Agroecología, salud y alimentación sana
Los humanos nacimos como recolectores, siguiendo a los animales y especies que nos precedieron. Nuestro cuerpo y sus mecanismos de absorción de alimentos, se fueron formando en millones de años. Desde el advenimiento de la agricultura, su industrialización y los tratamientos, transformaciones y agregados, fueron cambiando sustancialmente los alimentos. Cambios que no se pudieron dar en nuestros cuerpos. Que tiene capacidad para hacerlo, pero los tiempos no son los mismos. Millones son los años que la naturaleza nos fue construyendo y millones de años necesitamos para cambiarlos. Estas dificultades a la adaptación a los “nuevos alimentos”, tiene su precio, que muchas veces se llama enfermedad, que podemos definir como señal de desacuerdo de nuestro cuerpo, cuando le imponemos comidas inadecuadas.
PRELIMINARES:
La Oficina Panamericana de Salud (OPS) aconseja, para nuestros países, una dieta a base de frutas y verduras principalmente, además de cereales integrales y leguminosas (granos que vienen en vainas). La carne, la proteína animal en general, como complemento y teniendo en cuenta los factores culturales, históricos etc.
La agricultura industrial ha introducido el uso indiscriminado de diversos químicos. Los mismos, agregado al uso de maquinarias , ha permitido la producción de alimentos a gran escala, pero con alto costo para la salud del ecosistema y por ende del hombre. El reemplazo del agricultor por la máquina, produjo, y sigue produciendo, desarraigo, pobreza y violencia, entre otros tantos males. Además de quitarle el contacto y la relación con la tierra, de las personas, quita a los alimentos de la carga espiritual y energética que aquellos le confieren.
La agricultura industrial nos aleja a todos de la naturaleza, no nos permite sentirnos parte. Con las consiguientes consecuencias negativas para los humanos.
La madre naturaleza y la madre tierra, la pachamama, nos muestran un modelo natural, biodiverso, como toda la vida del Planeta. Gaia es un ser vivo que incluye a la tierra y a todas sus envolturas atmosféricas, hasta el límite con el Universo. Su autorregulación en temperatura, clima, humedad, tenor de oxígeno y otros elementos de vida, se fueron armonizando con los millones de años de existencia, pero que en poco tiempo, el humano lo puso en riesgo. Puso el lucro por encima de la vida y el futuro.
El monocultivo es sinónimo de plagas, de deterioro de suelos, del uso de agroquímicos, muchos de ellos tóxicos, verdaderos venenos, para toda forma de vida. Nuestras defensas naturales, nuestra calidad de vida se deteriora y la enfermedad es su resultado. Cuando perdemos la salud, perdemos la libertad.
El monocultivo no es sustentable, irrespeta lo natural, lo armónico e hipoteca el futuro.
LAS PLAGAS, CONSUMIDOR FINAL:
Los venenos que pueblan el ambiente, aire, agua, plantas, animales, son ingeridos por nosotros, o penetran en la sangre por la respiración o la piel. Somos los consumidores finales. En todos los casos, por ser sustancias desconocidas, extrañas y dañinas al cuerpo, no circulan en sangre, ni se metabolizan ni pueden eliminarse. Entonces se van depositando en los tejidos, principalmente en el tejido graso, del sistema nervioso central, cerebro, cerebelo etc., por ser sustancias liposolubles. Por lo mismo que no hay dosis tolerables. Lo de hoy se agrega a los de ayer y de mañana. Mientras fabricamos venenos, terminarán en nosotros. Y cuando nos morimos, las lluvias llevarán los venenos a las napas y volverán a los consumidores finales.
El daño a la salud es incalculable y desconocido, ya que no hay métodos para el diagnóstico ni menos para eliminarlos. Enfermedades variadas, desde las nerviosas, como cambios de conductas, depresiones, hasta las más graves. Claro que los que fumigan o están cerca de las fuentes de venenos, son los más perjudicados.
Y PORQUÉ AGROECOLOGÍA?
Porque además de cultivar sin venenos, es biodiverso, con poco uso de maquinarias, imitando bastante a lo natural y respetando suelo, aire, agua y ambiente en general.
No es consumidor de energía y se acerca a lo sustentable, reciclando humedad y fertilidad.
ALIMENTACIÓN SALUDABLE:
NO SOLO SATISFACER EL HAMBRE, DEBEMOS AYUDAR LAS DEFENSAS, CON EL APORTE DE VITAMINAS Y MINERALES NECESARIOS.
