España: casi 106.000 firmas piden que Catalunya prohíba el cultivo de transgénicos
Están convencidos de que su lucha va a salir adelante. La plataforma Som lo que Sembrem, que agrupa a colectivos ecologistas, entidades payesas y asociaciones de consumidores, presentó ayer ante el Institut d'Estadística de Catalunya (Idescat) un total de 105.896 firmas de ciudadanos que reclaman que el territorio catalán se convierta en una zona libre de cultivos transgénicos. Como ya ocurre, de hecho, en Francia donde está vigente una moratoria, Austria, Suiza y Grecia, entre otros países de la Unión Europea
Los firmantes del documento presentado ayer ante la Generalitat en forma de iniciativa legislativa popular reclaman al Parlament de Catalunya que prohíba el cultivo de productos agrícolas genéticamente modificados. La propuesta podría ser debatida en sesión plenaria el próximo diciembre en la Cámara catalana. Si no surgen escollos cosa improbable, la normativa entraría en vigor durante el 2009.
La iniciativa de Som lo que Sembrem esgrime razones ambientales, sociales y de salud alimentaria, explicó ayer el miembro de la entidad, Josep Pàmies, un veterano sindicalista agrario que ha sido incluso juzgado por su oposición a los organismos genéticamente modificados (OGM). "Desde el punto de vista social, los transgénicos propician el monocultivo, es decir, que los payeses de una misma zona se dediquen a una única producción, lo que implica la desaparición de cualquier alternativa", explicó Pàmies.
De momento, sin embargo, el Departament d'Agricultura no acaba de ver con demasiados buenos ojos la iniciativa. Con todo, los promotores quieren explicar también su postura ante las conselleries de Medi Ambient y de Salut, de las que esperan un mayor respaldo.
CONSULTA POPULAR
"Sería escandaloso que el Parlament no llegara a discutir al menos una iniciativa como esta, auspiciada por más de 100.000 personas", manifestó el activista leridano. Los promotores se reservan la posibilidad de retirar el documento si consideran que los partidos políticos alteran el contenido de su petición. "En ese caso indicó Pamies, esperaríamos a que se desplegara por completo el nuevo Estatut y reclamaríamos que la propuesta fuera sometida a una consulta popular de la ciudadanía".
El rechazo de los OGM, que durante la campaña de recogida de firmas ha obtenido el apoyo de diputados y cargos políticos de ERC e ICV, también exige el correcto etiquetado de los alimentos que incorporen algún transgénico en su proceso de elaboración. Reclama, asimismo, que se frene, eventualmente, la investigación sobre estos productos, algo que no ocurre, por ejemplo, en Alemania, donde sí está autorizado el cultivo con fines científicos.