"En la lucha, en las acciones concretas es que está la paridad en los géneros"

En las conclusiones del encuentro, las mujeres campesinas reafirman la magnitud con la que el capitalismo actualmente ataca con todos sus medios, buscando la desaparición de los pueblos del campo que alimentan a la humanidad sin depender del capital. "En función de la ganancia del capital, no esta en consideración las necesidades básicas de nuestros pueblos. Importa más la producción automotriz, con todo lo que eso atrae, por ejemplo el petróleo, ahora el biocombustible, que los 800 millones de hambrientos en todo el mundo. Ante la crisis climática se pide que usemos nuestras tierras para biocombustible, pero esas son las excusas del capital. Entonces es importante que nos reunamos y defendamos nuestra soberanía alimentaria, que recuperemos nuestras semillas, nuestras comidas, nuestros sabores, pero que por supuesto compartiéndolo no sólo entre nosotras, sino compartiendo esas tareas con los hombres del campo. Y en la lucha, en las acciones concretas es que está la paridad en los géneros, que si no está, hay que construirla", explica Pancha.

"La soberanía alimentaria es un principio de carácter político que cuestiona al sistema capitalista en todas sus expresiones y busca la transformación de la sociedad", expresa el documento consensuado por las representantes de Argentina, Brasil, Chile, Paraguay, Bolivia, Perú, Colombia, Venezuela, Honduras y Haití, entre otros países, y que reproducimos en Biblioteca. Y en ese pensar es vital la revalorización y reconocimiento del trabajo de las mujeres como parte fundamental de la construcción de la soberanía alimentaria. Construcción en la que "nosotros tenemos que reencontrarnos entre nosotros, reforzando la lucha por nuestros derechos como mujeres y como pueblos, por seguir produciendo alimentos y proteger nuestras tierras y la naturaleza. No sólo es necesario garantizar los alimentos para todos, sino también nuestros derechos al agua, la tierra, las semillas y a la defensa de nuestros territorios", nos comenta pocos minutos después de ser presentada por Ángel Strapazzón como "una histórica luchadora, una referente de las luchas", ante un auditorio colmado por varios centenares de campesinos y campesinas, donde presentaría las conclusiones colectivas de los dos días de debate.

"Se hace necesario ver los problemas desde distintas perspectivas, porque si lo miras desde lo general se pierden las especificidades y los más perjudicados van desapareciendo. Y si miras las distintas especificidades de las luchas puedes observar que casi siempre son las mujeres las que primero avanzan, como así también son las que sufren los mayores dolores por este machismo, esa visión cultural alimentada, reproducida, que no nos deja mirar sino a través de roles diferenciales en nuestros quehaceres, en los espacios de poder. Si te fijas bien observas que estamos en desigualdad, incluso dentro de nuestras organizaciones. Cuando las mujeres podemos salvar", explica con tono jovial y mirada profunda. "Siempre está presente en nuestras discusiones las desigualdades de género. Por eso tenemos que hacerla en forma particular, en forma específica las mujeres. Nosotros no es que apostamos a que tengamos que estar las mujeres por un lado, los jóvenes por otro y los ancianos por otro. Sino que apostamos a que llegará un momento en que no tendremos que tener más ni comisiones femeninas ni comisiones de género, porque llegará el momento en que derribemos no sólo al capitalismo sino también al patriarcado".

Fuente: Prensa de Frente