Uruguay se endurece y no será fácil sembrar soja
El Gobierno dispondrá severas medidas para evitar la "sojización" de tierras cultivadas. Temen por su contaminación, que creen más difícil de controlar y más peligrosa aún que una planta de celulosa soja
El gobierno de Tabaré Vázquez busca una forma alternativa para evitar que el país vecino sufra una "sojización" de sus tierras. Por eso, desde el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca de Uruguay están a punto de implementar un proyecto para que aquellos productores que pretendan sembrar soja en su territorio, tengan una autorización previa.
En los últimos años, el espacio cultivable de soja en Uruguay sufrió una expansión poco común, sobre todo de la mano de empresas provenientes de la Argentina. En tal sentido, ahora los argentinos que estén explotando tierras deberán tener un permiso previo para tal actividad.
Según afirman desde el país vecino, el medio ambiente es uno de los temas que más preocupa al gobierno de Vázquez, habida cuenta de los problemas que se producen con la tierra una vez concluida la temporada de cosecha.
Para algunos funcionarios uruguayos, el tema de la soja es aún más preocupante que la planta de celulosa de Fray Bentos y que provocó un conflicto bilateral entre la Argentina y Uruguay.
Desde la Asociación Uruguaya de Siembra Directa (AUSID), aseguran que la preocupación por este tipo de actividad sobre la tierra afecta por igual al gobierno y a las entidades del agro del país vecino.
"La intensificación y extensificación agrícola han traído serios problemas en algunas zonas", dijo Miguel Carballal, de AUSID.
Además, al igual que en la Argentina, la atención está puesta sobre los arrendatarios ya que el 65% de la agricultura del país no la practican los propietarios de las tierras, cultivando sólo lo más rentable. El objetivo del gobierno uruguayo es hacer también responsable al propietario.