Declaración de La Habana. La agricultura orgánica puede contribuir a resolver la crisis alimentaria y mitigar el cambio climático global

"La agroecología apunta a lograr la soberanía alimentaria, favorecer el empleo rural y el uso de tecnologías apropiadas que mejoren la productividad; fortalecer el tejido social promoviendo relaciones equitativas entre el campo y la ciudad, fundamentalmente desde el intercambio y en el acceso al conocimiento; fomenta la participación de las organizaciones de campesinas, pequeños y medianos productores, en la formulación de políticas y en la toma de decisiones que tengan que ver con nuestra soberanía productiva y alimentaria, el acceso, uso y conservación de los recursos naturales; apunta a recrear el conocimiento ancestral y las tradiciones alimenticias de nuestros pueblos; y, como propuesta ambiental, se fundamenta en la conservación de los recursos naturales y el mantenimiento de las funciones de los ecosistemas."

Declaración de La Habana (Cuba), 16 de mayo del 2008

La agricultura orgánica puede contribuir a resolver la crisis alimentaria y mitigar el cambio climático global, siempre que esté basada en los principios de la Agroecología.

A esta conclusión llegaron más de 400 cubanos, 132 delegados extranjeros de 26 países, pertenecientes a organizaciones de agricultores, indígenas, investigadores, técnicos, docentes, estudiantes y miembros de ONGS de Latinoamérica y Europa, en el VII Encuentro Internacional de Agricultura Orgánica y Sostenible, organizado por la Asociación Cubana de Técnicos Agrícolas y Forestales de Cuba (ACTAF), celebrado en La Habana entre el 13 y 16 de mayo del 2008.

En el Encuentro se trataron temas relacionados con la agricultura urbana, las tecnologías agroecológicas y la experimentación e innovación hecha por campesinos, los indicadores de sostenibilidad, la comunicación, educación y extensión en una agricultura sostenible, las respuestas de la Agroecología al cambio climático, la certificación participativa y comercialización de alimentos orgánicos y la conservación y manejo de recursos naturales.

Al final del Encuentro, en el que estuvo presente SEAE se firmó un Convenio de Colaboración entre ACTAF y SEAE para el intercambio de conocimientos e información y el apoyo en el desarrollo de la agricultura orgánica y la soberanía alimentaria en Cuba y España.

A pesar de la acelerada urbanización que experimenta América Latina, en el campo latinoamericano viven unos 125 millones de personas, sobre todo pequeños productores, que abastecen gran parte de la producción de alimentos para el consumo local. Practican una agricultura tradicional de bajo uso de insumos y muchos de ellos con base agroecológica, sin ser reconocidos como productores ecológicos, aunque con estrategias más sustentables que los modelos agroquímicos de la revolución verde.

Por otra parte, quedó demostrado que los sistemas agroecológicos de producción pueden ser más productivos, resistir mejor los fenómenos climáticos y por su bajo uso de recursos energéticos no renovables, son más sustentables económica, ecológica y socialmente.

Las iniciativas productivas agroecológicas en todos nuestros países, mantenidas por las comunidades y pequeños y medianos productores, desde siempre han demostrado su viabilidad económica, social y ambiental. Estas iniciativas que señalan rutas de desarrollo rural y agrícola, requieren del apoyo político del Estado y de la sociedad para su consolidación y generalización en los territorios hoy amenazados de desaparecer por los monopolios depredadores.

Sin embargo, a pesar de su crecimiento, hasta el momento, la producción agroecológica en América Latina no cuenta con el respaldo de políticas públicas favorables y de largo plazo para consolidarse como alternativa para los pequeños productores y para enfrentarse a las presiones de la agroindustria monopólica que destruye alimentos, ecosistemas, recursos genéticos y pueblos (G. Kastler, Planet Diversity, mayo 2008, Bonn).

Las tecnologías que promueve la agroindustria como los transgénicos, la producción de agrocombustibles con plantas alimenticias y otras, solamente agravan los problemas y profundizan la crisis de alimentos.

