Campesinos reclaman territorios y rechazan la soja en el norte argentino
Los campesinos de Santiago del Estero luchan organizados hace más de diez años por sus tierras. Pero la industria sojera avanza sobre los territorios comunitarios con la complicidad del Estado
El integrante del Movimiento Campesino de Santiago del Estero (Mocase), Roque Acuña, afirmó que el reclamo de tierras ancestrales que realizan cotidianamente es por motivos culturales y no económicos, y destacó que su organización no quiere una propiedad privada.
"Queremos que los gobiernos respeten la historia de los verdaderos pueblos originarios", comentó en el programa El Peso del Rocío de FM La Tribu de Buenos Aires.
El campesino advirtió que la expansión de la soja es el principal problema que debe afrontar el Mocase, organización que agrupa a 15.000 familias de Santiago del Estero, provincia del norte argentino.
Acuña declaró que por la soja se está desalojando a familias campesinas y arrasando con los bosques, además de la contaminación y enfermedades que producen la utilización de agroquímicos en este tipo de monocultivo.
Tamara Perelmuter, politóloga e integrante del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet), y del grupo de Estudios Rurales de la Universidad de Buenos Aires, detalló el avance de la soja en el campo argentino.
Sostuvo que "Actualmente, el 52 por ciento de la superficie cultivable de la Argentina está dedicada a la soja, lo que representa un avance de esta plantación sobre otros cultivos".
Por último, la especialista, destacó que el reemplazo de la producción se da en "zonas históricamente consagradas al tambo, a la ganadería o a los bosques nativos y sobre el territorio de comunidades indígenas y campesinas".