De boca en boca
Ha llegado el momento de actuar, no podemos esperar más. La agricultura mundial está en quiebra. Hasta hace unos años este era un discurso que poca gente compartía, entre otras cosas porque se analizaba desde la distancia. Por primera vez en la historia de la humanidad nos encontramos con una crisis globalizada, el aumento del precio de los alimentos nos afecta a todas y todos y los análisis coinciden: la agricultura capitalista intensiva, corporativista, dependiente del petróleo y agroexportadora lleva a la pobreza al mundo rural del que definitivamente dependemos todos. Por si esto fuera poco, sabemos que la agricultura industrial contribuye hoy con más de 1/3 de las emisiones globales de gases invernadero, en especial metano y óxidos nitrosos, cuando el cambio climático más que amenaza ya es una realidad.
Desde hace varios años venimos pregonando, como alternativa, el concepto de Soberanía Alimentaria defendido por la Vía Campesina, la organización internacional que agrupa a las pequeñas y pequeños campesinos. La Soberanía Alimentaria reclama el derecho de los pueblos a definir sus propias políticas agrarias cuando la globalización neoliberal ha implantado, sin ningún miramiento, una para todos. Para lograr la Soberanía Alimentaria hace falta ahora el apoyo de nuestras bocas.
Bocas de las que salgan gritos, mensajes, reclamos a nuestros gobernantes y a las instituciones internacionales en favor de políticas que tengan presente este nuevo paradigma. Para exigir que la agricultura salga fuera de los acuerdos comerciales neoliberales propugnados desde la Organización Mundial del Comercio y desde múltiples tratados comerciales bilaterales. Para apoyar todas aquellas acciones organizadas por las propias organizaciones campesinas, en el Sur y en el Norte, dirigidas a lograr el acceso a la tierra, el agua, para frenar la privatización de la biodiversidad, el avance de las semillas transgénicas, etc.
Y bocas que a la hora de escoger qué alimentos tomar, entiendan que están frente a una decisión política y comprometida. Bocas que opten por alimentos comprados en mercados locales, en ferias de agricultores, alimentos orgánicos y de temporada, asegurándose así que beneficiamos a los pequeños productores frente a las grandes corporaciones y las grandes cadenas de distribución.
La Soberanía Alimentaria debe correr de boca en boca
Gustavo Duch
Director de Veterinarios Sin Fronteras