institucional y base de la vida de todos los seres vivos que habitan el territorio, la gente comprende qué es el Estado, cómo se sueña éste al servicio de la sociedad, y como expresión de pactos sociales incluyentes. Cuando bajo la carpa azul hablamos en plazas y parques con la ciudadanía, sobre el básico derecho humano al agua y el mínimo vital, todos comprenden qué entendemos por Estado social y democrático de Derecho, y acerca de la necesidad de intensificar la democracia. El agua mágica refresca la participación, y en su fluir permite un encuentro sin igual con la gente, en el entendido de que un vaso de agua a nadie se le niega, y que ella fluye democráticamente, distribuyéndose por los territorios, y que siempre ha estado como condición de la vida misma. Y esto se comprende siempre porque el agua es de todos, de todas, de la naturaleza, de la creación, respuestas que atienden a la pregunta ¿Y de quién es el agua?

La urgencia y la importancia de conservar los ecosistemas esenciales al ciclo hidrológico es también de comprensión inmediata, claro: sin agua no hay vida y el agua se conserva conservando los ecosistemas como una responsabilidad social y estatal. indígena, los pueblos indígenas y las comunidades negras han hecho suya la reivindicación de su conservación en condiciones de autonomía cultural y territorial, desde la comprensión mítica de la indivisibilidad del mundo y la imposibilidad de separar el agua del fuego, y la tierra y el cielo y todo. De allí que sea tan sencillo explicar por qué el proceso de prestación del servicio de agua potable y saneamiento básico debe estar sólo a cargo del Estado y las comunidades organizadas y sin ánimo de lucro. Pues, claro, a eso debe obedecer el Estado, y la prioridad fundamental es el agua para la vida.La Minga

Hace mucho tiempo que yo no sentía tanta alegría en el trabajo con la gente, en la conversación con cada transeúnte, en los corrillos de plaza pública que se vuelven foros del agua, un trabajo concreto y cotidiano de educación política, de diálogo de saberes, de encuentro festivo en la renovada participación política de nuestra gente. Eso es lo que he vivido. A esto se suma el vínculo con los movimientos mundiales en defensa del agua como bien público y derecho humano fundamental. Dos miembros del Comité Nacional tuvimos la fortuna de asistir al Foro Social Mundial y presentar nuestro caso ante procesos similares y diversos de América, África y Europa. Constatamos victorias que alientan nuestra lucha, como las de Uruguay y Cochabamba. Esos ejemplos continúan profundizándose con la construcción concertada de leyes o reformas constitucionales en Bolivia, como en Ecuador y Venezuela, en defensa del agua como bien público y derecho fundamental.

En Belem do Para visualizamos el acontecimiento próximo, el Foro Mundial del Agua en Estambul (Turquía), ilegítimo foro convocado por las multinacionales y el Banco Mundial, y al que acuden varios gobiernos. Se preparan dos foros alternativos y una gran movilización en esta segunda semana de marzo, y nuestro movimiento participará con una gran mancha azul que el 18 de marzo recorrerá las calles de Bogotá y llegará hasta la Plaza de Bolívar. Ese día le diremos al país, al Congreso de la república y al Foro Mundial de Turquía que en Colombia el pueblo quiere que se respete su voluntad expresada en el apoyo al referendo en defensa del agua. Gentes de toda Colombia inundarán en acto festivo la plaza pública más importante del país, diciendo que el agua es vida, bien público y fundamental derecho humano, y que ello ha de ser así por siempre.

* Corporación Ecológica y Cultural Penca de Sábila. Miembro del Comité Promotor del Referendo en Defensa del Agua como bien público y derecho humano.

Fuente: CENSAT

Temas: Agua

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