En la última Conferencia de la de la FAO (Roma, 2007) los participantes manifestaron que existe suficiente evidencia científica de que la agricultura orgánica puede contribuir de forma decisiva a alimentar a la población mundial y garantizar la soberanía alimentaria de los pueblos. Mientras que la Conferencia Regional Latinoamericana de la FAO (Brasilia, 2008) recomendó que se incluya el tema de la Agroecología y los sistemas de producción orgánica en la próxima agenda regional. En esta misma conferencia, organizaciones indígenas y sociales de Latinoamérica, declararon la importancia de valorar y promover los principios de la Agroecología como estrategia para producir alimentos de alta calidad, respetando los ecosistemas y reconociendo los conocimientos de los campesinos, indígenas y agricultores familiares.

La agroecología apunta a lograr la soberanía alimentaria, favorecer el empleo rural y el uso de tecnologías apropiadas que mejoren la productividad; fortalecer el tejido social promoviendo relaciones equitativas entre el campo y la ciudad, fundamentalmente desde el intercambio y en el acceso al conocimiento; fomenta la participación de las organizaciones de campesinas, pequeños y medianos productores, en la formulación de políticas y en la toma de decisiones que tengan que ver con nuestra soberanía productiva y alimentaria, el acceso, uso y conservación de los recursos naturales; apunta a recrear el conocimiento ancestral y las tradiciones alimenticias de nuestros pueblos; y, como propuesta ambiental, se fundamenta en la conservación de los recursos naturales y el mantenimiento de las funciones de los ecosistemas.

Por todo ello:

1. Recomendamos a las sociedades y los gobiernos el apoyo a las estrategias de producción de alimentos en base a los principios agroecológicos.
2. Reafirmamos que la inminente epidemia de hambre que acecha al mundo, solo puede ser enfrentada por nuestros países desde una Soberanía Alimentaria y esta solo es factible desde una agricultura sostenible sobre bases agroecológicas;
3. Demandamos una mayor participación de los agricultores en la investigación, y que el saber campesino sea parte de los procesos de capacitación y de desarrollo ;
4. Requerimos un enfoque sistémico en la formación de técnicos y profesionales en ciencias agrarias, ambientales y afines así como en la investigación, que contemple las dimensiones sociales y ambientales, donde Agroecología y el desarrollo sostenible sean ejes transversales de dichas estrategias.
5. Rechazamos a los transgénicos como solución al problema del hambre en el mundo;
6. Exigimos el reconocimiento de todos los Gobiernos de la certificación participativa y un mayor apoyo al desarrollo de los mercados locales de América Latina.
7. Demandamos el reconocimiento explicito del decisivo papel de la mujer tanto en los procesos productivos, como en la formación agroecológica, para su mayor participación en la toma de decisiones
8. Por ultimo, pedimos el fortalecimiento del papel de los sistemas agroecológicos en la mitigación del cambio climático y el reconocimiento de su aporte en servicios ambientales a la Sociedad.

Firmantes
Organizaciones regionales
IFOAM GALCI, Grupo de América Latina y El Caribe
MAELA, como Movimiento Agroecológico de Latinoamérica y El Caribe,
RAPAL, Red de Acción contra los Plaguicidas de América Latina
SOCLA, Sociedad Científica Latinoamericana de Agroecologia
Vía Campesina

Asociaciones nacionales
ABA, Asociación Brasileña de Agroecologia, Brasil
ACTAF, Asociación Cubana de Técnicos agrícolas y Forestales de Cuba
ACPA, asociación Cubana de Producción Animal de Cuba
ACSUR Las Segovias, España
Asociación Grupo Ecológica INEM-GREI, Colombia
Ecofondo Regional Orinoquia, Colombia
Fundación Sembradores de Esperanza, Colombia
Fundación AGRECOL Andes, Bolivia
SEAE, Sociedad Española de Agricultura Ecológica, España

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