Argentina: La Nación no disimula su defensa del modelo sojero
En la crisis entre patronos rurales y gobierno argentino, uno de los periódicos emblemáticos del poder hegemónico desnuda su verdadera “objetividad”. Publicidad disfrazada de videos informativos
Conéctese en Internet. Abra el sitio www.lanacion.com.ar. Sobre el margen superior derecho utilice la opción Video. Ahora busque entre las muchas posibilidades que allí se ofrecen y vea y oiga con atención los “spots” I y II de “La contraofensiva mediática del campo”.
Se trata de dos clips de cuidada factura, que muy bien podrían haber contenido información, a favor o en contra de la patronal rural, ese no es el caso: no se menciona una sola fuente ni cumple con ninguna de las normas de oficio periodístico, ni siquiera con su género más lábil, como lo es el de “opinión”.
Simplemente, presenta una serie de enunciados –no demostrados, claro- que las organizaciones de los propietarios y arrendatarios rurales – grandes y poderosos y medianos y pequeños- despliegan hace más de dos meses en su firme reclamo antigubernamental.
Entre esos enunciados, los clips hacen hincapié en que el desarrollo monocultivista de soja no influye sobre el aumento de los precios de los alimentos, cuestión que justamente está en el centro del debate, no sólo en el escenario local sino en el global, marcado por un crisis alimentaria sobre la cual Naciones Unidas (ONU) alertó con vehemencia.
Las organizaciones patronales del campo argentino plantean una demanda básica: la modificación en menos del régimen de retenciones (impuestos) a las exportaciones de soja, “commoditie” este que registra, desde hace años, una notoria curva favorable en sus precios internacionales.
Esa tendencia de los precios obedece a varios factores. Mencionaremos tres: el comportamiento mismo de los mercados de “commodities”, capturados por distintos segmentos del corporativismo financiero global; al aumento de la demanda global, estimulada por el desarrollo de los agrocombustibles; y a la decisión estratégica de China de sustituir proteínas vegetales por animales en la dieta de su población, lo que convirtió a esa gigante economía asiática en la principal compradora de soja y derivados (destinados fundamentalmente a comida para animales de corral).
Desde que el conflicto entre las patronales del agronegocio y el Estado argentino estalló, hace más de 70 días, con bloqueos de carreteras, desabastecimientos urbanos y truncadas negociaciones, los grupos mediáticos concentrados locales apoyaron en bloque a las entidades del agro.
El Grupo Clarín, el más poderoso del país, y el del diario La Nación (socios con el Estado en el monopolio de la producción de papel prensa), pusieron periódicos, cadenas de televisión y de radio y portales de Internet al servicio de las demandas empresariales del agro.
El modelo teórico “Intencionalidad Editorial, para la producción y el análisis de procesos periodísticos” –desarrollado en la Facultad de Periodismo y Comunicación Social de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP)- plantea, entre otros muchos enunciados e hipótesis de trabajo, que el periodismo es una especificidad del campo genérico de la propaganda, que se caracteriza por su Objetividad, en el sentido de que necesariamente debe ser un relato sometido a fuentes comprobables y contrastables.
Ese marco teórico afirma asimismo que esos relatos Objetivos en el sentido de remisión a fuentes, son necesariamente Parciales, en tanto y en cuanto, como actos humanos que son, necesariamente toman partido por una o mas de varías posibilidades valorativas.
El periodismo hegemónico actual ha ejercitado y perfeccionado técnicas y herramientas para convertir su parcialidad en “objetividad”, de forma tal que determinados valores de clase o grupos se conviertan en valores universales u “objetivos”, apelando a un mecanismo de comprobada eficacia para el establecimiento de sentidos comunes (valores universales aceptados y asimilados) hegemónicos.
El caso de La Nación que intenta registrar este artículo – en el cual un medio hegemónico de probada eficacia como productor y reproductor de sentidos comunes de clase o grupos presentados con universales- corresponde a una coyuntura en la cuales la disputa por el poder (otro terreno del que ninguna práctica periodística se puede apartar) recrudece, y de alguna manera obliga a los medios concentrado a descuidar la herramientas que suelen utilizar en términos del concepto de eficacia planteado en párrafos anteriores.
El modelo Intencionalidad Editorial es la herramienta teórica y metodológica del Observatorio de Medios de Argentina, dependiente de la Agencia Periodística del MERCOSUR (APM), de la Facultad de Periodismo y Comunicación Social de la UNLP.
Ese Observatorio realiza estudios cuanticualitativos de comportamientos y tendencias mediáticas concretas, con informes de libre acceso a todos y todas las interesadas en el tema, a través de la página electrónica de esta agencia.
También provee de insumos teóricos y metodológicos para trabajos de investigación y tesis de grado y postgrado de aquella y otras universidades.
Un caso sobresaliente de Observatorio aplicado a emprendimientos académicos fue el de la reciente tesis de grado de Paula Elguezabal, presentado en la citada Facultad de la UNLP, en junio de 2007, sobre el tratamiento dado por los diarios argentinos La Nación, Clarín y Página 12 al tema autonomía catalana.
Ese trabajo acaba de ser galardonado con el premio 2008 "Premi Joan Givanel i Mas de Comunicació Social", en el marco de los Premios Sant Jordi 2008, que otorga el Institut d`Estudis Catalans (IEC).
El jurado estuvo compuesto por Maria Corominas (presidenta de la Sociedad Catalana de Comunicación) y Miquel de Moragas y Josep M. Casasús, miembros de la Sección de Filosofia y Ciencias Sociales del IEC.
(*) El autor es director del Observatorio de Medios de Argentina, de la Facultad de Periodismo y Comunicación Social de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP).