México: la crisis alimentaria exige renegociar o desaparecer el TLCAN, señala el CAM

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País México

La seguridad alimentaria es un asunto de Estado, por lo que ante la crisis mundial del precio de los productos el gobierno de México está obligado a renegociar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), si es que quiere que permanezca algo de la agricultura de este país, consideró el Centro de Análisis Multidisciplinario (CAM) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM)

El organismo, dependiente de la Facultad de Economía, consideró también que la administración federal “tiene que detener de inmediato”, como medida de protección para beneficiar a los productores y consumidores, las importaciones de las grandes cadenas comerciales, en tanto se estabiliza el mercado de precios internacionales.

“Las grandes empresas agroalimentarias tendrían que sacrificar un poco sus ingresos en pro de estos sectores, si se quieren mantener en el mercado nacional”, destacó el CAM.

Investigadores del centro alertaron que estimaciones del Banco Mundial (BM) refieren que, a partir del cómo se empiecen a determinar los precios internacionales de los energéticos y de las reservas que tienen los países graneros del mundo, “a fines de junio o principios de julio va a haber una primera escalada de precios, sobre todo en artículos agrícolas que son base de elaboración de otros”.

Indicaron además que en el país “todavía no hemos visto los efectos que habrá en los próximos meses por la parte financiera al campo, porque si sube el precio de los productos se va a mover el indicador de riesgo que se utiliza para el indicador agrícola, y el crédito que tenían muchos campesinos o productores se va a escalar y nos va a escalar”.

En el país, el alza en el costo de artículos, refirieron, va a depender mucho de cómo se determina el mercado de precios en el mundo, y las grandes cadenas comerciales, como Wal-Mart, ya han empezado a aplicar medidas –como racionar la venta de arroz– ante un posible incremento de precios.

“Ellos acaban de abastecer sus reservas en los mercados internacionales. Lo que les preocupa es que suban los precios en estos meses, cuando empiezan a arreglar la compra de alimentos a nivel internacional”, expuso el investigador del CAM David Lozano. Señaló que los sectores más afectados serán los productores agrícolas, debido a que son los grandes adquirientes de granos; los consumidores, que padecerán los incrementos ante la falta de alimentos en el mercado internacional, y la pequeña y mediana industrias, que viven de la producción agrícola, ya que son los que se dedican a elaborar productos, venderlos o colocarlos.

Precisó que ante la crisis mundial de alimentos que se ha generado, en lo que va de la presente administración sólo se han ha aplicado medidas de contención para dar algunos ingresos a los campesinos, sin resolver el fondo del problema.

“Tienen que cambiar su política económica, porque en este gobierno vamos a empezar a ver los efectos que habrá ante la baja del ingreso de remesas, que son más altas que la inversión directa en el país”, señaló. Agregó que aunque los socios comerciales de México no lo quieran, éste es el momento en el que el gobierno “debe tomar la determinación de suspender el TLCAN”, ya que a consecuencia de la apertura comercial “se derrumbó el agro nacional”, y a Estados Unidos le ha significado la creación de un mercado con 360 millones de consumidores y la adquisición de mano de obra barata y materias primas a bajo costo, “ante la cómplice observación de autoridades”.

La Jornada, México, 26-5-08

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