Vita es vida y la vitamina se obtiene de los vegetales y frutas frescas. Y mejor si son vecinas, si no deben trasladarse, si se consumen poco tiempo después de cosecharse. Entonces, además de guardar su vitalidad, nos resultan familiares, porque se nutren del agua que tomamos nosotros, del suelo que pisamos, el aire que respiramos y el sol que nos energiza.
Por eso, los que conocemos estos principios, defendemos las Ferias Francas de Misiones. Sabiendo que los colonos que venden los productos, han recibido capacitación agroecológica.
La Agroecología como fuente de alimentos sanos, que preservan la salud y evitan enfermedades. Alimentos que además funcionan como plantas para la salud, que así se comportan las plantas medicinales, ayudando a mantener la salud, a contagiarla.
Muchas plantas silvestres cumplen los dos principales objetivos, alimentarnos y sanarnos. Por ejemplo la verdolaga, lengua de vaca, llantén, diente de león y tantos amargones etc. Los productos agroecológicos son similares.
El agricultor, cuando respeta el suelo, el agua, el ambiente, se respeta y nos esta respetando a todos nosotros. El alimento cultivado con amor, con actitudes positivas, transmite carga positiva al que lo consume. Alimenta al cuerpo y al alma, nos ayuda a relacionarnos mejor con la naturaleza, entre nosotros, con la Creación.
LOS LÍQUIDOS:
Sabemos que luego del destete, los mamíferos, entre ellos nosotros, los humanos, no digerimos la leche. El yogurt y el queso tienen una digestión previa y los podemos asimilar. Pero como toda proteína animal, poco y nada nos favorece. Descritas hay un sinnúmero de enfermedades por consumir estos alimentos. Nos aportan grasa, y no de la buena.
Siempre nombro a la vaca, como ejemplo. Ella consume solamente el pasto y produce proteínas, calcio, hierro etc., en buenas cantidades. Por ser mamíferos, tenemos un metabolismo similar, fabricamos proteínas, desde alimentos que no los contienen.
El consumo de gaseosas se ha hecho masivo. Poco se habla y se publica, de los prejuicios que produce. El Modelo tiene que funcionar, a pesar de nuestra salud. O mejor dicho, a pesar de la falta de salud.
Cosa parecida ocurre con el agua envasada, que para que llegue a nuestra mesa, necesita agregados de antibióticos, o similares.
AGUA QUE NO HAS DE BEBER, DÉJALA CORRER
AGRICULTURA SUSTENTABLE:
Sigue el principio que habla del mandato que nos da Dios, la naturaleza, de cuidar el patrimonio natural, de tal forma que sirva para las generaciones venideras. Cuidar de lo que recibimos de nuestros padres-abuelos, para que puedan utilizarlo hijos-nietos etc.
Los Pueblos Originarios son ejemplo de sustentabilidad. Cada vez que laboran el suelo, usan el agua, las plantas etc., están pensando en siete o nueve generaciones. Es también una forma de resurrección, de dar continuidad a la vida, que justamente tiene que ver con su definición: Vida como movimiento, cambio, transformación. Es responsabilidad de la agroecología, de la agricultura sustentable, de hacer los aportes necesarios, para que las trasformaciones, los cambios, se hagan a favor y no en contra de la salud, la vida y el futuro.
CULTIVOS, CULTURA:
La mal llamada revolución verde o agricultura industrial cambió mucho hábitos alimenticios y otros, influyendo y unificando las culturas de los pueblos. Si cultivo y cultura tienen la misma raíz lenguística, debemos entender la influencia de uno sobre el otro. Perdimos muchos elementos culturales, por imposición de los países dominantes, como perdimos cultivos tradicionales y los cambiamos por los que necesitan los mismos países poderosos. La soja y el pino son buenos ejemplos. La agroecología tiene los instrumentos a su alcance, para la recuperación de cultivos y de la cultura que nos pertenece. Retomar cultivos es un elemento liberador.
* Juan Yahdjian, médico, miembro de JUPIC (Justicia y Paz e Integración de la Creación) del Espacio Ecuménico, de la RAOM (Red de Agricultura Orgánica de Misiones), integrante del MSM (Movimiento Social Misionero)y del MOSIP (Movimiento por la Solidadaridad e Integración de los Pueblos). Tel. 03751-420541. ra.moc.oohay@nahcahcupip y ra.moc.tenra@nahcahc