México: gobierno federal y empresas biotecnológicas aliados de los transgénicos
La industria biotecnológica no cesa de utilizar pretextos como la crisis alimentaria para la promoción de sus patentes transgénicas. El gobierno federal no se queda atrás y en lugar de proponer una estrategía para alcanzar la soberanía aliementaria de nuestro país se ha dedicado a proteger los intereses privados por sobre los públicos. Sagarpa es el ejemplo perfecto, pues acepta un acuerdo para la soberanía y la seguridad alimentaría con las organizaciones campesinas del Movimiento por la Soberanía Alimentaria, condicionandolo a la inclusión de la iniciativa privada.
El gobierno sigue lanzando información tergiversada respecto a sus “excelentes medidas” para combatir la crisis alimentaria, entre ellas han endurecido sus medidas de promoción de los “supuestos beneficios” de los transgénicos (Reforma/ 2 de junio del 2008). Mientras que en países como España, principal productor de transgénicos, se ha demostrado que es imposible la coexistencia de este tipo de cultivos y los cultivos de productores orgánicos y tradicionales.
Recientemente Greenpeace España dio a conocer su reporte “Testimonios de la contaminación”, el cual muestra una realidad evidente: el maíz transgénico es un grave problema y la situación que se vive en el único país europeo cuyo gobierno tolera la presencia de transgénicos a escala comercial en la Unión Europea es desastrosa, no solamente para el medio ambiente sino también para la economía rural y agraria. “España es la prueba irrefutable de que esto no funciona” (Juan Felipe Carrasco, de Greenpeace España).
En la promoción de transgénicos, burdamente han sido utilizados argumentos como la reducción del uso de agrotoxicos y que por lo tanto son benéficos para el ambiente. Esta hipócrita preocupación hacia el medio ambiente queda al descubierto cuando su negocio de pesticidas es causante de graves repercusiones a la salud del ser humano y del medio ambiente.
Encabeza la lista la multinacional Bayer por su producción en gran escala seguida por otras compañías igualmente dedicadas al negocio de los insecticidas y desinfectantes entre las que destaca Monsanto por tener sustancias 60 por ciento más dañinas. Aunque la última de la lista es Dow Chemical no queda exenta de culpa pues 39 por ciento de su producción es de sustancias de la lista negra de químicos mortales.
Los productos para control de insectos hierbas y hongos potencialmente peligrosos para otros seres vivos son Bayer con 74 por ciento 90 por ciento de Monsanto y BASF con 80 por ciento.
Por otro lado, se comienza a endurecer el tema de los bioenergéticos a partir del maíz. Sin embargo. Alberto Cárdenas ha declarado en múltiples ocasiones que México está a favor de los bioenergéticos, “pero sin poner en riesgo la alimentación humana ni alterar la ecuación energética ambiental” (La Crónica / 5 de junio del 2008). Habrá que estar atentos porque Cárdenas como dice una cosa, dice otra.
Por lo pronto hay que tener presente declaraciones como las del ex director de la Reserva Federal de los Estados Unidos, Alan Greenspan, quien señala que en estos momentos la tortilla está enfrentando una lucha contra el etanol. “Es insuficiente crear etanol con maíz, ya que para ello se consume la tercera parte de las cosechas, lo que ha originado una crisis del maíz en todo el mundo, principalmente en México” (La Prensa, p. 5).
*¡CONSUMAMOS PRODUCTOS NACIONALES!*
*¡DEFENDAMOS NUESTRA SOBERANÍA ALIMENTARIA!*
Equipo de Agricultura Sustentable y Transgénicos
Greenpeace México